Flores de loto

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Capítulo 9. Flores de loto

Hanabi regresó del viaje con su padre con un dilema muy importante, dicho dilema estaba bien guardado en el fondo del cajón de su mesita de noche. Parte de su rutina diaria era repetir la prueba de canalizar chakra hacia la piedra lunar por la mañana al despertar y por la noche antes de dormir, esperando obtener alguna respuesta de ella. ¿Debería dársela a su hermana mayor? Podría prestársela, y recuperarla una vez comprobara que tampoco era la princesa de las leyendas, ni siquiera tendría que decirle qué era. Seguiría intentando hacerla brillar, se conformaría incluso con obtener un destello así como había sido con su tatarabuelo.

Los días pasaron y no la vio. Se hicieron semanas y por coincidencia vio al Inuzuka y al Aburame en la oficina de la Hokage. Pasaron los meses y nada... No recordaba que hubiese tomado misiones tan largas anteriormente.

Un día, al final de su entrenamiento con Neji, cuando se quedaron a solas, se atrevió a preguntar por ella.

—¿Dónde está?

—¿Quién, Hanabi-sama?

—Hinata.

Neji no tenía expresiones faciales evidentes en presencia de la familia principal, y hubiese creído que nunca las tenía, de no ser porque le había tocado verlo interactuar con los del Bouke y Hinata cuando asumía que nadie lo estaba viendo. Y fue sutil, pero pudo captar la expresión complicada.

—Se le ha asignado una misión.

—¿Sabes cuándo regresa? —Inquirió ella, Neji se mostraba perpetuamente más interesado en los asuntos de Hinata que cualquier otro miembro del clan. Hanabi siempre consideró ese interés como un desperdicio y un defecto en el genio de la familia.

—Regresará en un año ocho meses. —Afirmó con una precisión inesperada.

Hanabi se sintió intranquila, si se le fue asignada una misión de aproximadamente dos años, que probablemente era en solitario, de especialización ANBU y la completaba con éxito... ¿con qué clase de honores regresaría a la aldea? En la Academia les comentaron que misiones de esa duración eran raras incluso entre la élite.

Su nana le dijo en una ocasión que su existencia era tan valiosa que no podía aspirar a ANBU por el alto riesgo en las misiones que aceptaban; luego Hinata fue ascendida y su padre la demeritó diciendo que fue gracias a su equipo... pero su equipo no era parte de lo que fuera que le habían asignado. ¿Y si no era tan mediocre como ellos la creían?

Hanabi se sintió nerviosa. A los miembros del Bouke los restringían con el Sello del Pájaro Enjaulado, pero no era la primera vez que se le ocurría que a ella la habían metido en una jaula de oro. Le disgustaba eso, y le disgustaba todavía más el hecho de que no tuviera los medios para cambiar su situación.

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Cuando fue a buscar a Naruto para que le comunicara si logró o no evaluar el potencial de Hinata, el rubio dijo que sí pero que no fue concluyente porque simple y sencillamente sus auras de poder eran tan diferentes que no había punto de comparación. Le pidió que explicara bien esa parte y el rubio se enredó con las palabras. Al día siguiente, Naruto fue a buscarlo a su campo de entrenamiento con material visual para explicarle, le mostró la primera hoja de fondo gris, era un dibujo suyo con un alarmante nivel de detalle, su silueta estaba rodeada por una línea amplia y bien definida que fue coloreada en blanco. Le dijo que Sai lo ayudó con el material visual. En la segunda hoja estaba la silueta de su prima, y Naruto tenía razón, no había punto de comparación, la forma era diferente, el color era diferente, hasta la consistencia parecía diferente. Llamas plateadas. ¿Sería esa la verdadera diferencia entre la familia principal y la secundaria? Tal vez era cierto lo que escuchó siempre, que aunque eran familia, estaban hechos de materiales diferentes.

Hechizo NocturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora