Capítulo 9

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Roberto escucha murmullos a unos cuantos metros de el, abre los ojos y ve poco a poco como Barca y Juan le miran. Se siente extraño ¿qué tanto le miraba?

¿Tengo algo en la cara?- pregunta mirándoles.

Nada, solo te vemos- dice Juan.

Nuestros lobos dicen que eres omega- comenta Barca de golpe.

Eso hace que Roberto se paralice y que Juan quiera golpearlo por haber confesado aquello tan repentino.

¿Qq-qué?- pregunta nervioso mirándoles.

No es nada Roberto que debas preocuparte, son cosas de alfas- menciona Juan.

Roberto solo asiente y se voltea nuevamente dándoles la espalda, no quería verles ya que se pondría mas nervioso; Juan y Barca se miraban varias veces, sus vistas se posaron en el trasero de Roberto.

Grr- gruñe en bajo Barca.

Juan le mira incrédulo por aquel gruñido, este decidió no ver aquello que tenia en frente pero Barca no la apartaba para nada. Noto como las manos de Barca se movían rápidamente por encima de sus muslos.

¿Te pasa algo?- susurra en bajo hacia el.

No- dice serio sin dejar de mirar el trasero de Roberto.

“tiene un buen trasero, tan perfecto y redondo”

Dice el lobo de Barca, este le da razón con un asentimiento de cabeza, comienza a gruñir levemente haciendo que Juan le mire raro.

Barca detente junto a tu lobo- dice preocupado.

“mira su trasero, que ganas de marcarlo en esa parte”

Comenta de repente el lobo de Juan, este se sonroja por aquello ¿por qué tenia un lobo tan pervertido? Su lobo comenzaba rasguñar dentro de el, me molestaba esa sensación.

Mi lobo esta inquieto- susurra Juan.

El mío igual- gruñe Barca cerrando los puños.

Estos miran como Roberto se mueve haciendo que su trasero rebote un poco, ambos gruñen llamando su atención.

¿Pasa algo?- pregunta volteando se hacia ellos.

Estos niegan y deciden irse a sus habitaciones.

🕊

Eran las cuatro con treinta minutos de la tarde, sus otros amigos ya habían llegado, el que los recibió fue Juan, una vez dentro de la casa se comenzaron a saludar.

¡Tanto tiempo!- dice Mario a juan (guarnizo)

Compañero, tanto tiempo- responde juan.

Terminaron de saludarse hasta que Mario habla hacia Barca:

¿Y Víctor?- pregunta preocupado.

En su habitación, no a salido después de que desayuno- responde normal.

Mario asiente y mira de reojo Akim el cual había prestado atención a su conversación, este les dice que ira con el, camina hasta llegar frente a la puerta de su habitación, toca dos veces pero nada; cansado decide entrar encontrándose con Víctor leyendo en su cama.

¿Por qué no estas con todos afuera?-

Oh hola Mario, no te escuche, no quiero y ya- responde sin más.

Mario niega y se acerca hasta su cama no sin antes cerrar la puerta, suspira y habla:

Superalo- dice Mario.

Víctor deja el libro para verlo mal.

¿Crees que me encerré en mi cuarto sólo por qué esta Akim afuera?- pregunta ofendido.

Si...Víctor por favor, se que fue duro que te rechazara pero debes seguir adelante- dice preocupado.

Víctor suspira y le ve, era cierto, desde que lo rechazo no a podido superar aquello.

Para ti es fácil decirlo, tu tienes a Juan y eso que eres Beta- le mira mal.

Mario rueda los ojos cansado de que siempre le recordara aquello, era cierto, Mario era un beta igual que el. Por razones del destino el y Juan terminaron como pareja predestinada.

Sabes que, ya me canse de estarte aconsejando que lo superes para que ya no sufras, pero noooo...parece que te gusta sufrir y si eso quieres sufre, pero luego no vengas a mi arrepentido a querer contarme tus problemas- finaliza enojado saliendo de la habitación.

Víctor suspira y se queda en silencio por aquello, la había cagado, podía perder su amistad con Mario y todo por su culpa; decidió que ya era hora de superarlo y vencer sus miedos. Se paro de su cama y salio de la habitación dejándose ver a sus amigos.

¡Hasta que sales pinche marrana- dice Juan (juegajuegos) feliz.

Callate a la verga pinche cerda- responde de igual forma.

Víctor les saludo y sentía la mirada de  Akim sobre el, volteo para ver y efectivamente este le miraba. Este lo noto y rápidamente quito la mirada haciendo que Víctor sonriera un poco.

EL ÚNICO OMEGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora