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El sonido de voces a mi alrededor fueron la razón de que me despertara de a poco. Mi cuerpo dolía. Como los mil infiernos. Mi garganta ardía también. Tosí y no me sorprendí cuando escupí un poco de mi sangre color negra. Maldije. 

—Oye, no te presiones —la voz ronca y preocupada de Yoongi se hizo presente —. Probablemete Cálico haya adelantado su semana, te he traído un poco de sangre del hospital. Lo siento, no encontré AB-. 

Negué con la cabeza, aún sin poder emitir alguna palabra o poder ver bien. Gruñí de nuevo. Me sentía mareado. Todo me daba vueltas. 

—Debe estar débil, hyung —a lo lejos escuché a Jungkook hablar de manera seria —. No eran balas normales, eran de plata con verbena. Me sorprende que no se le hayan desgarrado los músculos. Pero supongo que es por eso que el demonio apareció, de lo contrario tu novio estaría muerto. 

—Ni aún con esas podrías follarte a... —mi voz se escuchaba completamente ronca y áspera. Me dolió demasiado haber hablado, sin mencionar de todo lo que me costó, pero la mirada que Jungkook debía tener, me hacía sentir mejor. 

Poco a poco mi visión dejaba de ser borrosa, podía ver mejor a Yoongi, quien me miraba completamente preocupado. Podía notar que se encontraba mucho más pálido de lo normal y que no había dormido en toda la noche o por lo menos todo el tiempo que pasé inconsciente. 

—Te hubieras quedado dormido, mejor —bramó Jungkook lejos de nosotros, tal vez a un par de metros. Miraba su silueta recargada en la encimera de la cocina. Joder, que seguimos en la cocina

Yoongi gruñó en su dirección, antes de peinar mi cabello hacia atrás y ayudarme a sentar mejor —. Despacio, las heridas no han sanado. Creo que tomarán un poco más de tiempo. 

—No sanarán si sigo así de débil —respondió Cálico, algo me decía que mis ojos seguían siendo carmín. ¿Podrías ser amable por un momento? —. Escuché que dijiste que trajiste sangre. 

El mayor asintió —. Sí, aquí, toma. 

Sin mediar palabra alguna, Cálido tomó el control de mi cuerpo y tomó una de las bolsas que Yoongi nos había tendido. Ambos bebimos como si nuestra vida dependiera de ello. No era AB-, pero sí podía diferenciar el A+ —. Más. 

Mi ronca petición hizo que el cazador que estaba frente a mí me lanzara otra bolsa y sin mediarnos la bebimos de la misma manera. No fue hasta la cuarta bolsa que nos sentimos mejor. Finalmente pude relajarme, cerrando los ojos y recargando mi peso en uno de mis brazos. Un gemido de placer brotó de mis labios. 

Pronto sentí cómo alguien pasaba sus pulgares por las comisuras de mis labios y no necesité abrir los ojos para saber que se trataba de Yoongi, una sonrisa creció en mis labios —. Taehyung está en la sala, tuve que darle un calmante para hacerlo dormir. 

Fruncí el ceño antes de abrir los ojos —. Él vio mis ojos. 

—Y también vio la manera en que tu lado demoniaco salía mientras te curábamos, maldito malagradecido —habló Jungkook acercándose y tomando las bolsas vacías de sangre —. No sé cómo es que duró tanto tiempo parado, se veía mucho más pálido que Yoongi hyung, podría decir que amarillo. 

—No sé de dónde demonios salió —hablé intentando bajarme de la mesa, Yoongi me ayudó y yo gruñí un poco —. El auto que nos siguió, ¿crees que hayan sido los mismos? 

Él se encogió de hombros —. Puede ser, no creo que hayas tenido la pésima mala suerte de reunir a más de dos clanes de cazadores y que hayan decidido atacarte al mismo tiempo. ¿Tienes enemigos? 

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⏰ Última actualización: May 29, 2020 ⏰

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