Ephemeral - Eternal Love [Shiba.]

Epílogo.

Después de aquel fatídico día, donde las cosas dieron un cambio drástico para muchos, Shiba se ganó el respeto de todos. Se llevó algunas cicatrices de guerra que harán que él no olvide aquella batalla que lo llena de orgullo, por que pudo librarse de una tormenta que lo seguía a todas partes y no lo dejaba ser libre por completo.

También, la madre de Shiba se recuperó de sus heridas y decidió tomar un poco de su vida anterior de conocer a Drako, así que volvió a dar clases en la escuela Alerlic, ya que Yuvia también había sido prisionera de aquel horrible hombre por mucho tiempo, así que este momento es la libertad que tampoco había estado buscando.

Por otra parte, Kai, decidió aceptar sus errores y acercarse de nuevo a su hermano, el cual siempre apreció, pero su padre le había cultivado un odio por no ser lo que él quería. Pero ahora, entendió que en realidad su hermano es alguien que admira de buena forma. Su relación ha mejorado con el pasar de los días y eso Shiba lo agradece, ya que es lo que siempre ha querido.

Por último, el padre de Shiba fue encarcelado por el consejo de bestias, la ley entre su raza. Acusado y culpable de la muerte de varias brujas, Drako pasará mucho tiempo en la cárcel.

Sí, las cosas mejoraron para todos.

– ¡Satanaaaaaas!, la clase de hoy fue horrible! – Lucy se queja, ya que la clase de historia no le agradan.

– Deberías prestarle más atención – Le recomienda Noah, quien viene caminando detrás de ella junto con Erika.

– Sí, deberías hacerlo, si no, seguirás sin saber nada cultural – Le reprende Erika, ya que sabe que Lucy después estará estresada cuando sea el examen.

– Lo sé, tienen razón – Se rinde – Por cierto, ¿dónde están Cloe y Shiba? – Pregunta Lucy, ya que no fueron a la clase de historia.

– Quien sabe, deben estar pasando tiempo juntos por ahí – Menciona Noah, recordando que no han podido pasar tiempo juntos ya que habían sido exámenes finales, así que últimamente se saltan algunas clases para aprovechar el tiempo.

– Mmm, lo bueno que Cloe es muy inteligente y ayuda a Shiba – Menciona Lucy.

– Es cierto, así no hay problema que se salten alguna que otra clase – Concuerda Erika.

– Sí...aunque tengo otra duda .

– ¿Cuál? – Pregunta Noah.

– ¡¿En qué momento pasó lo de ustedes?! – Los mira y señala el acto de que Erika y Noah están tomados de la mano.

Ellos sueltan una risa por el actuar de Lucy.

(...)

– Este lugar sigue siendo hermoso.

– Sí, podría decirse que fue aquí en el momento en que supe que quería estar contigo – Shiba lanza aquellas palabras que tocan el corazón de Cloe con bastante calidez.

– ¿De verdad? – Cloe lo mira con devoción.

– Sí, disfruté mucho estar contigo aquella vez, me transmitiste mucha paz, algo que no sentía desde hace tiempo – La mira con una sonrisa.

Ambos están sentados en aquella banca donde Shiba llevo a Cloe por primera vez cerca de donde él entrenaba con sus compañeros de clan. Aquel bonito sitio donde ambos de alguna forma conectaron sus almas, al sentir que podían estar en paz consigo mismos.

– ¿Sabes Shiba? – Lo llama, él la mira – A ti puedo entregarte la vida eterna con tal de que nuestro amor también sea eterno – Aprieta su mano, ya que están entrelazadas.

– Y créeme que así será, planeo amarte toda la vida y en las que siguen – La toma de la mejilla con una de sus manos – Lamento que mi padre fue el causante de tu sufrimiento, de verdad lo siento – Cloe niega con su cabeza, dándole a entender que él no tiene la culpa – Pero te prometo que voy a remediar eso, voy amarte, cuidarte y protegerte – Acaricia su mejilla – Para que tú madre esté tranquila y que sepa que tienes un buen hombre a tu lado – Le sonríe.

– Estoy segura de que eso ya lo sabe – Algunas lágrimas salen por parte de Cloe, ya que las palabras de Shiba le han conmovido el corazón, al pensar que no podría desear otra cosa que estar junto a él y amarlo.

– Por un amor eterno – Recarga su frente con la de Cloe.

– Por un amor eterno – Cloe le sonríe para después ambos cerrar aquella promesa con un hermoso y delicado beso.

No podían saber qué les preparaba el destino, pero sí están seguros de una cosa, ningunos de los dos dejará ir al otro. Serán la luz que necesitan para guiarse en el camino.
Mantendrán aquella promesa incluso después de la muerte.

F I N