El aristócrata [Eunhae +18]

Capítulo 9

Hae se quedó en silencio un momento, y luego asintió con su cabeza. Hyukjae le ayudó a ponerse de pie y tomó ambos vasos, le entregó el suyo a Hae y le ofreció su mano para caminar juntos. Hae sonrió frente al gesto y se tomaron de las manos, a lo que Hyuk le guió a su habitación, una vez allí, encendió unas velas y cerró la ventana, luego miró a Hae quien se había quedado de pie junto a la puerta y se acercó a él, dejando un corto beso en la mejilla.

- Voy a dejar la puerta cerrada, ¿Está bien? - preguntó Hyuk.

La única respuesta que obtuvo fue otro asentimiento de parte de Hae, quien sonrió y se sentó en el borde de la cama dejando su vaso en la pequeña mesita junto a esta. Hyukjae se sentó del otro lado de la cama y se recostó, invitando a Hae a hacerlo al lado suyo. Una vez que estuvieron los dos mirando el techo, lentamente Hyuk tomó la mano de Hae y comenzó a acariciarlo con un solo dedo.

Estuvieron así largos segundos, hasta que ambos, sin querer, se voltearon para mirar al otro.

- ¿Puedo preguntarte algo Hyuk? - dijo Hae en un susurro.

- Responderé todo lo que quieras de la manera más sincera - le respondió Hyuk mientras acariciaba su mejilla.

- ¿Tú... habías besado a alguien antes?

- No. Nunca lo había hecho, eres mi primer beso Hae. Siempre pensé en que mi primer beso sería con alguien que realmente me importara, alguien con quien quisiera pasar mis días y cuidar el resto de mi vida.

- ¿Y yo... yo soy esa persona? - preguntó Hae con algo de miedo de la respuesta.

- Sí Hae, eres alguien a quien quiero cuidar, llegar a conocer y me gusta estar contigo. No sé, cómo explicarlo, es algo, como un calor que surge de mi pecho, siento algo en mi estómago... ¿Me estoy volviendo loco?

- No Hyukjae - dijo Hae con una sonrisa en su rostro - no te estás volviendo loco. Mi mamá siempre me contó cuentos, sobre personas que se enamoraban, y deseaban cuidar del otro. Ella me dijo que cuando estás con la persona indicada, sientes mariposas en el estómago, y bueno... yo las siento contigo, por eso te pedí... te pedí que me besaras.

- Me alegra saber que no estoy loco - respondió Hyuk - pero más me alegra saber que estamos juntos con estas... sensaciones que no logro explicar, ¿me permitirías que vuelva a besarte?

Hae se acercó a Hyuk apoyándose en uno de sus codos, para poder besarle desde arriba. Así, juntaron sus labios de nuevo, en un beso que les llenó el pecho de alegría. Poco a poco el beso fue profundizado por ambos, mientras tímidamente comenzaban a acariciarse con sus manos. Hyuk tomó de la cintura a Hae y lo subió sobre su cadera, Hae posicionó cada rodilla a un costado de la cadera de Hyuk, para quedar cómodamente.

- No sé, que estamos haciendo - dijo Hae que apoyó su frente junto a la de Hyuk.

- Yo tampoco cariño, pero me hace sentir muy bien.

Hyukjae metió sus manos por debajo de la camisa de Hae, sintiendo su piel caliente y suave bajo su tacto, provocando un suave gemido en Hae.

- Hazlo de nuevo cariño - pidió Hyuk. 

Hae sin pensarlo mucho, dejó salir otro gemido cuando Hyuk enterró sus dedos en sus costillas. Todo se les hacía poco, por lo que volvieron a besarse, mientras con su mano libre, Hae soltaba los botones de la chaqueta de Hyuk. Lentamente entre besos y caricias ambos quedaron con su pecho desnudo. Hyuk empujó a Hae hasta dejarlo recostado en la cama, y comenzó a besar su cuello. Tiernos besos fueron regados por el pecho de Hae, mientras que de vez en cuando, Hyuk pasaba su lengua por la tierna piel provocando que Hae se afirmara de las sábanas de la cama.

Hyukjae estaba deleitándose con el cuerpo de Hae, hasta que llegó a uno de sus pezones, el cual lamió suavemente, y luego sopló la piel húmeda, repitió el proceso varias veces, sólo para oír la tierna voz de Hae pidiendo más. En un impulso que Hyuk no supo identificar, mordió suavemente el pezón.

Ambos jóvenes inexpertos exploraron el cuerpo del otro, rozando y besandose. Ambos querían más, querían llegar más lejos, pero no sabían qué hacer. Por lo que decidieron recostarse tranquilamente hundidos en los brazos del otro.

Hae se encontraba al borde del sueño, cuando sintió a Hyuk moverse en la cama.

- Lo lamento, pero este pantalón es demasiado incómodo para dormir - explicó Hyuk, mientras sacaba dos pantalones holgados - póntelo, dormirás mejor.

- Gracias Hyuk - dijo Hae - pero, no me mires, ¿ya?

Ambos hombres se voltearon en direcciones opuestas, para que ninguno viese al otro, una vez vestidos, se metieron a la cama y se abrazaron para compartir el calor de sus cuerpos. Hae apoyó la cabeza en el pecho de Hyuk, dejando su oído justo en el corazón de este. El sonido era relajante, y podía notar los cambios en el ritmo dependiendo de dónde le tocara. A medida que descendía por el estómago de Hyuk, los gemidos se hacían más fuertes, por lo que continuó sus caricias, metiendo la mano debajo de su pantalón.

Suavemente Hae tomó el miembro de Hyuk, y lo presionó moviendo su muñeca en un tranquilo vaivén, el corazón de Hyuk comenzó a palpitar fuertemente mientras más caricias le entregaba Hae. Estuvieron así varios minutos, Hae estaba perdido en las sensaciones y el poder que su mano y sus caricias ejercían en el palpitar del corazón de Hyuk. Poco a poco acrecentó el ritmo, logrando así que Hyukjae llegase al orgasmo. Lo mejor, fue sentir el corazón de Hyuk acelerarse al máximo, para que poco a poco retomara su ritmo constante.

Hyukjae jamás había experimentado algo así, el calor de su pecho se extendió por todo su cuerpo liberándose en una gran eyaculación. Él quería compartir esa experiencia con Hae, por lo que sin previo aviso, metió ambas manos bajo sus pantalones, con una de ellas rodeó el miembro de Hae, y con la otra acarició sus testículos, igual cómo le gustaba a él cuando se masturbaba. Hae pasó de un estado de relajo, a uno extasiado en cuestión de segundos, por lo cual, sus gemidos no se hicieron esperar. A Hyuk, le encantaba escuchar a Hae, por lo que aumentó el ritmo y la presión en su miembro, quería que sintiera lo mismo que él, que disfrutara de aquello.

Llegado el momento, Hae curvó su espalda, dejándose ir en la mano de Hyuk, mientras suavemente gemía su nombre. Una vez que se repuso, Hyuk, tomó una toalla y la mojó con un poco de agua que Kyukyun siempre le dejaba a mano, y con ella limpió el cuerpo de Hae para luego limpiarse a sí mismo.

Una vez listos, ambos volvieron a abrazarse y acurrucarse. Hyukjae dejó un tierno beso en la frente de Hae, y le dijo mientras cerraba sus ojos para entregarse a un sueño profundo.

- No sé que hicimos, pero me gusta mucho compartir esto contigo. 

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Besitos!