-16.

302 28 3
                                    

-Te he dicho que pago yo-protesto.

-Y yo te digo que yo lo pago ya que he sido yo el que te ha invitado.

-Que no.-digo apartándole el brazo para que el cajero no llegue a coger el dinero. Este me hace cosquillas sabiendo que así me distraerá durante unos minutos y poder pagar.-¡Eso no vale!

-No hay normas que lo digan-se burla.

-Lo siguiente lo pagaré yo digas lo que digas.

-Claro...-noto cierta ironía pero prefiero no contestar.

Empezamos a caminar recorriendo gran parte de las calles hasta que llegamos a la playa.

-¿Vamos a la arena?-pregunta.

-Si quieres vamos.

Seguimos caminando hasta que llegamos a la arena y una vez ahí, sin quitarnos los zapatos ni nada entramos en la arena y seguimos caminando hasta la orilla.

-Siempre me ha gustado el mar.

-¿Por qué?-pregunto.

-Me siento libre cada vez que estoy en él. Hacía tiempo que no venía a la playa y ya lo extrañaba...

Para romper este momento tan cursi y sentimental, cojo un puñado de arena y se lo tiro a las piernas a la vez que echo a correr. Momentáneamente él echa a correr detrás de mí y en menos de cinco segundos ya me tiene subida a su hombro.

-Creo que sería una muy buena venganza-dice mirando el agua y caminando hacia ella.

-¡No!-a medida que se acerca a la orilla empiezo a darle golpes en la espalda para que me baje pero no lo hace-No, Abraham.-se hace el sordo y sé perfectamente que es lo que quiere.-Por favor.

-Veo que aprendes rápido-comenta.

-Es que con un profesor como tú...-digo irónicamente.

-Como sigas así te voy a suspender-contesta en forma de burla.

-Creo que voy a llorar...-este comentario mío hace que nos empecemos a reír y esta vez sea yo quien le coja primero para luego él poner el brazo sobre mis hombros.

Continuamos caminando hasta que vemos una pista de hielo al fondo al lado de un pequeño parque.

-¿Podemos ir?-pregunto haciendo puchero.

-Solo  he patinado una vez sobre hielo...

-No pasa nada si te caes-digo, le cojo la mano y empiezo a tirar de él.

-Bueno, vale-empiezo a correr tirando de él hasta que llegamos a la pista.-Si que te gusta patinar, ¿eh?

-Me encanta, ahora cállate y dime la talla que utilizas para los patines-digo riéndome.

Antes de que me de tiempo a sacar la cartera del bolso ya ha pagado Abraham.

-¡Oye! Te había dicho que pagaba yo.

-Cuando tú me invites a salir pagas tú, y creo que me voy a adelantar yo siempre.-contesta guiñandome un ojo.

-No es justo.

-Con la carrera que me has echo pegar para llegar ¿y ahora te quedas ahí quieta? venga para dentro.

Tras dejar el bolso y los zapatos dentro una taquilla entramos a la pista. Abraham hace un amago de caer y no soy capaz de aguantar la risa. Le cojo de la mano hasta que coge la soltura suficiente para poder ir él solo pero nada más que le suelto, se cae de culo haciéndo una mueca súper graciosa con la cara.

-Te dije que esto no era lo mío.-Se levanta y empieza otra vez a patinar después de sobarse el culo por el golpe.

-Es que eres un torpe.-dicho y hecho. Al acabar de decir eso cae de nuevo provocándome una carcajada demasiado sonora.

-Deja de reírte de mí-dice y estira los brazos para que le ayude a levantarse.

Me acerco a él y le cojo las manos para ayudarle a levantarse, tiro hacía mí para que se levante pero él tira hacía abajo haciendo que me caíga. Cuando me quiero dar cuenta, estoy tirada encima de él. Nuestra mirada se queda fija en la del otro hasta que él la baja a mis labios haciéndome bajarla también a mí a los suyos y justo en ese momento me doy cuenta de que estamos a apenas dos centímetros. Siento su aliento golpeando mis labios y es una sensación muy agradable. Poco a poco vamos cortando la pequeña distancia que queda entre nosotros pero cuando apenas quedan unos milímeros nos apartamos los dos a la vez con la cara roja como tomates y nos levantamos. Seguimos patinando durante un buen rato hasta que nos dan las nueve de la tarde y decidimos salir de la pista. Pasamos por un pequeño parque en el que hay unos bancos refugiados a causa de las copas de los árboles y nos sentamos en uno de ellos.

-¿Jugamos a verdad o reto?-propongo para acabar con el silencio que se formó después del accidente de antes.

-Está bien, tú empiezas.

-¿Reto o verdad?

-Verdad.

-¿Te gusta alguien?-pregunto. Noto como se sonroja un poco y se mueve inquieto.

-Creo que sí. Tu turno, ¿verdad o reto?

-Verdad.

-Y a ti, ¿te gusta alguien?

-Esta vez soy yo la que se sonroja-Bueno... hay alguien. ¿Verdad o reto?

-Verdad.

-¿Último beso?

-Me da vergüenza asumirlo pero hace aproximadamente casi seis meses.-oculta la sonrisa tras los labios y mira hacia el suelo-¿Verdad o reto?

-Reto.-me mira y tras pensar durante varios segundos contesta.

-Cierra los ojos.

-¿Qué vas a hacer?-pregunto.

-Confía en mí.-le hago caso y cierro los ojos.

Espero con miedo qué es lo que me va a hacer y de repente siento sus labios encima de los míos. Al principio me quedo un poco en shook pero después sigo el beso.

Mueve sus labios lentamente sobre los míos haciéndolo lo más dulce posible. Siento una extraña sensación en el estómago y creo que son las famosas mariposas de las que todo el mundo habla y que nunca antes había sentido. Poco a poco nos vamos quedando sin aire y nos tenemos que separar. Deja la frente pegada a la mía y sigo aún con los ojos cerrados durante un par de segundos, cuando los abro me encuentro con sus hermosos ojos mirándome y una sonrisa aparece en mi cara.

-En quince minutos vienen a buscarme-dice y nos separamos al fin. Nos levantamos y cogidos de la mano vamos hasta mi casa donde ya está la furgoneta esperándole.-Debo de irme-dice dándome un abrazo.

-Te voy a echar de menos-digo. Pone las dos manos en mi barbilla y me da un beso corto.

-Y yo a ti.-me da otro beso-Prometo llamarte mañana-me besa de nuevo-ojalá no tuviera que irme.

-Ojalá este momento no se acabase nunca-susurro. Me da un último beso y se da la vuelta. Espero a verle entrar en la furgoneta y abro la puerta del portal.-Ojalá pudiese irme contigo.-pienso.

Entro en casa y voy directamente a mi habitación después de saludar a mi madre. Me siento en la cama y sin darme cuenta, me toco los labios recordando lo que ha pasado hoy. Suena mi móvil y lo saco del bolso.

''-Ya estoy contando los días para verte, pequeña. Buenas noches.''

''-Deja de ser tan tierno. Buenas noches amor.''

×Una simple fan.×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora