Estaba esperando el colectivo, con un frío repentino recorriendome por el cuerpo.
Todavía no era la época del frío, pero era tan temprano que había una brisa que me congelaba un poco los brazos descubiertos.
Había decidido ponerme algo sencillito de la poca ropa que tenía, y me puse un jean negro, con una remera blanca de tirantes, y una campera de jean por las moscas, que en ese momento no me estaba abrigando mucho.
Llevaba esperando el bondi por diez minutos, casi perdiendo la esperanza, hasta que llegó a la parada y me subí a él, aliviada.
El trabajo que Trueno me había ofrecido, era una especie de casting, de modelaje. Sabía que se trataría de algo de eso, pero no tenía tiempo para enojarme. Solo tenía que probar y rezarle a diosito para conseguirlo.
Era un casting para una campaña de bikinis, y en la información del trabajo decía que nos prepararamos para modelar en ropa interior.Y yo, como toda una loca del orden, me había pasado la noche eligiendo un conjunto de ropa interior decente, y me había mentalizado toda la noche para no tener verguenza. Además, de haberme depilado todo, examinando mi cuerpo para cerciorarme de que no me hubiera olvidado de ningún pelito.
Me sonreí a mi misma cuando me dí cuenta que tenía todo bajo control.
El viaje en colectivo tardó una hora y media, hasta que llegó a mi parada. Me bajé y me fijé en el mapa de mi celular qué calle tomar para llegar al lugar del casting. Cuando llegué, observé a unas cuantas chicas altísimas entrando al edificio chiquito, haciendo sonar sus tacos. Supuse que era ahí.
Entre, con mi metro sesenta y nueve, y seguí a las chicas altas. Finalmente, llegaron a una salita con las puertas abiertas, que tenía mucha gente dando vueltas y hablando. Me sentí un poco de lado, pero traté de no verme muy insegura y me posicioné donde estaban las modelos, que estaban haciendo una fila, esperando a ser llamadas.
Mientras no me llamaban, observaba atentamente las audiciones de las demás modelos que sí habían sido llamadas. Caminaban con elegancia hasta la mesita donde estaban sentadas unas personas, que supuse serían los encargados de todo, y contestaban a un par de preguntas que le hacian. Luego, le pedían que se sacara su ropa, y modelara un poco para ellos.
Era fácil. Pero me daba verguenza.
Llegó mi turno, y caminé lo más elegante posible hacia la mesa.
⎯Hola ⎯dije con timidez cuando llegué hasta las cuatro personas que me miraban atentamente.
Me sonrieron.
⎯Vos sos... Cassandra Perez, ¿no? ⎯me preguntó el hombre del medio, fijándose en una lista.
Asentí sonriendo.
⎯Decínos tus medidas, por favor.
Me alarmé por unos segundos, porque no me acordaba. Pero los números pronto aparecieron por mi cabeza, en cuánto me acordé de la sesión de fotos que hice para la merch de Trueno, donde me midieron y me dijeron mis medidas.
⎯Mido 1.69 ⎯comencé a decir, retorciendo mis dedos con nerviosismo⎯. De busto soy 88 centímetros, cintura 60 y de caderas 95.
Asintieron sonriendo todos, y me pidieron que me sacara la ropa, quedando en ropa interior. Había elegido un conjunto de encaje negro, que me había regalado Dani, hacía unos meses atrás.
⎯Qué hermoso cuerpo ⎯dijo una mujer de la mesa, mirando a sus compañeros que asentían en aprobación.
Sonreí agradeciendo y caminé un poco para que me vieran. Estaba sintiéndome menos incómoda, pero aún tenía verguenza. Especialmente porque sentía las miradas venenosas de las demás chicas, y eso me hacía sentir insegura.
⎯¿Te importa si te sacamos unas fotos? ⎯me preguntó un chico de la esquina de la mesa, después de que dejé de caminar.
No recordaba que hubieran hecho eso con las chicas que habían pasado anteriormente, pero asentí sin saber muy bien cómo funcionaba la cosa.
Le hicieron una seña a un fotógrafo que estaba sentado en una esquina, y me agradecieron por el casting. Agarré mi ropa, y seguí al fotógrafo hacia el otro lado de la sala, donde un fondo blanco estaba posicionado.
Me sonrió y me indicó que me pusiera enfrente a la cámara enorme.
Me sentía un poco más confiada así que fuí y me paré con la cabeza alta, sonriendo.
El fotógrafo pronto empezó a decirme cómo posar y me ofreció otras prendas de ropa interior para sacar más fotos, a lo que accedí, sintiéndome más cómoda y sexy que nunca.
Terminamos y me vestí. Me despedí de todos y salí del edificio con una sonrisa.
Mientras caminaba hacia una parada de colectivo, me puse a pensar en todo lo que había pasado en ese día. Estaba acostumbrándome de a poquito eso de hacer castings... quizás, el modelaje no era tan malo al fin y al cabo.
Todavía se sentía medio surreal pensar de mi misma como modelo y aparte, sin contar la campaña de Trueno, todavía no había trabajado realmente como modelo.
Jugando a un jueguito de mi celular, para hacer tiempo en lo que llegaba el bondi, me vibró y sin darle importancia seguí jugando.
Sin embargo, empezó a vibrarme más y más el celular y saqué el juego para fijarme en quien me estaba mandando tantos mensajes.Era Tadeo.
Tadeo: Casandra llamame
Tadeo: Tenemos que hablar
Tadeo: Es urgente
Alcé la cabeza y ví el bondi acercarse. No era el bondi que me servía para ir a la pensión, pero sí era el bondi que me tomaría para ir a mi casa.
Y es allá a donde tenía que ir.
Me levanté y me subí a ese omnibus, en dirección a mi casa, con la preocupación recorriendome.

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𝙈𝙊𝘿𝙀𝙇𝙊; 𝘵𝘳𝘶𝘦𝘯𝘰
Fanfiction❝ ─Deberías ser modelo ─me dijo Trueno sonriéndome de lado. Se acercó y me acarició el cachete con la yema de sus dedos─. Tenés la carita perfecta, un lomazo... No sé, pensálo. ─Terrible chamuyero resultaste ser. ❞ Casandra está en una situación des...