Capitulo 3

44 10 1
                                    

Se escucha el crujir de las ramas de roble al caminar en aquella noche obscura y fría. El bosque se ha vuelto poco a poco más espeso y oscuro conforme avanza por lo que sigue caminando toda la noche y ya casi hasta que la mañana está cerca se cruza con una manada de lobos. Las criaturas al verlo simplemente emiten un gemido de respeto por el alfa que está frente a ellos. Metatrón sigue avanzando cuando de pronto casi corre al ver una cabaña y su rostro se ilumina de felicidad la cual desaparece rápidamente al adentrarse y ver que está completamente vacía.

—No puede ser. Ella está aquí muy cerca puedo sentirla, no puedo equivocarme sé que está aquí- exclama en alto.

Al cerrar la puerta se da vuelta y sigue por el bosque que ya no tiene caminos y le toca andar entre robles y fresnos hasta que el amanecer empieza a alcanzarlo y los primeros rayos del sol se alzan. Es entonces que logra ver otra choza hecha de madera muy antigua y ramajes. Al momento de acercarse se percata de que hay una barrera protectora pero él logra adentrarse sin ningún problema, la barrera no lo repele. Al abrir la puerta entra y encuentra una pila de pieles de diversos animales así como una chimenea y un caldero. La casa está completamente vacía lo que le causa un poco de angustia. Se da la vuelta y sale del lugar nuevamente.

—Uno- dice y al momento cae una marea de fuego sobre él que llega desde una silueta que se encuentra flotando por encima de él como si volara, rodeada de un aura carmesí tan solo se escucha el sonar de las llamaradas calcinando todo a su paso.

Sin embargo Metatrón detiene el ataque con una especie de pentagrama protector. Al caer la silueta y empezar a disminuir las llamas logra ver a una mujercilla de estatura media, delgada y despeinada vestida completamente de negro, de ojos cafés y piel muy clara que empieza a gritarle, es bastante ruidosa en realidad.

—¡¿Qué demonios haces en mi casa?!

A su vez, Metatron logra ver como su aura cambia a un color amarillo claro y la ve sostener un báculo de roble con una piedra en su punta. Entonces ella alza su mano izquierda generando un remolino que dentro de poco se convierte en un intenso tornado que va cortando todo a su paso con fuerza desgarradora. Pero Metatrón sigue en su pentagrama protector y solo escucha el rugir del viento. Debido al polvo y la tierra que se levantan logra perder de vista a la chica.

—Dos, tres- dice con calma y sonríe.

Cuando la nube de tierra baja de intensidad logra ver una enorme cascada de agua cayendo sobre él con tanta fuerza que si no estuviese protegido por su pentagrama muy seguramente habría terminado despedazado. Entonces observa cómo su aura pasa del azul al marrón.

—Cuatro- continúa diciendo.

De pronto un par de bloques de piedra aplastan el pentagrama de Metatrón. Al descender la chica pierde todo tipo de aura y cae agitada frente a él.

—¡Cobarde! ¿solo te protegerás?- le grita.

—Eres perfecta. Manejas cuatro elementos, sí que eres la bruja más poderosa de tu generación pero tienes razón, es una falta de respeto solo huir de tus ataques.

A lo que Metatron desactiva su pentagrama protector y al instante la chica es rodeada por un aura multicolor y se impulsa al frente hacia Metatron, agitando su báculo y lanzando una rafága de aire cuya fuerza y velocidad es tal que en lugar de ser un simple viento se transforma en un ataque de púas, tan afiladas como letales. Lanza su ataque en dirección a Metatrón antes de que ese mismo ataque se convierta en un torbellino de aire y llamas sofocantes que lo elevan y al caer es atrapado por una cúpula de agua controlada por la chica con el báculo en sus manos. Al ver la mirada seria de Metatron ella pierde el control y la cúpula se desmaterializa. Sin embargo para no perderlo, abre y cierra sus manos haciendo que dos bloques de piedra lo aplasten y es hasta entonces que cae de rodillas y observa aquellas rocas apiladas antes de sonreír.

El MagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora