Ephemeral - Eternal Love [Shiba.]

Capítulo 11.

⚘Capítulo 11.

“JUNTOS”.

Los rayos del Sol comenzaron a calarme en mi rostro, provocando que me despierte. Abro mis ojos y suelto un pequeño bostezo, me levanto decidida a tomar una ducha, me dirigo al baño y en menos de 30 minutos (ya sé tardo mucho) ya estoy lista. Me puse algo cómodo, unos jeans, una playera blanca y una chamarra color azul claro cerrada, todo se adhería a mi cuerpo perfectamente.
Me arreglo un poco el cabello y me coloco perfume, un delicioso perfume dulce que me regaló mi abuela, 'Cuanto la extraño' pienso de inmediato.
No sé qué hacer hoy, así que opto por salir a caminar por un momento y después tal vez pueda que me encuentre con los demás.

Salgo de mi edificio, decidida a comenzar mi pequeña travesía, camino mientras veo atentamente a los demás caminar en distinta dirección o la misma que yo, no soy muchas personas afuera, así que supongo que la mayoría se despierta algo tarde.
Sigo caminando hasta llegar a una pequeña fuente, muy bien decorada, es realmente hermosa.

—Cloe...—Escucho mi nombre ser pronunciado por alguien a mi espalda.
M

e giro y de inmediato veo a Shiba.

—Shiba...—Susurro lo suficiente para que me escuche.

—Hola—Sonríe—¿Qué haces?—Pregunta mientras conecta sus ojos con los míos.

—Pues estoy sin rumbo—Suelto una pequeña risa.

—Ya veo—Ríe también—Vamos a caminar juntos entonces—Sonríe.

Y de alguna forma sin dudar acepto.
Comenzamos a caminar uno a lado del otro.

—¿Te fue bien con tu tarea?—Pregunto con una sonrisa.

—Sí, ya la he terminado—Sonríe—Muchas gracias Cloe, entendí perfectamente todo—Me agradece mirándome directamente a los ojos.

—No hay de qué—Le sonrío—Me alegra que te haya servido.

Él se detiene de repente y yo también lo hago, lo miro confundida por su repentina acción.

—Ya sé que podemos hacer hoy—Me mira contento—Vamos a divertirnos, ven—Me toma de la mano mientras me dirige a prisa a un sitio al cual desconozco.

Después de caminar por un rato, llegamos al territorio de entrenamiento de los lobos.

—Shiba, yo no puedo entrar—Digo con preocupación.

—Tranquila, aún no hay entrenamiento así que seremos los únicos—Dice tranquilamente.