⎯¿Qué decís, boluda? No, no.
Me empuja un poco, para que lo suelte del cuello de su remera. Me miró como ofendido y me agarra de la mano para llevarme al living.
El apartamento era re mil lujoso. Se parece un poco al de Dani, pero éste es más grande y tiene banda de muebles y cosas. Pero me doy cuenta de que nada de eso ha sido usado porque hay muebles que tienen el sello de plástico todavía, como recién comprados.
En el living, una plasma enorme curvado está en una mesita que seguramente vale más que toda mi vida. El sillón es blanco crema y es enorme, tiene una curva en ele para que entren una banda de payasos más o menos.
Trueno se sienta y palmea a un lado de él para que yo lo haga. Con vergüenza, me agarro el borde de la remera que me prestó Mateo para taparme, ya que es lo único que estoy usando desde que llegué.
Al sentarme, noté que ya no tenía esa cara de ofendido, ahora me miraba de otra manera que no podía descifrar.
⎯¿Qué me mirás así? ⎯le pregunté.
Mateo siguió mirándome penetrantemente y lamió sus labios. Se acercó lentamente hacia mi, pasó una mano suya por mi mejilla y suspiró.
⎯Sos tan linda... Tan hermosa... Y que no te des cuenta de eso me vuelve loco.
Alzo la vista para mirarlo a los ojos y veo que los tiene completamente negros. Se empieza a acercar lentamente hacia mi, como queriendo darme un beso, pero mirándome a los ojos para pedirme permiso.
Aunque Trueno me parezca increíblemente atractivo y muchas veces me hayan dado ganas de darle besos... No estaba para eso en ese momento.
Cerré los ojos y puse las manos en su pecho, frenándolo.
⎯¿Qué querés de mí? ⎯le pregunto cansada.
No me quiero ilusionar con nadie. Por algo dejé de hablarle a Dani y lo traté como lo hice, porque no quería dejar a nadie entrar a mi corazón, verme vulnerable. Y Mateo había presenciado un momento muy vulnerable y tenía miedo que lo usara a su favor.
Se volvió a relamer sus labios y me abrazo, dejándome acostada en su pecho.
⎯Quiero muchas cosas de vos, y ninguna es mala.
Me reí en su pecho, sin mirarlo. Él se rió conmigo y comenzó a acariciarme la cabeza.
⎯Mirá, morochita linda ⎯siguió diciendo⎯, al principio, cuando ví que andabas con Dani y que tenían una relación media rara, me dió curiosidad y quería conocerte. Cuando te fuiste del Penthouse de Wos aquel día que te conocí, Dani me explicó el tema de la deuda, pero por arribita, sin darme detalles.
Levanté lentamente la cabeza de su pecho, con los ojos abiertos.
⎯¿Él te contó? ⎯pregunté sin creerlo.
Al verme así, Trueno trató de tranquilizarme con sus caricias, lo cual no logró mucho.
⎯Me contó que tenías una deuda y que él te ayudaba a pagarla. ¿No te acordás que te dije en el restaurante? ⎯me dijo, y asentí, acordándome⎯. Después de eso, me quedé pensando en esa deuda y quise ayudarte, porque me dí cuenta que estabas re mil enojada con Dani. Y ahí te ofrecí el trabajo de modelaje, porque realmente te veo haciendo eso, flaquita linda.
Me sonrió mientras me acariciaba la cara y acunó mi mejilla en su mano grande, gustosa acepté y con los ojos cerrados, me dejé apoyar en su mano. Con su otra mano, me acariciaba el resto de mi cara.
⎯Y lo que ví hoy... ⎯continuó, ésta vez despacito y casi susurrando, como si no quisiera alterarme. Abrí mis ojos y lo miré atentamente⎯. Me dí cuenta que estás en un tema muy complicado, y de verdad te quiero a ayudar. Quiero acompañarte, hacer que tu carrera de modelaje se despegue. No tengo otras intenciones, en serio te digo.
Me lo quedé viendo por unos segundos, enredándome en mis pensamientos hasta que sonreí. Sus palabras sonaban sinceras y que Dios me perdone, pero decidí creerle.
Solo esperaba que todo lo que decía fuera verdad, y que nunca usara toda esa ayuda en mi contra, porque estaría arruinada.
⎯Sos muy linda, loca ⎯me dijo con una sonrisa, después de un rato mirándonos en silencio.
Me mordí el labio, aún sonriendo y ésta vez, fui yo la que se acercó a él lentamente. Al ver esto, Mateo pasó una mano por la parte de atrás de mi cabeza y me pegó a él, rozando sus labios con los míos.
⎯Vos también sos muy lindo ⎯le dije y le comí la boca.
Sus labios eran suaves y calentitos y me estaban provocando un mar de sensaciones en todos lados. Era un beso lento, delicado, que me daba cosquilleos.
Hacía tiempo no sentía éstas cosas.
El beso empezó a subirse de tono. Las manos de Mateo estaban en mis piernas y con unos empujoncitos, provocaron que me subiera encima de él.
Me moví un poco, tratando de acomodar mis piernas y Trueno frenó el beso. Lo miré sin entender.
⎯No te muevas así, porque te llevo para el cuarto, mamita ⎯me dijo con voz ronca que hizo que me moviera devuelta, involuntariamente.
Me sonrió con una sonrisita pícara, y me agarró del culo para levantarme del sillón, con mis piernas al rededor de él. Y me empezó a llevar a su cuarto, aún dándome besos por todos lados.
No había tenido un encuentro de ningún tipo con nadie hacía tiempo. Dani a veces se acercaba e intentaba, pero yo le decía que no. Desde que mi hermano había empezado a decirme puta, no pude hacerlo más.
Mi hermano... ¿cómo estaría? ¿estaría durmiendo calentito? ¿tendría algo para comer?
De repente mi cabeza se llenó con preocupaciones por mi hermano y Mateo lo notó.
Estábamos parados en la puerta cerrada de su habitación, yo todavía estaba encima de él.
⎯¿Qué pasa, bebota? ⎯me preguntó suavecito, acariciándome el cuello con sus dedos, provocándome escalofríos.
Negué con mi cabeza y me sonrió a medias.
⎯Si querés no hacemos nada.
Me reí y me acerqué para darle un beso igual de fogoso que el anterior y me sonrió mientras nos comíamos.
Esta noche iba a tratar de olvidarme de todo.
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𝙈𝙊𝘿𝙀𝙇𝙊; 𝘵𝘳𝘶𝘦𝘯𝘰
Fanfiction❝ ─Deberías ser modelo ─me dijo Trueno sonriéndome de lado. Se acercó y me acarició el cachete con la yema de sus dedos─. Tenés la carita perfecta, un lomazo... No sé, pensálo. ─Terrible chamuyero resultaste ser. ❞ Casandra está en una situación des...