Capítulo 16.

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Capítulo 16

“Lobos”.



—¿Cómo siguen tus heridas?—Le pregunto, mientras observo a detalle cada parte de su piel donde las tenía, ya que al parecer no se alcanzan a notar.


—Mucho mejor, ya no se notan y no me duelen—Me sonríe—Realmente tú crema me funcionó mucho—Me mira sin quitar su sonrisa.


—Me alegra escuchar eso, le diré a mi abuela que su crema es un efectiva—Le sonrío.


—Tal vez un día pueda agradecerle en persona—Me dice y vuelve a mirar al frente.

Yo me sorprendo ante su comentario, ¿de verdad él quiere conocer a mi abuela?...que lindo de su parte.


—Sí, tal vez un día puedas conocerla—Le respondo mientras mi mirada se va al suelo. Estoy muy sonrojada y no quiero que me vea así.


—Me encantaría—Me dice, y de manera rápida toca la punta de mi nariz con su dedo índice, de su mano derecha. Yo me sonrojo al instante, él sonríe amablemente.

Que lindo es.


Sin haberme dado cuenta llegamos a la parte de entrenamiento de los lobos, es una zona grande, como si fuera una cancha de fútbol profesional, pero en este caso los árboles rodean el espacio, en forma de ovalo gigante. Hay una puerta principal muy grande de madera, que tiene un letrero que dice "campo de entrenamiento", a los lados de ella le siguen puros árboles.
Ya había visto esto a lo lejos, cuando Shiba me trajo a la cascada, sólo que entramos por una parte secreta, además la cascada se encuentra pasando el campo y las pocas lineas de asientos que hay, está más adentro del bosque.

—Wow Shiba, ¿aquí entrenas?—Pregunta Noah sorprendido observando la entrada.

—Sí, es puro bosque—Nos explica—Lo hicieron para que al momento de transformarnos en lobos, nos sintamos más cómodos.


—Se ve muy bonito—Menciona Lucy.

Shiba asiente—Bien, entremos —Nos indica que los sigamos.

Lo seguimos por detrás, la puerta se abre y nos dejan pasar, cuando entramos podemos notar que es como un tipo mini estadio, todo el centro está descubierto, sólo hay pasto recién cortado. Por donde estamos caminando es un tipo pasillo, que después de divide en dos, hacia la izquierda y hacia la derecha. Shiba camina hacia la derecha y después se detiene.

—Bien, puedes sentarse en donde gusten—Nos señala las bancas.

Como un estadio de futbol, los asientos son iguales, hay tres ileras de asientos, tanto de este lado como el izquierdo, estos rodean todo el ovalo, de esa manera puedes observar el centro en cualquier lugar que decidas.
Los chicos y yo decidimos sentarnos en la segunda fila, en los primeros asientos, así podemos observar bien a Shiba. Quedamos, primero Lucy, luego yo, después Erika y Noah.


—Suerte amigo—Le dice Noah a Shiba.


—Gracias—Sonríe—Ahorita los veo.

Dice eso último para después marcharse. En aquel campo de espectadores estamos muy pocos alumnos, a lo mucho somos 10, me imagino que los otros al igual que nosotros vinieron a ver a un amigo.
Normalmente no dejan que nadie venga al campo de entrenamiento de los lobos cuando hay clases, ya que eso puede ocasionar accidentes o problemas de concentración, pero es fin de semana (los chicos y yo decidimos quedarnos en la escuela y no ir al pueblo) y además este entrenamiento no es tan importante, por eso Shiba nos dejó venir y también por eso se nos permitió entrar.


—Nunca he visto a Shiba como lobo—Menciona Noah. Las tres lo miramos y le damos la razón, tampoco ninguna de nosotras lo hemos visto como lobo—Será interesante—Se emociona.


—Sí, quiero ver a hombre lobo así de cerca—Se emociona Lucy.


Sí, también yo quiero ver a Shiba como lobo, él ha hecho que les pierda el miedo y el odio, realmente quiero conocer a un lobo.
En ese momento vemos caminar por él centro del campo a unos chicos, todos se colocan en lo que parece ser una línea amarilla marcada en el pasto, se posicionan en fila, quedando frente a nosotros, prácticamente estamos cara a cara con ellos, sólo que están algunos metros de distancia. Lo que parece ser su entrenador se acerca a ellos, toma su silbato y sopla, al instante lo que parece ser unos 20 chicos se transforman en lobos. Unas criaturas de 1.70 o 1.80mts aparecen frente a nosotros, hay lobos color café, gris, blanco combinado con otro color, realmente son muy bonitos.


—Ninguno es Shiba, ¿cierto?—Pregunta Erika.


—No, yo no lo vi ahí antes de que se transformaran —Le respondo.


Ambas volvemos a mirar hacia el lugar, todos queremos ver a Shiba.
El entrenador queda en su forma humana, le da la señal a alguien para que se acerque, en unos segundos vemos pasar a un lobo gris oscuro, detrás de él le sigue un loco gris con detalles púrpuras.


"Definitivamente ese es Shiba", pienso en cuanto veo los detalles púrpuras en en pelaje de aquél lobo.

—¡Ahí está Shiba!—Señala Lucy alegre. Todos nos emocionamos al verlo.


Shiba no nos mira, está concentrado en el entrenador. El primer lobo gris oscuro se coloca en la fila de lobos, shiba por otro lado se pone enfrente de ellos y se sienta, el entrenador se pone a un lado de Shiba y parece que les da algunas indicaciones. Cabe recordar que shiba es el líder del clan y es por ello que se posiciona como una figura de "mando".

Después de que les da algunas indicaciones el entrenador se aleja de la zona y se coloca bajo lo que parece el puesto de control, donde vigila que hagan bien las actividades. Shiba les da un pequeño aullido y todos se mueven tomando diferente posición, ahora estamos mirando su perfil.
Los 20 alumnos se dividen en dos equipos de 10, y ahora sí como un partido de fútbol unos se colocan de un lado de la cancha y los otros al otro lado, shiba está en el equipo de la derecha.

—Bien, para nuestros nuevos espectadores—Habla una voz masculina, se escucha por las bocinas del lugar—Nuestro grupo de lobos jugará un juego de entrenamiento, se llama darkball, es parecido al fútbol de los humanos, pero en este caso los lobos atrapan la pelota con su hocico —Explica aquél hombre—Usaran cualquier parte del cuerpo para dar pases, pero para meter gol, no será en portería, si no en un aro gigante colocado al final de campo para cada equipo, como si fueran porterías—Todos miramos los aros que menciona, son como si fueran de basquetbol pero no quedan en alto, están maso menos a la altura de los lobos, para que puedan meter el balón con hocico—Sólo pueden meter gol con el balón en el hocico, si no, no cuenta—Menciona la regla —Bien, sin más qué decir, que comience el juego, ¡vamos!—Grita esto último.

Enseguida los lobos comienzan a jugar, se les ve correr de un lado a otro, realmente que juego tan emocionante.

Ephemeral - Eternal Love [Shiba.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora