Soltar

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Había una verdad irrefutable.

Bakugou Katsuki no reaccionaba bien a las negativas de la vida.

Y no era enteramente su culpa.

Desde niño, las cosas le salían bien. Tenía carisma, talento y con el tiempo vio que era muy atractivo.

Quizá por eso era arrogante. E incluso cruel. Porque la realidad, pocas cosas en su vida le causaban trabajo y frustración.

Así que, cuando Midoriya Izuku le dijo que no. La verdad no lo tomó nada bien.

Dejó de estar en casa. Llegando solo a dormir.

Dejó de dormir en la alcoba, fingiendo que tenía mucha tarea.

Y, cosa que lo asombraba más, ya no sentía mariposas en el estómago, ni la entrepierna dura, cuando veía esos preciosos ojos fijos en él.

Este último descubrimiento le hizo hacer cosas estúpidas.

Como dejar de ir a su casa en las noches, para irse de bar en bar a ahogar sus penas.

También le habló a sus viejos amigos de fiesta, con el fin de buscar chicas para un buen revolcon.

Pero el resultado fue igual que las veces anteriores. Su amigo no daba señales de vida.

Primero culpo al alcohol.

Luego culpo a las chicas.

Después, odiaba a Deku por volverlo impotente.

Pero al final. Sabía porque se comportaba como un idiota.

Por culpa de Hatsume Mei.

. - Te ves como la mierda,-declaró su madre un día mientras veían las flores para el evento cercano

. - Gracias por la observación, bruja

. - Así que te dejo-la rubia cruzó sus brazos

Katsuki ni si quiera volteo a ver a su madre.

. - ¿Como supiste que papá era el indicado? Y no me salgas con tu mierda de que no te imaginabas una vida sin él

. - Pues esa es la respuesta, no hay más

. - Carajo-chasqueo la lengua irritado-No me dejó, solo que él - hizo una pausa demasiado larga - No siente lo mismo por mí

No tuvo que decir nada, su madre lo abrazo con amor, sintiendo como su corazón maternal se volvía a romper con la declaración.

Su hijo se encontró con Hatsume Mei en Midoriya Izuku.

Después de cuatro días, regresó a su departamento

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Después de cuatro días, regresó a su departamento.

El evento salió perfecto, cosa obvia porque el fue el encargado.

Ahora solo necesitaba una ducha y dormir en una cama.

Era medio día, seguro estaría solo para poder descansar.

Pero al abrir la puerta, algo lo empujó con fuerza que le hizo perder el equilibrio y terminar de nalgas en el suelo. Tampoco era que estuviera comiendo bien.

. - Kacchan, ¡regresaste! - el pecoso escondía su rostro en su cuello - ¡Regresaste!

. - Pues claro que si, idiota, esta es mi casa - estaba demasiado cansado como para levantarse-¿Que carajo haces aquí?

. - También vivo aquí

. - Tsk, ¡ya se! - rodo los ojos molesto - Se supone que tienes clases

. - ¡No llegaste a dormir en tres noches! - el de ojos jade lo miró fijamente con reproche - No contestas el teléfono, ni dejaste nota, ¡nada! Hasta llame a la policía

. - ¿Pero que estas loco? ¿Acaso no fuiste a la escuela? No he faltado ni un día, es mas acabo de dar un examen hoy

El menor se vio confundido y se sonrojo con fuerza, pero no bajó la mirada. Katsuki suspiro, en otro tiempo estaría duro como roca y ya estaría en comienzos de cogerse al nerd. Pero ahora, nada, totalmente muerto.

. - Si que eres estúpido,-se acarició el tabique de su nariz-Si hubieras ido a clases, me habrías visto

. - Pues si aun te importara, te hubieras dado cuenta que no estaba llendo a clases

. - ¿Sabes? Estoy cansado, solo quiero dormir

. - ¿Ya no me quieres, Kacchan?

Miro esos ojos esmeralda, se veían opacos y tristes. Acarició una mejilla pecosa con amor.

. - El problema es lo contrario nerd

. - ¿Es porque te dije que no? Perdoname, quiero casarme contigo, ¿si?

Tan claro como el día, el corazón de Katsuki se rompió aún más. Y, ante su dolor, tuvo que aceptar que esto era peor que con Hatsume Mei.

Con cuidado, atrajo al pecoso a su pecho abrazándolo con fuerza. Al notar que aquel comenzó a llorar, supo lo que tenía que hacer.

Deku era un alma noble, capaz de sacrificarse por los demás, y él, no se iba a aprovechar de eso.

Debía dejarlo ir

. - Tranquilo Izuku, perdona por preocuparte, todo está bien.

Lo decidió, no iba a cometer los mismo errores que con Mei.

Porque de verdad amaba demasiado a ese niño.

El Brillo En Tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora