𝙈𝙊𝘿𝙀𝙇𝙊; 𝘵𝘳𝘶𝘦𝘯𝘰

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dani: hoy hay una fiesta, no sé si queres venir conmigo y te presento a mis amigos :) avisame si? un beso.

Miré el mensaje de Dani por quinta vez desde que me lo mandó.

No me gustaba cuando me quería incluir en su vida personal, yo sólo era una mina con la que se veía y a la que le daba plata para ayudarla de vez en cuando, nada más. Pero él a veces hacía cosas así, que me hacían sentir mal.

Cuando nos conocimos, le dejé bien en claro que no tenía cabeza para estar de novia o salir en algo romántico con alguien, sin embargo, no parecía entenderlo.

Lo conocí en una joda que hizo una compañera del liceo que estaba forrada en plata y tenía contactos de famositos como él. Fue banda de gente a aquella fiesta y yo también quería ir, así que me aparecí en su departamento de Palermo. Me pasé la mitad de la joda sola, porque no tengo amigos y porque no conocía a nadie allí, pero después de un rato Dani se me acercó y me empezó a chamuyar haciéndome reír.

Me cayó bien y quedamos de hablarnos. Nos veíamos bastante seguido, pero en cuánto él se empezó a enganchar, le dije que no podía tener una relación y le tuve que explicar mi situación para que entendiera.

Habían matado a mis padres por una deuda con unos prestamistas de la boca del barrio, y por consecuencia, teníamos que pagar mi hermano y yo la deuda de mis viejos. Definitivamente, no podía ponerme de novia ni pelotudear con nadie; tenía que conseguir la plata y pagar de a poquito esa deuda de mierda, porque no podía permitir que algo nos pasara a Tadeo o a mí.

Cuando se lo conté a Dani, al principio quedó flasheando. Pero después se ofreció a ayudarme, porque quería seguir viéndome y dijo que si la plata era un problema, él se encargaría.

Obviamente me negué, pero después se empezó a aparecer en mi trabajo y a mandarme regalos y finalmente acepté, con la condición de que entendiera que no quiero saber nada de relaciones amorosas. Sí, podíamos sacarnos la calentura una vez cada tanto, pero tampoco era la putita del rapero.

Él era mi amigo, y me ayudaba financieramente, nada más.

casandra: Bueno dale, me parece bien.

Apreté el botón de enviar y me llevé el celular al pecho. No me haría mal salir un poco, ya hablaría con Dani sobre el temita de presentarme a sus amigos.

Salí de mi casa y me fui corriendo a la parada del colectivo, rezando para agarrarlo a tiempo y poder llegar en hora al trabajo, lo cual salió bien y llegué justo a tiempo al restaurante.

Trabajé él día entero con cansancio y ganas de llegar a mi casa para bañarme, ya que el diner se había llenado a todas horas de gente y sólo trabajábamos yo, Sofi, que era la otra mesera que trabajaba de vez en cuando, y Rodrigo, que era el cocinero. No dábamos a basto.

La hora de cierre se hizo desear pero llegó y contenta fui a cambiarme. Rodrigo y Sofi se fueron antes de que yo estuviera pronta, así que fue mi turno de cerrar el restaurante esa noche. Verifiqué que todo estuviera limpio y en orden y apagué todas las luces. Activé la alarma, y salí del localcito.

─Hola, linda.

Me dí la vuelta asustada, y me relajé riéndome cuando ví a Dani apoyado en su auto. Lo saludé y le pregunté qué hacía afuera de mi trabajo.

─Quería que fueramos juntos a la joda, no hace falta que pases por tu casa.

Me giré hacia el restaurante para terminar de cerrar todo, mientras pensaba en por qué Dani se invitaba solo a lugares donde yo frecuentaba y hacía cosas sin preguntarme. Tiré de las rejas un rato hasta que por fin empezarona deslizarse para trancar las puertas del diner por completo. Las aseguré con el candado enorme y me dí la vuelta hacia Dani.