📖 CAPÍTULO - 11

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Luego de que Gilian se marchó, se instauró un ambiente pesado entre Evelyn y los tres jóvenes, donde reinaba el silencio y ninguno se sentía cómodo como para verse directamente a los ojos.

Leo y Connor estaban irritados por la forma de actuar de Gilian. Ambos se esperanzaron al ver que la pareja de vampiros tomaba con agrado y entusiasmo la noticia sobre la naturaleza híbrida de Aiden. Creían que de ese modo les resultaría más fácil comunicarles que los dos eran destinados del pelinegro. Pero no, todo se había ido a la mismísima mierda luego de que el menor comenzara a hablar.

Evelyn se encontraba avergonzada por lo mismo. Su esposo podía pensar muchas cosas, al igual que muchas de ellas se las comunicaba ya sea para informarla, pedirle su opinión o consejo, pero sabía mantener la calma ante cualquier inconveniente o desagrado. Bueno, siempre y cuando no fuera algo que tuviera que ver con los Grafton. Ni ella entendía ese odio que les tenía.

Por otra parte, Aiden se sentía triste ante tal rechazo. Él siempre fue un chico tranquilo, nunca dio problemas ni a sus familiares ni a ninguna persona de las que lo rodeaba, dado que con su personalidad se sabía ganar a las personas, un buen ejemplo era su nuevo colegio. Se había percatado de la forma de actuar de muchas chicas y fácilmente se dio cuenta de las cosas que pasaban por sus mentes cuando lo vieron, como también se dio cuenta de que a muchas no les agrado la forma en que llamaba la atención de la mayoría de los varones, mas se supo ganar la simpatía de cada una de ellas con las que tuvo la oportunidad de cruzar palabra. Sin embargo, con el señor Gilian era diferente, esta situación iba más allá de él, ya que el vampiro mayor lo estaba rechazando por ser un licántropo, sobre todo por pertenecer a la familia Grafton, no por su personalidad. ¡Qué va!, si ni siquiera le había dado la oportunidad de que se conocieran, es más, no lo dejó ni concluir lo que le estaba diciendo.

—Ahora si nos marchamos —rompió el silencio Connor al sentir por medio de su enlace el estado anímico de su pareja—. Fue un gusto conocerla señora Evelyn.

—¡¿Qué?! ¡¿Ya se van?! —exclamó la mujer, que salió de su abstraído estado al escuchar la voz de Connor—. Lo siento tanto por el comportamiento de mi esposo, sobre todo por cómo te trato a ti, Aiden —agregó mientras tomaba las manos del pelinegro—. Y para aclarar, no me retracto de lo que dije sobre ti Connor, me agrada que seas cercano a mi hijo, y tu Aiden se nota que eres un chico sin igual, me encantaría poder conocerlos más. ¡Ah! Y déjenme decirles que hacen una hermosa pareja y...

Leo posó su mano en el hombro de su madre para llamar su atención y vio como el pelinegro se ruborizaba y agachaba la cabeza tímidamente por su interrupción ante lo dicho por la mayor. Fue gracias a esa reacción que pudo suponer que Aiden se había dado cuenta de su disgusto.

Para él, todo lo que dijo su madre iba bien hasta que comentó eso último. Sabía que tarde o temprano tenía que informarle a ella y a su padre que él y Aiden también eran destinados y esperaba que fuera más temprano que tarde. Tenía que relacionarse con ellos... No, quería relacionarse con ellos, sobre todo con Aiden y lo quería hacer libremente, no teniendo que verlos a escondidas por problemas del pasado entre su clan y la manada de lobos. Además, había sentido una pequeña molestia en el pecho al oír la animada voz de su madre decir que Aiden y Connor "hacían una hermosa pareja". Era estúpido que algo así lo molestara o sintiera celos, ya que ella no sabía nada, pero le encantaría que Evelyn, que era el ser que más quería en el mundo, lo elogiara de la misma forma a él y a su pareja, que también resultaba ser Aiden. Temía profundamente que por la condición en la que se encontraban los tres jóvenes, no le pareciera correcto y en consecuencia no los apoyara, así que prefería que mantuviera sus comentarios para ella si es que los tenía, antes de decir algo que pudiera empeorar las cosas al momento de que supiera la verdad, ya que en ese minuto se la estaban ocultando.

Dos lazos para un híbridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora