M A N C H E S T E R

3

-¡Ya voy!- alzo la voz y me dirijo a abrir la puerta.
-¡Aliiiiiii!- exclama Vic y me abrazan todas a la vez.
- Que feliz me hace veros aquí.- como buenas personas y amigas, cada una trajo algo.

Isa trajo el vino, una cena con este grupo de amigas no es cena sin vino. Blanca trajo tortilla de patatas, no sabéis como le sale. Y por último Vic trajo cosas de picoteo. Las amo

- Que sonriente estas Ali- comenta Blanca mientras nos sirve una copa a cada una.

- Con su Pablis, pues como quieres que esté- se ríe Vic.

- Bueno y qué tal con él- pregunta Isa mientras me mira "picarona".

- Pues hoy ha venido a recogerme a la estación y hemos comido juntos.

- Eso ya lo sabíamos, te olvidas que subes fotos a Instagram, ¿o que?- se ríen todas.

- Es verdad- me rio- Bueno, llevamos muy poco ehhh. Además de que cuando ya empezamos la relación estábamos todavía en Mallorca, luego cuando volví a Madrid, estuvimos todo ese fin de semana juntos, como para despedirnos. Y pues luego estuvimos todo el verano sin vernos, y pues.... ya está- me río

-¿Te tratará bien, no?- alza una ceja Vic

- Si chicas, es un caballero- sonrío- pero no vamos a hablar solo de mi, ¿qué tal vuestro verano?

Y así estuvimos horas hablando, no sabía que las echaba tanto de menos hasta que las volví a ver.

- Entonces, claro ninguna podíamos andar, yo porque no me sostenía de la risa y ella porque iba borrachisima- se parte Blanca.

Ahora habíamos pasado a contar anécdotas de borracheras y recordar momentos bochornosos y reírnos.

Ni siquiera podíamos hablar de la risa.

- Ay que no puedo- suspiró agotada de tanto reírme- voy a por un vaso de agua a la cocina ¿alguna quiere algo?- niegan a la vez.

Me levanto y voy hacia mi pequeña cocina, mientras bebo de mi vaso enciendo mi móvil; llamada perdida de Rodri Hernández hace 20 minutos.

¿Y eso?

Cada vez sentía que nuestra relación, de amigos, se iba enfriando.
Yo por mi parte pensaba que la culpa la tenía la novia, que queréis que os diga.

Fue volver con ella, y notarlo, mucho.
Él preferirá cortar cualquier relación que tenga conmigo, ¿pero si solo éramos amigos?
Querrá tener ojos solo para su "noviecita". Pues yo también estoy en una relación y tengo amigos.

Yo que sé mira.

Quizás fuese la distancia, que nos hacía pasar factura.

Decido mandar un mensaje: perdón, acabo de ver que me has llamado.

Y punto, bloqueo el móvil y vuelvo con mis amigas.

- Gracias chicas por venir, me ha encantado volver y veros- las despido.
- Sabra que estamos encantadas- sonríe Isa.
- Me ha encantado que vinierais, id con cuidado, mandad un mensaje cuando lleguéis.

Voy a mi cuarto y me pongo mi cómodo no, comodísimo pijama y me suelto la coleta, quedando algo despeinada.

Me dispongo a tumbarme ya en la cama e irme a dormir, pero recibo una llamada.

Raro, porque son cerca de las una y media, en fin.

-¿Ali?- era Rodri -perdón, ¿estabas durmiendo?
- Que va, no te preocupes- me revuelvo acomodándome en la cama.

- He visto tu mensaje, si, te he llamado. Perdón si no te pillaba en un buen momento, bueno y ahora también- que mono, pienso.

- Tranquilo, todavía no tengo sueño- me rio para quitarle hierro al asunto. - ¿y a que se deben?.

- Estoy ahora de concentración porque mañana jugamos.

- Rodrigo, es muy tarde duérmete que mañana juegas.- le intento convencer, mañana no jugaría al cien por cien si no se acostaba ya.

- Hacía meses que no me llamabas Rodrigo- me interrumpe. -¿ dónde queda el Rodri ?- quizás el "Rodri" quedaba cuando hablábamos todos los días, y nos comportábamos como buenos amigos, no como ahora.

- Bueno perdón, Rodrigo.

- Así sí- me vuelve a interrumpir risueño. Me estaba viniendo de bromista, como siempre, pero ahora que no habíamos hablado como en dos semanas, no sé... - me dormiría, pero es que no puedo y mañana juego un partido, no sé, estoy nervioso.

-¿Tu nervioso?

- Si, lo estoy. Y es que no podía hablar con nadie, todos están durmiendo hasta ahora, y he pensado en ti, como en los viejos tiempos- puedo notar que estaba sonriendo.

-¿ Y tu novia no está despierta?- me molestaba un poco, que ahora que había vuelto con ella hubiese cambiado, porque si, estaba distinto. Y me parecía muy rara esta situación.

- Que va, además que te quería llamar a ti como hacía siempre. Venga Ali- me suplica- ella no sabe nada de fútbol y no me puede aconsejar como tú. Siempre que hablábamos en las concentraciones me aconsejabas y me quitabas los nervios cuando los tenía. Venga va, como en los viejos tiempos.

Los viejos tiempos, pienso.

- A ver, no hace tanto tiempo de eso- me río.

- A mí me parecen años- suspira - echo de menos no hablar tanto contigo. ¿Mañana crees que podrás ver el partido?

- Mmm, no lo sé. Mañana tengo cosas que hacer- le intento explicar.

- Si lo puedes ver, me llamas y me cuentas cómo me has visto, ¿vale?- me pregunta con la voz de niño chico.

- Claro, como en los viejos tiempos Rodri.