M A N C H E S T E R

7

Me levanto de la cama apresuradamente y me dirijo al baño a peinarme al menos un poco y recibirle medio decente.

Mi móvil se enciende, he recibido un mensaje:
"¿En qué habitación estás?"

Frunzo el ceño, no tenía por qué subir, me podía recoger en la recepción.

"No hace falta que subas, pero si tanta ilusión te hace... La 226" Este último mensaje lo envió con algo de gracia.

"Graciosa desde que te conocí. Para ilusión cuando me veas guapa"

Touché.

Ordeno un poco el desastre que teníamos montado en la habitación.

Decido retocarme un poco el maquillaje, sonriendo satisfecha.
Ahora solo tocaba esperar a que llegase.

Mientras tanto me dedico a tumbarme con el móvil en el cómodo no, comodísimo colchón, muy diferente al asiento del avión de esta mañana. Menudo vuelo, jamas se me borrará de la memoria, y no por que no quiera.
Básicamente lo podría resumir en estas palabras; turbulencias, una pareja de desconocidos ligando, un extranjero gritando furioso en su idioma (no me preguntéis, porque no tengo ni idea de qué lengua hablaba) y desayuno asqueroso. Lo único bueno fue una anciana que me tocó al lado que no paraba de hablarme, una monada vamos.

Se oye la puerta, ya estaba aquí.

-¿¡Quién es?!- chillo desde la distancia
- La suerte de tu vida- me contesta de broma en el mismo tono.
- ¿ Chris Hemsworth?- le sigo la tontería mientras me acerco más hasta llegar a la puerta. Me pongo de puntillas y miro por la rejilla.

Allí estaba el riéndose detrás de la puerta mirando hacia el enorme pasillo del hotel.
Todavía quedaba a la vista un poco del moreno de verano, que por supuesto le hacía más guapo.

Iba vestido con unos vaqueros oscuros, junto con sus inseparables zapatillas, una sudadera con capucha y una chaqueta.

- Alguien muuuuucho mejor, ese es un segundón, se queda atrás- se ríe.

Me muerdo el labio inferior sonriendo y decido abrir la puerta poco a poco

-¿ Chris Hemsworth se quedó en Australia?- hago un puchero reprimiendo una carcajada.
Rápidamente me mira y sonríe.

- Mejor la combinación mía y de Manchester.- sonríe orgulloso.

Esa mezcla era la mejor.

Nos quedamos los dos de pie mirándonos mutuamente. Habían pasado meses, podría decirse que habíamos cambiado un poco físicamente, pero éramos los mismos.

- ¿Ya está? Me esperaba una bienvenida más cálida- me vacila.

Sonrío de lado.
Me apresuro hasta donde está él, agarrándome fuerte de su cuello y subiendo mis piernas a sus caderas. Él me agarra también por mis piernas para que no le caiga, y nos reímos a la vez.

- ¿Así mejor?- le digo risueña cerca de su cara aún me sujetaba.

Él asiente y me lleva adentro de la habitación y se sienta en el pequeño sillón que había y yo me levanto.
- No tenías porqué haber subido hasta la habitación- le digo algo sonrojada.
- Es que no sabía si del palizón que te pegaras con el viaje hoy te apetecería ver algo de Manchester o quedarte aquí.

Miro mi reloj- aun me quedan unas pocas horas, si me vas a hacer un "tour" me tendría que llevar la maleta conmigo.

- Eso no es problema Ali, yo te llevo al aeropuerto cuando sea la hora.- me dedica una pequeña sonrisa. - si quieres nos damos una vuelta tranquilamente, y cuando vengas otra vez te hago un "tour turístico" por los mejores sitios de todo Manchester- sonríe superior.