Capítulo 8

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El cielo se ve hermoso repleto de estrellas. La forma en la que se aclara paulatinamente hasta llegar al alba es un espectáculo digno de admirar. Y aquel frío delicioso que acompaña la brisa que llega desde los ríos cercanos. Sefield se encuentra disfrutando del paisaje hasta que escucha unos pasos sigilosos.

—Llegas temprano, mi alumno. El día de hoy tendremos que salir de la fortaleza así que por favor sujétate de mi hombro, viajaremos por medio de un conjuro teletransportador. Lo único que tienes que hacer es sujetarte firmemente y no soltarte porque si lo haces regresarás aquí pero serás golpeado por la brecha dimensional. En pocas palabras, no es bueno volver sin guía y una cosa más, este conjuro sólo puede emplearse en lugares que ya hayas visto o en los que ya hayas estado previamente- explica el gran maestro al llegar.

—De acuerdo, maestro- asiente Sefield en acuerdo antes de colocar su mano sobre el hombro del gran maestro como éste le había explicado antes, sujetándose firmemente a él.

En segundos, parecen ser absorbidos por un pequeño agujero que aparece de la nada llevandoselos en forma de espiral hasta que lo único que queda es humo y polvo. Los pasos apresurados de alguien al correr se escucha junto al sonido de una respiración entrecortada y entonces un lamento.

—Llegue demasiado tarde- se queja Gen con un gesto triste en su rostro —esperaba poder despedirme de él- menciona con un largo suspiro —está bien, lo veré por la tarde-.

A lo lejos se ve como salen todos los alumnos vestidos con ropa similar, pantalón y camisa de manta blancos, los pocos con vestimentas de color negro son los maestros quienes ponen orden entre los alumnos. Se empiezan a dividir en grupos de aproximadamente veinte y en cada uno de esos grupos los maestros comienzan a crear cubos protectores como en el que se habían enfrentado Abasi y Sefield el día anterior.

Una de las chicas que se encuentra en los grupos alza la mano llamando a Gen desde la distancia insistentemente sin cesar y ésta última se dirige hacia el lugar apresurando sus zancadas. Al llegar al lugar Gen saluda a la chica que estaba esperándola.

—Hola, Samantha ¿cómo estás?

Se trata de una chica de alrededor de 18 años al igual que Gen, de cabellera rubia y ojos cafés, de tez clara y más alta que Gen.

—Cuéntamelo todo ¿quién es él y qué clase de romance se traen?- pregunta Samantha rápidamente.

—Nada de romance, sólo me ha pedido que tenga un hijo de él- responde Gen a su vez.

—¿Qué queeeee?- replica Samantha.

—No puedo contarte todos los detalles por ahora.

—Pero lo harás- insiste Samantha, riendo.

—De acuerdo, si no, no podré quitarte de encima de mi- acepta Gen.

—¿Y es verdad que es tan poderosos como un miembro de la orden?

—Yo creo que incluso más fuerte que ellos. Pero fuera de aquí hay seres horribles y muy poderosos, tanto como los miembros de la orden. Los he visto con mis propios ojos, son terribles, casi muero pero Sefield salvó mi vida.

—Creo que estás enamorada.

De pronto son interrumpidas por una voz autoritaria proveniente del profesor.

—Niñas, concéntrese- ordena.

—Si, profesor Raven- dice Gen en dirección al hombre de cabellera negra acomodada hacia atrás con un par de espejuelos redondos vestido completamente de negro. Su nariz es larga y lleva una varita con catalizador rojo en la parte de atrás de la misma.

Las dos chicas rápidamente se incorporan a uno de los grupos donde había dieciocho personas esperando a que su cubo fuera terminado. Todos se ven algo ansiosos pero hay uno en especial que no le quita la vista de encima a Gen. Es una mirada muy cercana a una de odio, frunce las cejas y entre cerra los ojos apretando sus labios. Es una mirada tan fija que logra incomodar a Gen hasta que hay una reacción por parte de ella.

—¿Qué es lo que tanto me ves, Dan?- cuestiona.

Dan es un tipo alto con pinta atemorizante, su cabello rapado en los costados pero lo suficientemente largo del centro como para que sea capaz de caer por un lado. Es fornido, de cara un tanto larga y mirada intimidante.

—Creo que no es verdad que enfrentaste a los de la orden y no creo siquiera que tengas las agallas de enfrentar a nadie. Y se rumora que tú eres o serás la bruja más poderosa de nuestra generación- responde Dan, soltando una carcajada —te quiero mostrar quién es tu superior.

—Tranquilos, Dan no quiero que causen problemas, saben que están prohibido los enfrentamientos fuera del cubo de protección- interviene el profesor.

—Pero para eso estamos aquí, podremos tener un duelo ya que hay supervisión y un cubo protector- insiste Dan.

—Claro que no, están aquí para aprender y la clase de hoy no tiene nada que ver con los duelos así que tranquilizate- ordena el profesor.

—¡Blaaa! Ya te llegará el momento, Gen

Ella no responde ni una sola palabra pero lo observa mientras la idea de estrenar su nuevo catalizador se le cruza por la mente. Una vez hecho el cubo, el profesor Raven vuelve a hablar.

—Sientense todos alrededor del cubo y presten atención. La clase del día de hoy será el conjuro repelio, éste se utiliza todo el tiempo en los combates para poder repeler los ataques mágicos de cualquier tipo, incluso los mortales. Es una muy importante ya que si no lo dominaran morirían con facilidad así que presten atención porque de esta clase dependerá su vida en un futuro- explica el profesor. —Muy bien, por último voy a necesitar a tres personas que me ayuden en la demostración, atacandome. Los dejaré que ustedes elijan quienes me ayudará-.

Sin pensarlo un segundo, Dan alza la mano para ofrecerse como candidato para ayudar al profesor Raven en la clase. En seguida alza la mano una chica rubia de cabellera rizada con ojos verdes muy vívidos y estatura media y aparentemente muy popular ya que en cuanto levanta la mano la clase se emociona y algunas hasta sueltan unos pocos gritos en señal de emoción al verla participar. La chica corresponde al nombre de Charlotte y el motivo por el que es tan popular es simple, ella es una bruja excepcional además de ser la hermana menor de Amelia, una de las miembros de la orden. Tiene un futuro prometedor.

Ambos, Dan y Charlotte se introducen al cubo mágico donde esperaba el profesor Raven. Charlotte es la primera en pasar al interior y antes de que Dan de un paso al interior voltea a ver a la pequeña Gen y le dice con desgano; —¿Qué no piensas venir, cobarde? ¿o sólo son habladurías las que se rumoran de ti? Demuestranos el poder de la bruja más poderosa que habrá en los alrededores.

Gen permanece en silencio y agacha la mirada. De pronto todos los integrantes de su grupo y los grupos cercanos giran en dirección a espaldas de Gen a lo que ella rápidamente voltea para ver qué sucede. Para su sorpresa, dos integrantes de la orden se encuentran presentes. Se escucha una voz aterciopelada que ella ya había escuchado antes y con las mismas palabras.

—¿Qué esperas, enana? Entra y demuéstrale a ese mequetrefe de qué estás hecha- dice Vincent.

Gen dirige su mirada hacia Elise quien la observa y hace un ademán con la cabeza, indicándole que entre al cubo.

—Demonios, está bien, es buen momento para probar mi nuevo catalizador- exclama Gen y se levanta rápidamente para entrar al cubo.

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