Capítulo13

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Se encuentra reunida toda la orden así como los profesores y algunos de los alumnos que han decidido despedirse de los miembros que partirán. Una de las que está presente para despedirse es Samantha quien no para de llorar ya que su buena amiga Gen tendrá que irse por unos meses, junto a ella se encuentran Dan y Charlotte.

Los integrantes de la orden que se han ofrecido como voluntarios para la misión ya se encuentran presentes y con ellos bolsas enormes repletas de sus pertenencias, éstas reposan frente a ellos a sus pies. Todos aguardan a que llegue la profesora Nan quien es un tanto seria a la vez que malhumorada, en ocasiones da la impresión de que nadie le agrada. Ella es una de las profesoras más severas de la fortaleza.

—Reúnan su equipaje, todo junto, de prisa- dice la profesora una vez aparece y todos obedecen de inmediato, apenas terminar de colocar las bolsas una junto a la otra, la profesora recita un encantamiento —¡Mínima mutatio!-.

Al instante las bolsas se hacen tan diminutas como el tamaño de una oliva. Una vez realizado el encantamiento las bolsas son tomadas y entregadas a Elice quien lleva un bolso de piel colgando de su cadera y es ahí donde introduce las bolsas miniatura para que sea más sencillo llevarlas con ellos. Sefield está bastante impresionado, el acto le parece de lo más ingenioso y conveniente.

—Bueno, como todos sabemos esta misión es de gran importancia así que les explicaré en qué consiste- dice el gran maestro al aparecer, carraspeando para llamar la atención de los presentes. —Primero, la razón de esta misión es porque necesitamos reunir una lista de materiales únicos, difíciles de conseguir. Nombraré el listado; primero necesitamos una rama del árbol del cual Moisés tomó su vara y con la que pudo canalizar los diez elementos, fue la misma con la que pudo crear los diez prodigios.

Explicó el gran maestro. Todos esperaban en silencio escuchando con atención pues era sumamente importante que fueran conscientes de lo que iban buscando.

—Además de que el árbol de donde proviene la rama que buscarán tiene la bendición de Dios aquí en la Tierra se cree que es el mismo de donde salió la propia vara de Aarón. Como ya habrán notado, necesitamos un pedazo de ese árbol. Lo siguiente que necesitaremos es la gema núcleo que usó y cargó con sabiduría el mago supremo Mediv la cual se encuentra sepultada con él. Sin embargo su tumba está llena de trampas y protecciones que no serán fáciles de romper ya que la mayoría de ellas fueron creadas por él mismo.

Mientras explica es evidente que cada objeto supondrá un reto complicado y por tanto más peligroso que el anterior. Nadie pronuncia palabra mientras el gran maestro sigue hablando con calma.

—El tercero es un anillo aliento de fuego, Sefield se encargará de pedirle al dragón que preste su propio aliento para forjarlo mientras el mismo Sefield será quien le dé forma. También necesitamos encontrar por lo menos catorce gemas catalizadoras ya que se tomará un fragmento de cada una de ellas. Y por último, cuatro anillos celestiales pero de esa tarea se encargará únicamente Sefield una vez que regresen. Todos tienen que tener mucha precaución. El lugar en donde se encuentra el árbol que buscamos está en territorio enemigo, a mi parecer debe ser el último lugar a donde vayan. Cualquier cosa salga mal deberan regresar de inmediato.

Cuando el gran maestro está por terminar, Bastet se postra frente a él.

—Por favor, gran maestro, permítame ir con ellos.

El hombre le dirige una mirada como si examinara su ser ya que Bastet es conocida por dos razones, tiene dos grandes poderes sumamente útiles. El primero es su habilidad para dar premoniciones muy acertadas, rara vez falla cuando se trata de esto y el segundo, su capacidad para crear ondas eléctricas capaces de atacar tanto humanos como demonios. Si el corazón del portador es bueno y puro, sus ondas lo llenan de energía, en cambio si es malo y podrido lo aniquilan. Se le considera una hechicera diestra a la hora de actuar.

No es el tipo de persona que cambia de parecer y durante las votaciones no se había ofrecido a acompañar al grupo de voluntarios por lo que para el gran maestro era evidente que su repentino cambio se debía a algo relacionado con su primer habilidad. O tal vez había visto algo que la había hecho cambiar de opinión. Ahora serían más miembros involucrados pero de cierta manera también era un alivio si una hechicera como Bastet se unía a la misión, sin duda sus habilidades resultarían de gran ayuda y los mantendría siempre llenos de energía.

—De acuerdo, hija. Pero ¿dónde están tus pertenencias para este viaje?- responde el gran maestro.

Bastet se pone en pie tras escuchar esto y lanza un paquete hacia Elice quien lo atrapa en el aire, se trata de una bolsa parecida a las de ellos, ya reducida y del mismo tamaño diminuto.

—Buena fortuna para todos ustedes, hijos e hijas. Por favor regresen a salvo. Recuerden que la misión es de suma importancia pero de igual manera lo es su vida, no olviden que son una familia y en las familias se cuidan unos a otros. Recomiendo que la vara la dejen para el final ya que, como dije, el árbol se encuentra en territorio enemigos, considero que deberían iniciar por el galo donde yace el cuerpo del mago supremo Mediv justo en la montaña negra. Pero tienen que tener mucha precaución ya que no fue cualquier tipo quien colocó las trampas en el lugar así que les deseo buena fortuna, yo he estado en el territorio celta puedo transportarlos lo más cerca posible del galo, a partir de ahí tendrán que ir a pie.

El gran maestro les da un tiempo para despedirse. Samantha quien aún se encuentra rompiendo en llanto intenta convencer a Gen para que le pida al gran maestro que la deje acompañarla en su viaje, sin embargo Gen simplemente menea la cabeza de un lado y del otro en gesto negativo para hacerle saber que no podía hacer tal cosa como ponerla en peligro. Finalmente Samantha se resigna y le da un fuerte abrazo.

—No vayas a morir sin haberme dicho qué es lo que te traes con Sefield- le advierte Samantha, hablando en su oído —no creas que se me olvida ni por un segundo así que cuídate y vuelve en una sola pieza.

Al terminar Samantha, se acercan Dan y Charlotte. A pesar de que las cosas no habían iniciado muy bien con el primero de ellos, Dan parece estimarla así que simplemente le da una mueca para desearle suerte. Charlotte en cambio la toma de la mano.

—Aprende todo lo que puedas porque estaré contigo en la próxima misión siendo un miembro más de la orden- advierte y le da un beso en la mejilla —hasta luego- dice antes de dirigirse hacia Sefield a quien le da un apretón de mano. —Cuida de ella- le pide, apuntando hacia su nueva amiga.

—No te preocupes, ella estará bien- responde Sefield con una sonrisa.

Los otros miembros de la orden de igual manera se despiden. De entre todos ellos Alec no muestra mucho interés pero de todos modos está ahí para despedirse de sus compañeros, su mirada se encuentra sobre Bastet observándola con gesto serio ya que no logra entender el porqué de su cambio tan repentino. Todos la conocen bien, si ella había saltado al barco es porque sabía que algo podía hundirlo e intentaría impedirlo. Alec solo espera que no intente hacerlo ella sola y arriesgue su vida tratando por lo que mientras sigue observándola, la apunta con los dedos haciendo un ademán de advertencia. Ella simplemente le tira un beso. Desde que era estudiante Alec siempre ha estado enamorado de Bastet así como Vincent lo ha estado de Elice pero ninguno de los dos lo ha mencionado. No lo demuestra pero su corazón da tremendas palpitaciones sabiendo que se va y que él no estaría allí para protegerla.

Sin pensarlo ni un segundo se acerca a ella, cortando entre su dedo índice y pulgar antes de extender su mano, mostrando las gotas de sangre que caen.

—¿En serio Alec?- pregunta Bastet.

—Claro. Apresúrate.

Bastet hace lo mismo y coloca su mano junto a la de Alec haciendo que su sangre se mezcle con la del otro y rápidamente hacen un pacto de sangre. Se logra ver el pentagrama de sellado a sus pies mientras se lleva a cabo el pacto ya mencionado. Al terminar se abrazan.

—Así es como tiene que ser para estar tranquilo- menciona Alec para luego darse vuelta y marcharse —buena fortuna para todos.

De pronto los voluntarios se toman de las manos y el gran maestro los transporta todos juntos hasta donde tiempo atrás fuera territorio celta tan solo dejando polvo donde antes estaban sus cuerpos.

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