Ya han pasado varias semanas desde que los miembros de la orden decidieron enseñarles el encantamiento a Sefield y Gen y ya que ambos son sumamente poderosos sería suficiente para lograr deshacer el hechizo en el que han quedado atrapados. Habían quedado aún más sorprendidos ya que Abayomi intentó transportarse para pedir asesoría del gran maestro y no fue capaz de usar el hechizo transportador por lo cual estaban totalmente atrapados. La única opción es superar aquel hechizo y esperar que los siguientes no fueran así de poderosos ya que Sefield estaba temiendo perder tanto tiempo en buscar los sortilegios y ni siquiera han encontrado el primero y ya han perdido varios meses. Es esencial que logren hacerlo más rápidamente.
Gen se encuentra sentada sobre un pequeño bulto de nieve muy pensativamente, su cara parece un poco perdida al igual que sus ojos y se logra escuchar su respiración, cada vez que exhala sale un brote de humo que se genera del aire proveniente de sus pulmones al contacto con el aire frío. Permanece así hasta que se pone en pie.
—¡Estoy lista!- grita a sus compañeros quienes de inmediato se ponen en pie igualmente y forman un círculo.
Todos levantan las manos al cielo nuevamente gritando de manera uniforme.
—¡Manifestum est maximum!
De cada uno de ellos sale un poderoso rayo de luz y en cuanto toca el cielo abren sus manos tratando de abrir una brecha. En esta ocasión el cielo se estremece y emerge una ráfaga de viento y al instante aquel cielo es despejado y para sorpresa de todos se dan cuenta de que habían estado dando vueltas en aquel bucle ya que al parecer habían alcanzado la cima de la montaña hacia semanas.
Cuando voltean al frente ven la entrada de una cueva en donde se encuentran las estatuas de dos magos a cada lado. Estas estatuas mantienen las manos extendidas formando un arco que marca la entrada de la cueva. Sin perder el tiempo el grupo se dirige en esa dirección sin embargo en esta ocasión lo hacen de manera más precavida pues no quieren caer de nueva cuenta en las trampas de Medivh.
Avanzan hasta llegar a un muro en donde encuentran inscripciones algo extrañas. Se trata de símbolos.
—Los símbolos de los diez elementos- menciona Sefield tras un instante —fuego, agua, tierra, aire, oscuridad, luz, hielo, planta, psíquico, electricidad.
También se encuentra un pentagrama frente a los símbolos ubicado al centro del suelo.
—Creo que sé lo que tenemos que hacer- dice Abasi y de inmediato su joya en el pecho resplandece y lanza un poderoso ataque de energía oscura, es entonces que el símbolo de la oscuridad se enciende.
Todos se sorprenden pero rápidamente el brillo vuelve a abandonarlo y se convierte en roca sólida.
—Creo que se tienen que hacer los diez elementos a la vez- comenta Vincent —intentemoslo todos juntos.
Abasi obedece usando su elemento primordial que es la oscuridad pero toma parte de su energía para encender también el de electricidad, Gen utiliza fuego y tierra. Bastet usa el psíquico, Elice aire y planta, Abayomi utiliza el agua, Vincent utiliza hielo mientras Sefield usa luz. Todos aquellos símbolos se encienden pero no sucede nada hasta que Elice golpea una de las paredes de la cueva.
—No puede ser, hemos llegado tan lejos como para quedar atascados aquí y no sabemos siquiera cómo salir de esta trampa- dice Elice.
Todos se sientan para pensar con calma en silencio absoluto hasta que Bastet se levanta del lugar en donde se encontraba sentada y se coloca justo en el pentagrama que se encuentra en el suelo.
—El mago supremo poseedor y usuario de todos los elementos ¿cierto? entonces eso es, un solo individuo debe usar los diez elementos o no funcionará- señala Bastet.
ESTÁS LEYENDO
El Mago
AdventureEsta es la historia de Merlín, el mago más poderoso de todos los tiempos, contada desde un punto de vista jamás explorado. Donde nos muestra cómo un ser celestial y un humano se pueden amar tanto hasta el extremo de querer vivir por siempre, no impo...