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Esperaba con todas sus fuerzas que el chico en cuestión no la viera. No quería enfrentarse a él, menos con su cabeza revolucionada como la tenía en ese momento. Su amigo, quién lo había llamado, corría a su encuentro con una bolsa negra en una mano y una lata de cerveza en la otra. Baek se levantó de su asiento agitando su mano y al momento de tenerlo cerca, lo envolvió entre sus brazos dándole algunas palmadas en la espalda.

Minseo, aprovechando que el chico estaba distraído, poco a poco fue juntando las cosas que tenía a su alrededor y se levantaba despacio para no ser vista por aquel par de personas que quería evitar a toda costa, pero al parecer sus movimientos sigilosos no sirvieron de nada.

– ¿Minseo? –escuchó que le decía el chico con esa voz chillona tan característica.

– Hola –saludó ella desde lejos y luego susurro–, adiós.

– Pero espera...

Pero la chica simplemente dio media vuelta y comenzó a caminar a paso apresurado para volver a su hogar. ¿De todos los lugares que habían justo allí se lo tenía que encontrar? Sentía que su mundo no quería cooperar con ella para nada.Su teléfono comenzó a vibrar en ese momento, trayéndola de nuevo al planeta de aquellos divagues que hacía su mente cuando pensaba en aquel muchacho que había conocido la noche anterior. Sacó el aparato de su bolsillo y vio que se trataba de su casi segundo hermano y entrenador. Suspiró porque sabía que el amigo de su hermano le iba a dar una buena regañina por haberse perdido el entrenamiento a pocos días de una competencia realmente importante.

– ¿Hola? –contestó con miedo.

– Te has perdido el entrenamiento.

– Lo sé, pasa que anoche...

– Tu hermano me ha dicho que saliste de fiesta y te emborrachaste y por eso te quedaste dormida en casa de tu amiga, dime una cosa, Minseo, ¿esas son conductas de una deportista profesional?

– No –susurró ella entre dientes.

– Sabiendo que lo que has hecho está mal, tu castigo será realizar el doble de entrenamiento mañana así que más te vale que te vayas a dormir ahora mismo para que puedas descansar, mañana te espera un día muy duro.

Y colgó luego de aquella amenaza. Entre él y su hermano iban a terminar agotandola física y mentalmente. Sintió unos pasos rápidos detrás de ella, alguien iba corriendo en su dirección y sus reflejos fueron más rápidos que sus pensamientos, puesto que al sentir la mano en su hombro derecho, la agarró y derribó por sobre su cuerpo al extraño que la había tocado, encontrándose con un Baek sorprendido y dolorido en el suelo.

– Oh por dios, lo siento tanto –se disculpó ella avergonzada.

– No te... preocupes...

– No vuelvas a hacer eso conmigo –le volvió a decir ella regañándolo al mismo tiempo que lo ayudaba a pararse.

– Lo prometo –dijo todavía quejándose–. Venía gritando tu nombre pero no me escuchabas

– Estaba hablando por teléfono.

– ¿Por qué te has ido así de la nada? Ni siquiera me diste tiempo de... –pero ella lo cortó.

– ¿De qué? ¿De volver a pedir mi número?

– Si, es el destino quien nos quiere juntos.

– Lo siento, Baekhyun, pero no creo en el destino –le sonrió ella, para volver a darse la vuelta e intentar irse.

– Si volvemos a encontrarnos por tercera vez me debes una cita –comentó él de manera graciosa.

– Sigue soñando, guapo.

24/7 |Baekhyun| {Cypher#1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora