El aristócrata [Eunhae +18]

Capítulo 22

Habían pasado dos semanas desde que la madre de Donghae se había ido, las cartas de ella habían llegado constantemente, las de Hae eran largas, contándole la vida entera, mientras que las de Hyukjae apenas tenían una línea "¿Ya se lo propusiste?". Todas habían tenido la misma respuesta "Aún no se cómo hacerlo, estoy esperando el momento perfecto".

La familia de Ryujin había llegado, se habían instalado todos en una casa y la llegada de nuevos niños, había llenado la casa de risas y juegos. Leeteuk dirigía las clases que se impartían, tenían planeado construir una pequeña escuela, puesto que habían muchos niños y varios adultos que no sabían leer ni escribir. Algunos niños de terrenos cercanos venían a tomar clases, y Donghae había aceptado recibir a todos los niños que lo necesitaran.

Varios de estos niños provenían de familias de bajos recursos, muchos de los ellos llegaban a tomar desayuno a la casa y se retiraban cuando ya habían merendado a media tarde. Aquellas familias siempre enviaban a los niños con pequeños pagos, como telas de algodón, frutas o verduras, entre ellos se encontraba la familia Kim, quienes se dedicaban a la joyería.

- Señor Kim - saludó Hyukjae cuando el padre fue a buscar a su hijo durante la tarde - me gustaría hablar con usted un momento.

- Claro, Señor Lee - dijo el hombre mientras caminaban alejándose un poco del resto.

- Llámeme Hyukjae, por favor - pidió Hyuk con una sonrisa.

- Claro Hyukjae - respondió el hombre mientras juntaba sus manos - Lamento que mi pequeño no haya traído nada estos días, pero nosotros estamos pasando un mal momento... y cuando la situación se recupere nosotros le pagaremos por la educación que está recibiendo...

- Señor Kim, no es necesario hablar de eso - interrumpió Hyuk - su hijo podrá venir todos los días, recibirá su educación y podrá alimentarse aquí siempre, no nos importa el pago, nosotros deseamos que él pueda crecer sano y fuerte. Quiero remendar un poco el daño que ha hecho mi padre estos años. No solo lastimo a quienes llegaron aquí, sino que separó familias. De hecho, me gustaría que hiciera un trabajo para mi, le pagaré muy bien, puesto que necesito que sea un secreto.

- ¿Secreto? - preguntó el hombre algo asustado - ¿De qué se trata Hyukjae?

- Quiero que usted fabrique los anillos para mi matrimonio - explicó Hyuk - yo le entregaré todos los materiales, pero necesito que alguien les de forma.

- Felicitaciones Hyukjae - respondió mientras le daba un apretón en el hombro - yo forjaré lo que necesites. Cuenta con ello.

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Habían pasado apenas dos días de aquella conversación cuando el Señor Kim llegó a la casa de Hyukjae, estos se reunieron en el despacho de Hyukjae y cerraron la puerta.

- Están listos Hyukjae - sonrió el hombre entregándole una pequeña caja de madera - si hay algún detalle que desees cambiar, sólo debes decirme.

Hyukjae con cierto temor abrió la pequeña caja, que dejó a su vista dos anillos de oro, con un detalle en oro blanco y un pequeño diamante en el centro. Eran perfectos, su textura era suave, puesto que el diamante cruzaba la argolla, era delicado pero firme.

- Muchas gracias Señor Kim - dijo Hyuk mientras abrazaba al hombre - ahora sólo falta que me diga que sí. 

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Hola! llegó el gran momento de la propuesta, la subiré dentro de un rato, puesto que está en mi cabeza pero debo escribirla. Besitos!

(Quise saber esta parte antes sólo para hacerles sufrir jeje)