Todo comenzó con una boda fallida. Pero las cosas no son como uno quiere.
Izuku no esperaba que el rubio se robaria su corazón, Katsuki no sabía que era dekusexual.
Katsudeku / Romance / AU sin Quirks
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La historia es mía, la...
Este capítulo es totalmente R-18, no era la intención porque quería una historia romántica y bonita. Pero la personalidad de Kacchan lo amerita. Disfruten
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Entre besos y caricias, Katsuki retiro la playera verde del menor, siguió mordiendo y besando, chupo cada tetilla sacando gemidos de satisfacción.
Después de tanto tiempo, finalmente tenía una ereccion mientras tocaba a otra persona. Agradeció a cualquier deidad de no ser impotente.
Claro que eso no importo, cuando dejó desnudo al pecoso.
Al tenerlo todo frente suyo, cayó en cuenta que estaba haciendo, y con quien.
Y su libido bajó, dejando de apretar sus jeans.
Dos cosas pasaron por la mente de Katsuki.
La primera, alivio de no ser homosexual, ya que no se ponía duro por ver penes, y menos si estos estaban erectos.
Lo segundo, estaba realmente jodido, porque no se ponía duro por ver penes, y menos si estos estaban erectos.
Trago duro.
Por la jodida mierda.
¿Y ahora que iba a hacer?
. - Kacchan...
Regresó a la realidad. No podía simplemente decirle al otro que no e irse, lo iba a lastimar y en definitiva no quería ver esos ojos llenos de dolor.
Pero tampoco le dieron ganas de continuar, porque era un hombre con quien estaba. Nunca había tocado una verga que no fuera la suya. Por la maldita gran puta.
. - No tienes que hacerlo-la voz de Izuku sonaba rota-Ya se que no soy atractivo, incluso da asco
Dejo de ver aquel falo, que escalofrío le dio, y miró al pecoso sentarse que buscaba tapar su brazo derecho.
No era que le diera asco, bueno si un poco, pero no era para tanto.
Pero al observarlo lo noto, tenía bastantes cicatrices en el brazo, incluso una muy grande y bastante pronunciada cerca del hombro. También había cicatrices en su cadera que venía casi desde el ombligo y se perdía en la espalda.
Incluso tenía cicatrices en las piernas, no tan llamativas como las de arriba, pero si se podían ver que eran profundas y más claras que su piel.
Finalmente observó los ojos apagados del pecoso, aguados con intensión de soltar lágrimas en cualquier momento.
Algo dentro de él se removió.
. - No das asco, imbecil - lo tomó del mentón para que lo mirara - Eres hermoso
. - No, no mientas-el otro sonrió triste-Yo no soy...
