Soy un príncipe

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Desperté pensando que sería un día productivo, y lo fue, me puse pensar tanto en mi vida que reflexioné sobre algunas cosas que he hecho... comencé sintiéndome triste, porque así comienzo muchas cosas, incluso ésta colección de historias tuvo de ésta forma sus inicios. Pienso que soy un príncipe en mi propio cuento de hadas, en mi castillo, con un dragón llamado "disforia", me enredo entre sábanas y pienso que así luzco mucho mejor,o al menos así es como vivía ántes, tapando espejos y ocultando mu rostro entre maquillaje porque, "no soy en chico que desearía ser". En éstos días he tenido mucho más tiempo de pensar sobre ese tema, y llegué a la conclusión de que si no lo soy, es porque no quiero, y no digo que no lo sea porque no hago una super dieta, no me esmero ejercitándome, o no guardo dinero para que me hagan una cirujía, lo digo más bien porque no me he aceptado y amado... entiendo que quiero si es posible mejorar, pero debo gritarme

ÉSTO SOY Y ASÍ ME GUSTO

Cuesta mucho, más cuando te encuentras en un cuerpo que casi no tiene alguna cosa que te llame la atención. Si me hubieran preguntado hace unos meses, "¿Qué te gusta de tu cuerpo?", seguro me detendría viendo a la nada, apretaría mis labios, y luego de unos largos respondería "creo que... mis hombros", hoy despertando, acomodé unos cuantos cabellos que se encontraban sobre mis ojos, me miré firmemente en el espejo frente a la cama y cuestioné "¿Qué te gusta de tu cuerpo, Ren?", sonreí de inmediato y  respondí algo avergonzado "Mis hombros son realmente lindos, también me gustan mis pies, son algo largos y tienen algunas venas marcadas, realmente adoro mis nudillos, últimamente se marcan en ellos pequeñas venas, en general creo que tengo unas manos lindas que me gustaría ponto se marcaran, mi cuello es ancho y estilizado, mis ojos lucen adorables al sonreír y cuando bailo, mis pierna lucen bastante bien, soy un chico apuesto, hay mejores que yo, pero puedo un día estar a su par". Detuve el momento emocional lindo y me dirigí a desayunar, creo que ya era algo tarde pero bueno, lo que importa es estar sano. 
Mas tarde, mientras iba a hacer entregas, porque soy un chico que reparte su trabajo solo, me seguí cuestionando cosas de mi existir, pensé que realmente soy muy romántico, y que doy todo de mí porque al momento que lo hago, siento que esa persona de alguna forma lo merece, ya sea por estar ahí conmigo, porque me hace pasar buenos ratos, o porque agradezco lo que me muestra de la vida. Y así como soy un romántico, también soy un chico que se ilusiona con facilidad, que cree en los sueños y pone todo de sí para que algún día se hagan realidad, y si bien... muchas cosas, relaciones y ciclos no han tenido un final apropiado, cuando tocan algo de mi, perdura sin importar qué. Lloré un poco, recordé a esa mujer que extraño hace 13 años, dolía no tenerla aquí para cantarme y decir que me quiere, pensé por un momento cuando me dijo "Soy muy viejita cariño, así que cuando encuentres a alguien que te ame tanto como yo, dale éste beso de mi parte", oh dios... cuan equivocado estaba, me derrumbé y ahí quedó la sonrisa que había cosechado en la mañana, he vivido tánto tiempo necesitando ser amado, que nunca compredí que ella estaba entregando ese beso a mi yo del futuro, que quien debía amarme de esa increíble manera, no era nadie más que yo mismo, abracé la foto de mi persona especial junto con la de aquella sabia mujer, y soplé a la luna

Perdón mi dulce señora, creo que alguien ,además de ti, me amó de esa forma antes que yo.

Brillé preciosamente, y solo escribí  "Ojalá estuvieras aquí para decirme que éste tonto trabajo saldrá bien, y que mis ideas son buenas..." Luego solo me senté en el cómodo cojín dónde alguna vez grabé una caja blanca llena de fotos, un pastel que no se come, y cartas que informan sentires, me senté a esperar, y mientras tánto, ordené un té de frutos rojos, con el frapuccino de cada día especial. 

Señorita por favor, sirva el té cuando vea a la segunda persona que más me ama en éste mundo pasar por la puerta de éste lugar, con aquella sonrisa que me enamora; porque la primera soy yo. 

Cosmos: El chico de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora