M A N C H E S T E R

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- ¿Habéis llegado ya al estadio?- pregunta nervioso.

- Que va, estamos saliendo de casa, ¿estás bien Rodri? Te noto nervioso.

- Ali, es una final...además que venís todos a verla.

Esta noche el city jugaba la final de la Carabao Cup contra el Aston Villa, y por lo que ya me había contado Rodri, salía de titular.

- Vais a hacer un partidazo, confió muchísimo en vosotros y en ti.

-¿Crees que vamos a ganar?- pregunta dudoso.

- Al cien por cien, además, tengo el presentimiento de que vas a marcar- digo reprimiendo una sonrisa.

- Soy pivote Ali, te recuerdo que no solemos marcar, y menos yo- bromea.

- De verdad Rodri, ¡como no voy a saber en qué posición juega mi novio!- respondo divertida.

- Que bien suena lo de que soy tu novio en tu boca- noto como sonríe ampliamente- ya sabes que lo hago para picarte.

- No, si ya lo sé, es lo que más te gusta hacer en el mundo- le interrumpo risueña.

- Es que me encanta- Claro que sé que sabes dónde juego, si eres mi mejor fan.

- ¿Ah si? ¿Soy tu mejor fan?- bromeo.

- Y la más guapa además- me sonrojo.
Me levanto del sofá cuando ya veo a sus padres y hermanos listos para marcharnos ya al estadio.

- Bueno te tengo que dejar, nos vamos para el estadio en coche ya.

- Vale guapa, como siempre me has quitado los nervios- suelta una ligera carcajada- me vas a dar suerte seguro, eres mi amuleto de la suerte.

- Os va a ir a todo el equipo genial, segurísima estoy. Y voy a estar viéndote desde los palcos, así que me tendrás cerquita dándome todo mi apoyo.

- Con eso ya contaba preciosa.

- Verás que ganáis.

- " Y metes un gol Rodri"- me imita en broma- Bueno, después del partido nos vemos, te quiero.

- Te quiero más ¡y suerte!- exclamo.

Cuando llegamos, el coche nos deja en frente de nuestra puerta hacia las gradas. Enseñamos a los guardias las acreditaciones y nos dirigimos hacia nuestro lugar señalado.

Había muchísima gente, y un ambientazo brutal por los aficionados.

Nos sentamos todos en una fila reservada, a mi izquierda tenía a la madre de mi novio, y a la derecha a uno de sus hermanos.

Al rato ya podemos ver como los jugadores salían de los vestuarios y se saludaban con sus rivales.
Rodri alza su mirada hacia el palco para mirarnos, al instante nos intercepta y nos saluda sonriente. Ya iba a empezar la final.

El equipo contrario no es que fuese de los mejores de la premier, pero podían dar una sorpresa.

Suena el pitido inicial y se hace silencio en el palco, la final había comenzado.

El partido estaba siendo bastante igualado, hasta que en el minuto veinte Agüero se hace con el balón y marca gol.
Todos los jugadores van corriendo a celebrarlo de manera efusiva.
Los aficionados saltan y corean animados, y nosotros por nuestra parte también lo celebramos animados.

El partido sigue jugándose normal, hasta que el Manchester City se consigue instalar en él área del rival, dejándole el balón a Rodri que rápidamente lo chuta rápido hacia la portería, consiguiendo meterla.
Había marcado gol.

A modo de festejo comienza a mandar besos al aire y a señalar hacia dónde estábamos.

¿No me lo estaba dedicando a mi?

Me mira por última vez lanzando otro beso más y corre a celebrarlo con sus compañeros.

Todos gritamos y saltamos de la emoción. Estaba siendo un momento muy emotivo para todos. Su madre me sonríe contenta por la celebración de su hijo y me rodea sobre los hombros abrazándome  a ella.

Quizás Rodri no mentía cuando me dijo que me veía "como una hija".

Ya acabada la primera parte nos levantamos para coger algo de comer y de beber de lo que había preparado.

Ya en la segunda parte le veía a él jugar destensado. A saber que le habría dicho el entrenador, pero había funcionado. Podía notarle mucho más cómodo a la hora de pasar el balón a otros jugadores, y mucho más decisivo a la hora de robar balones y hacer presión alta.

Pitido final.
Fin del partido.

El Manchester City se proclamaba campeón de la Carabao Cup, ante un rival que nunca perdió la intensidad, pero gracias a Dios pudimos ser campeones.

Vemos como la afición se vuelve loca y los jugadores festejan unidos.

Levantan todos juntos la copa eufóricos.

Intentamos hacernos hueco entre la multitud que había en las gradas cercanas al campo.

Cuando Rodri por fin nos ve, se acerca a nosotros y avisa el guardia para ayudarnos a bajar al campo con el resto de familiares que también intentaban bajar.

Rodri saluda a todos efusivamente hasta que llega a mi. Me ayuda a bajar y me abraza fuertemente contra él.
Estaba eufórico.

-¡Felicidades Campeón!- chillo en su oído. Había muchísimo ruido en el estadio.

- Ha sido Gracias a ti- me da un beso apretado en la mejilla. - ¿¡te ha gustado el gol?!- exclama emocionado.

- ¿Era para mí?- bromea mientras le abrazo por el cuello acercando nuestros rostros.

- ¡Para quien sino! Para la novia más guapa del mundo, que es la mía- hace que me ría. - tenías razón en que iba a marcar.

- Solo confiaba en ti- uno nuestros labios.

Después de toda la celebración, bailes, y muchas fotos. Nos despedimos de todo el mundo y salimos al estadio rumbo a un restaurante para celebrar el título de una manera más privada como le gusta a Rodri.

Cenamos en un ambiente tranquilo junto a sus padres y hermanos, preguntándole a Rodri sobre las sensaciones del partido, el gol...

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