O4; 𝗙𝗶𝗹𝘁𝗲𝗿 𝘆 𝗴𝗲𝗼𝗺-𝗲𝘂𝗻 𝗱𝗮𝗹

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Min y Nam-joon se encontraban en Filter el segundo mejor prostíbulo de Corea del Sur, pues Stigma contaba con el primer puesto y esto era algo de esperarse pues le pertenecía al clan Kim

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Min y Nam-joon se encontraban en Filter el segundo mejor prostíbulo de Corea del Sur, pues Stigma contaba con el primer puesto y esto era algo de esperarse pues le pertenecía al clan Kim.

El joven dueño de Filter se encontraba sentado junto a ellos en la mejor área de dicho prostíbulo, el joven Park los miraba sonriente, sin entender el porqué de la presencia de ambos imponentes hombres.

— No entiendo el porqué están ustedes aquí, no hemos tenido conflicto alguno con Stigma. — Hablo el rubio, mientras los miraba y sonreía coquetamente.

— No estamos aquí por eso Park. — Contestó Joon al rubio.

— Ya veo, ¿Entonces porque el de su presencia?, ciertamente es sorprendente verlos por aquí. — Volvió a hablar él rubio mientras acomodaba su cabello hacia atrás y ampliaba su sonrisa, mostrando así su perfecta dentadura.

— Nam-joon muéstrale la fotografía. — Ordenó Min al moreno, este asintió y sin más del portafolio negro a su lado sacó la fotografía de aquella mujer que había sido capturada en cámara, para dejarla en la mesa de vidrio permitiendo que el rubio contemplara la imagen.

— Dime todo lo que sabes de ella. — Ordenó nuevamente Yoon esta vez al proxeneta.

— Qué mal genio. — Hablo burlón el rubio. — No tengo idea de quién sea. — Respondió mirando la foto para continuamente sonreír nuevamente.

— Nam-joon. — Mencionó y el correspondiente a aquel nombre colocó el mismo portafolio negro de donde había sacado la foto en la mesa, abriéndolo dejando ver el contenido de este.

— Muy lindo el verde de los dólares, pero el dinero no es problema para mi. — Volvió a hablar el joven Park. — Por lo contrario, diré todo lo que se dé la mujer que está en la fotografía, si es que tengo el placer de pasar una noche con alguno de ustedes. — Hablo nuevamente el proxeneta, fijando su mirada en Nam-Joon, haciendo seguidamente un lento recorrido con su rojiza y puntiaguda lengua por sus lindos labios esponjosos y carmesí, acto totalmente cautivador y plenamente tentador.

— Lo siento precioso, pero me gusta recibir. — Contestó Min.

— Por mi no hay problema. — Comentó  Kim,  ganándose un codazo por parte de su superior.

Tanto como Joon y Min negaron instantáneamente.

— Habla de una vez, o tus sesos saldrán volando. — Hablo Min colocando el arma de fuego que traía el la mesa, solo como advertencia.

El proxeneta sonrío ampliamente convirtiendo sus ojos en una línea curveada, y después de unas cuantas carcajadas que se hicieron presentes, hablo.

— Valía la pena intentarlo, por cierto Kim, cuando gustes puedes venir a buscarme. — Hablo el rubio conteniendo las risas. — De acuerdo hablaré.

—  ¿Cuál es el nombre de la mujer? — Preguntó el pálido satisfecho.

— Nadie lo sabe, pero se hace llamar "geom-eun dal". — Mencionó el proxeneta.

— ¿Luna negra?, ¿Sabes el porqué de ese nombre?— Preguntó Min, pero frunció el ceño al ver encogerse de hombros al rubio.

— Seré sincero, casi nadie la conoce realmente, y no soy una excepción,  al igual que ustedes la buscaba, robo una enorme cantidad de dinero a Filter, sin embargo no conseguimos más información de ella. — Hablo el proxeneta con cierto enojo, mientras daba leves golpecitos con ambas manos a la mesa de vidrio en la que se encontraban.

Min gruño, pues aquel tiempo que desperdicio hablando con aquel rubio bien pudo ocuparlo en investigación de otra manera, sin embargo no había forma de revertir el tiempo y los hechos, se levantó de su asiento dispuesto a marcharse, Nam-joon no se quedó atrás, imito instantáneamente los actos del pálido tomando nuevamente el portafolio, siendo seguidos por el joven Park, una vez fuera del enorme establecimiento de decoración neón, Jimin quiso despedirse amistosamente de ambos hombres con una sonrisa.

Siendo correspondido por Joon, por otro lado Min no tenía más tiempo que perder, cumpliendo las órdenes de Kim en no perder ni un solo minuto de la investigación, una enorme camioneta negra de vidrios polarizados se estacionó frente a ellos y enseguida ambos hombres de traje se introdujeron a esta.

Justo cuando Yoongi daría la orden al chofer de dirigirse a la mansión Kim, su móvil sonó interrumpiéndolo, sacó con algo de enojo el móvil, contestó, llevó el dispositivo a un lado de su cabeza y escuchó al otro lado de la línea la voz de Seok-Jin.

— Se que dijiste que llamara a Kook, pero creó tener algo que podría interesarte. — Escuchó la voz del contrario.

Min arqueo una ceja, y escuchó con atención.

— En el celular del difunto adolescente, mis hombres encontraron una fotografía, una fotografía de la mujer que estás buscando.

Yoongi sonrió solo como él podía hacerlo.

— Nos dirigiremos en seguida a su laboratorio, para cuando esté ahí quiero que todo esté preparado, continúen buscando, cualquier tipo de información relacionada con aquella mujer es de importancia. — Ordenó él pálido y colgó rápidamente la llamada.

— Iremos con Seok, tiene información importante. — Hablo Min, y el motor de la camioneta fue encendido.

Él moreno a un lado lo miró.

— Este día no está perdido del todo. — Mencionó Min al moreno, mientras acomodaba su corbata roja como su traje a la talla, les esperaba un largo viaje a Seúl.

Soy el jefe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora