⎯¿Por qué tanto les importa si salgo con uno o con el otro?
Tiré mi cabeza hacia atras, irritada del todo. Me tenían cansada con tantas vueltas y discusiones y dramas, parecen pendejas de escuela.
Todo esto me pasa por meterme con ellos.
Volví a mirarlo y ví su mirada expectante, queriendo saber la respuesta a su pregunta aún. Bufé fuertemente y desaté mi moño para dejar mi pelo suelto.
⎯No, Mateo ⎯le dije mirándolo fijamente a sus ojos chinitos⎯, vos sabés que no quiero relaciones con nadie y mucho menos con Dani. Si hubiera querido algo con él, ya lo hubiera hecho hace meses, ¿no te parece?
No dijo nada. Siguió mirándome mientras se fumaba el grueso porro. Me quedé mirando su boca hermosa, hasta que no pude más y le saqué el faso de sus labios, para ponermelo en los míos. Ante esta acción se rió y me acercó a él.
⎯No me gusta que no me hables ni nos veamos ⎯me dijo, pasando un brazo por mis hombros⎯. Tampoco me gusta que pases tiempo con Dani, es mi amigo y todo lo que quieras, pero es un salame.
Me reí y asentí. Él también era un salame pero no se lo diría.
⎯Tengo que trabajar y conseguir trabajo, Mateo ⎯le expliqué⎯. Hasta que no pague la deuda no puedo ponerme a socializar. Dani hoy se apareció en mi trabajo, sino estaría en mi casa ahora mismo.
⎯Ah, por cierto... ⎯me dijo, acercándose más a mi. Su boca estaba a centímetros de la mía y eso me desconcentró un poco⎯, tengo un trabajo para ti.
Fruncí mi ceño.
⎯Ya te dije que no sirvo de modelo.
Rodó sus ojos y pasó un mechón de pelo detrás de mi oído, aún cerca mío.
⎯Servís para lo que sea, muñeca.
Me sonrió de costado, y rozó sus labios con los míos, haciéndome cerrar mis ojos de placer. Era tan suave y excitante cualquier interacción con él, que me hacía olvidarme de todos mis problemas y de dónde estaba parada.
⎯Bo, Trueno.
Nos separamos y él miró hacia donde lo habían llamado. Su expresión se cambió y su cara quedó con una mueca fastidiosa.
⎯Tu novio te busca ⎯me dijo, y dejó un pico en mis labios, yéndose de ahí. Antes de irse me dijo:⎯Después te mandó los detalles.
Los detalles del trabajo, supuse. Asentí y me dí la vuelta para ver a Dani, con cara molesta, parado en la puerta del edificio.
No me dijo nada y comenzó a caminar hacia su auto, lo seguí con la cabeza baja, pensando en Trueno.
No sabía qué me pasaba. Con Dani no me pasaban las cosas que me pasaban con Mateo, con él me olvidaba de todos mis problemas y quería cagarlo a besos, mientras que con Dani solo quería reírme y ser amigos.
Me sentía un poco mal. El rubio había hecho muchas cosas por mi.
Subimos al auto, y noté que comenzó a conducir hacia mi antigua casa, por el camino que había tomado. Decidí contarle dónde vivía ahora, sin mencionar que era una pensión así no tenía que irme caminando después.
⎯¿Desde cuando vivís ahi? ⎯me preguntó confundido en cuanto le dí las indicaciones para llegar a la pensión.
⎯Hace un tiempo.
Volvió a morir la conversación y al poco rato llegamos a la casita chiquita y deteriorada a la entrada de una villa.
Apagó el auto y nos quedamos un rato en un silencio incómodo. Agarré mi mochila y suspiré, tratando de que me dejara ir.
⎯¿Me vas a decir qué pasa con Trueno? ⎯me pidió sin mirarme.
Dios mio, qué densos estos tipos.
Hice un sonido exasperado y me tiré hacia atrás en el asiento, rendida.
⎯Dani, no pasa nada con nadie, dejen de joderme.
Giró su cabeza y me miró fijamente.
⎯¿Y por qué te estaba por besar cuando llegué?
Lo miré preguntándole con la mirada si toda esa escenita iba en serio.
⎯No tengo por qué explicarte nada, flaco ⎯le dije, ya enojada⎯. Vos y yo no somos nada, no te confundas. Me ayudaste mucho y somos amigos, punto.
Sus ojos se entrecerraron y apretó sus labios en una línea fina.
⎯Sí, ese es el tema ⎯dijo con la voz grave⎯, con él estás toda enamoradita y a mí me tratas re indiferente.
Rodé mis ojos y pasé un asa de mi mochila por el hombro y abrí la puerta del Tesla.
⎯Dani, tengo 21 años, no tengo nada que explicarte ⎯le dije calmada, con una sonrisa sincera⎯. Desde un principio te aclaré que no quería nada, y tú te quedaste a mí lado, siendo mi amigo, por tu propia voluntad. Lo que yo hago o dejo de hacer después de eso, es tema mío.
Se quedó viéndome por unos segundos hasta que volvió su mirada al frente y me dijo buenas noches. Encendió el auto y entendí que era momento de cerrar la puerta e irme a la pensión. Eso hice y caminé hasta la casita donde vivía con otras mujeres.
La fachada de la pensión estaba gastada, vieja y empobrecida. Se podían ver algunos ladrillos salir por el revoque partido, y al rededor de la casa, habían plantitas y árboles pequeños, que tapaban un poco esas imperfecciones.
Era una casa bastante linda por dentro. Tenía dos pisos los cuales tenían cuatro habitaciones cada uno, y en la parte de abajo, una cocina chiquita que estaba muy bien cuidada.
Atrás, tenía un patio que lo usábamos para lavar la ropa y colgarla. No tenía mucho uso.Por suerte, convivía con mujeres limpias y respetuosas, que se ayudaban entre sí siempre que lo necesitaban, así que podía dormir tranquila sin tener miedo de que me robaran algo.
Entré a la pensión, después de haber abierto la reja con llave, y saludé a las mujeres que estaban en el sillón, mirando una novela italiana. Subí por las escaleras hasta mi cuartito, que compartía con una madre joven, y me saqué mi ropa para bañarme.
Al salir del bañito chiquito que compartíamos todas, me tiré en la cama que me habían asignado y me relajé por primera vez en todo el día.
No era el mayor de los lujos, pero era lo que tenía y estaba agradecida de tener un techo por lo menos.
Mi celular sonó y con vagueza y sueño, lo agarré.
Mateo: Ahí te pasé la dirección y la info del trabajo que te dije
Mateo: Ojalá lo consigas, linda
Mateo: Sé que lo vas a conseguir igual pork te partis en dos wacha
Me reí y me acomodé en la cama con el celular en mi pecho. Era tan lindo y gracioso.
Me dije a mí misma que ir a probarme a ese trabajo, no me haría daño, y que quizás hasta lo conseguía. Así que me mentalicé de ir a ese lugar al día siguiente, ya que era mi día libre.

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𝙈𝙊𝘿𝙀𝙇𝙊; 𝘵𝘳𝘶𝘦𝘯𝘰
Fanfiction❝ ─Deberías ser modelo ─me dijo Trueno sonriéndome de lado. Se acercó y me acarició el cachete con la yema de sus dedos─. Tenés la carita perfecta, un lomazo... No sé, pensálo. ─Terrible chamuyero resultaste ser. ❞ Casandra está en una situación des...