M A N C H E S T E R

8

Rodrigo

- Te están llamando amor, te suena el móvil.- se percata mi novia a la vez que mira concentrada la película.

Saco el móvil de mi bolsillo, Alicia.
Que extraño que me llame. Pienso.

Me levanto del sofá y me voy a la cocina a atender su llamada.
- Hola Ali- la saludo animadamente. Me ha alegrado ver que me estaba llamando.
... Estaba en Manchester.

Por fin la vería, después de tantos meses.

- ¿Quién era que te llamaba?- pausa la película.
- Un preparador, le ha llamado un físio del club diciéndole que tengo pasarme para que me expliquen sobre un entrenamiento aparte- miento.
- Y no te lo pueden explicar por mensaje o yo qué se- exclama.
- Es muy importante, tú no lo entiendes- intento convencerla.
- Pero hoy era tu día libre- se queja.
- Lo siento, sabes que yo no tengo nada que hacer al respecto, cosas del club. Voy a cambiarme y cojo el coche, intentaré volver lo antes posible, ¿si?.
Cuanto más tardase mejor.

Me quito la ropa que llevaba puesta para estar por casa y me cambio a algo más arreglado y voy al garaje a coger el coche.

Vale, podéis pensar, ¿pero por qué le mientes a tu novia?
Bueno, últimamente estamos teniendo bastantes problemas, quizás haber vuelto no haya sido lo mejor, y menos mudándome a Inglaterra.
Siempre estamos discutiendo, por cualquier tontería.
Ella siempre fue muy celosa, y si ahora estamos en cuerda floja y le digo; oye, una amiga mía está aquí en Manchester, voy por la tarde con ella a verla, volveré para cenar. Se enfadaría aún más y le entrarían las inseguridades, vaya como siempre.

Y sé que no debo mentirle, nunca lo hago. Pero necesitaba una excusa y salir lo antes posible e ir al hotel a por Ali.

La echaba de menos.
Echaba de menos a una persona que me ayudase con el fútbol, porque yo a veces sentía que solo no podía. Alguien que no fuese mi hermano o algún compañero de equipo.

Siempre le preguntaba después de cada partido que como me había visto jugar, me preguntaba por los minutos disputados, me comentaba lo que decían el resto de periodistas...

Admito que estoy un poco nervioso así que intento conducir tranquilamente y controlar los nervios que tenía.

Iba a ser un tanto raro volver a verla, y todo después de lo que sucedió cuando volvimos aquella noche del Metropolitano, el último día que nos vimos y cuando le confesé que me iba del atleti.
Y vaya que si me acuerdo de ese día.

Había intentado muchas veces contarle ya la noticia, pero siempre acababa echándome para atrás.
Saúl me ayudó bastante, me estuvo aconsejando como amigo que es.

Llevaba ya un tiempo calentándome la cabeza con el dichoso tema, ¿ me gustaba Alicia?
Yo nunca llegué siquiera a planteármelo, solo la veía como una amiga, hasta que mi hermano me lo preguntó.

- Yo ya estoy aquí.
- Vale muy bien, ¿pero y Alicia?- le interrumpo ansioso.
- Para el carro Rodri hermano, estás intensito ehh- se ríe- tranquilízate- No me podía calmar.
- Gracioso.- le respondo con sarcasmo.
- Estará llegando supongo. Además todavía quedan diez minutos para que empiece el partido, ¿estás nervioso?
- No es eso idiota.
- ¿Entonces?
- Pues me avisó que salía de casa hace bastante tiempo, ya debería de haber llegado, además de que quiero que venga a tiempo.
- Número uno, le habrá pillado trafico o habrá mucha cola en las puertas- hace una pausa- y número dos, sabemos tú y yo perfectamente que "quiero que venga al partido a verlo" significa que te encanta que te vea A TI jugar.

Vale, quizás fuese verdad.

-¿Estás realmente pillado por ella eh?- se ríe.

- Yo no estoy pillado por nadie- respondo mosqueado.

- Si supieras la sonrisa que te sale en la cara cada vez que me dices que esta semana viene al estadio. Cuando entro a tu habitación y me echas de inmediato porque estás hablando por teléfono con ella. O no espera, lo mejor de todo; cuando estás en mitad de un partido y te desconcentras mirando al palco y la saludas, porque sí, la saludas a ella, tus hermanos no te importan.

- Tenemos que irnos ya todos del vestuario, adiós.

- No lo podrás esconder siempre, algún día se lo tendrás que decir- responde cantando.

Y a partir de allí ya no la volví a ver igual. Me di cuenta de todo.

Recuerdo que cuando salí de ese partido, y fui hasta el parking donde estaban mi hermano y ella, podía jurar que hasta la veía más guapa.

Cuando empecé a recibir propuestas de equipos acabando ya la temporada, fue cuando la cosa cambió. No me atrevía a decirle nada, pero sentía que debía hacerlo.

Mi actitud cambió, decidí que estando un poco más distante con ella, aunque ella no supiese la razón, sería más fácil irme y huir sin confesarle nunca como me sentía.

Mis planes iban a ser escapar, decirle, por mucho que me doliese, que me iba y despedirnos ese último día.
Sería un cobarde, ¿y si cuando se lo dijese le sentiría mal por no sentir lo mismo hacia mi?

Iba decidido ese día a contárselo todo y punto. Pero fui incapaz.
Quise hacer que esa despedida fuese ETERNA.
Pero en el último minuto, sentí un impulso.

Fue inevitable.

Pensé lo que había sido de nosotros todos estos meses atrás, la veía allí para con esa cara niña pequeña tan inocente, y triste porque nos despedíamos...

Cogí entre mis manos su pequeño rostro, y acaricié sus mejillas. Dios la tenía tan cerca, pero a la vez tan lejos...
Fui acortando la distancia lentamente, intentando detener el tiempo.
Teníamos nuestros labios tan cerca, a escasos centímetros... Pero no llegó a pasar nada.

Me despedí rápidamente y volví al coche. Ahora hemos estado hablando por llamadas y mensajes, hemos tenido nuestras rachas claro.

Había días que podíamos hablar todos los días, otros en que unos simples mensajes ya bastaban. En fin.

Empieza a soñar "En un solo día"de Morat, canción y grupo que ella amaba con locura.
Un día la puso mientras íbamos en mi coche, y a partir de allí no la deje de escuchar yo y me la acabé aprendiendo.

"Tal parece que yo, me acostumbré a ti en un solo día.
Que te ando extrañando,como si hace años que te conocía.
Tal parece que yo en un solo baile te entregué mi vida.
Tal parece que el sentimiento venció, las reglas que había.
Venció las reglas que había."

Pasamos toda la tarde juntos, los nervios se disiparon en nada, y todo volvió a ser como era antes.
Durante ese rato se me olvidaron completamente todos los problemas, y me sentí lleno.
La llevé de vuelta al aeropuerto y tocó otra despedida.
Pero muy pronto nos volveríamos a ver, estoy seguro de ello.

Se acabaron mis horas de felicidad, estaba de vuelta a casa, ¿por qué tendría que volver con ella fingiendo que vuelvo a estar enamorado como antes de la ruptura si a los segundos volveremos a discutir de otra estupidez?

Ya no estaba enamorado, y sentía que seguir luchando por algo ya muerto hace tiempo era inútil.
Esta segunda vuelta nunca fue sano para ninguno de los dos.

Haber vuelto a ver a Ali me había vuelto a abrir los ojos. Dejaría mi relación, y no seguiría a estar con alguien a quien no quiero, solo le tengo cariño por el pasado.