Confianza

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Típico.

Chico se enamora de chica.

La chica es muy rara y excéntrica.

El chico es gruñón y antisocial.

Un amor nacido en primavera por un choque accidental.

La primera vez de todo.

Cita. Beso. Sexo. Pelea. Reconciliación. Sueños. Malentendido. Separación.

Solo que para Bakugou Katsuki fue de más doloso por la traición.

Traición a sí mismo, por permitir que el orgullo se metiera en esa hermosa relación de tres años.

Si tan solo hubiera ido tras ella.

Si sólo no hubiera pensado mal de ella.

Si hubiera confiado en ella.

Si se hubiera disculpado.

Quizás estarían casados con varios mocosos. Bueno, no tantos, quizá dos o tres.

Pero la hirió. Ella también lo lastimó. Su primera y única relación seria.

Intentó alguna vez, dos o tres mujeres, pero ninguna resultó.

Decidió que ya no volveria a intentarlo. Cada separación fue dolorosa y trágica.

Prefería estar solo. Pero no se negó al sexo. Sexo casual sin compromisos.

Sin dramas. Sin tener que llamar al día siguiente. Sin explicaciones. Solo libre y divertido.

Diez años después, apareció su perdición.

. Midoriya Izuku.

Se resistió, no porque fuera hombre. Porque no quería sufrir.

Pero algo hizo ese niño. Algo rompió sin que pudiera evitarlo.

Se enamoro. Como un idiota.

Así que decidió confiar, no pensar mal, ir tras de él, disculparse y amarlo.

. - Casate conmigo-.

Ni siquiera lo pensó. Solo lo dijo.

El no le dolió. Y se asustó.

Decidió dejarlo en libertad.

.Por miedo.

Pero lo pudo ver. Esos días donde puso de nuevo el muro, y ese hombre hizo de todo para romperlo otra vez.

. - El amor no se finje mocoso-su madre le comentó una vez en alguna boda desastrosa - Se ve a kilómetros, se nota

E Izuku lo demostró.

Era cierto que no lo conocía. Había muchas cosas que no cuadraban en su historia. Pero el amor que Izuku le demostraba era real.

Ya no iba a dudar. Iba a darlo todo. Quería creer que aún podía ser feliz con alguien.

Y se topo con Chisaki Kai.

 - Debes dejar a Izuku-los ojos dorados brillaban, tenía una máscara negra que cubría su nariz y boca

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. - Debes dejar a Izuku-los ojos dorados brillaban, tenía una máscara negra que cubría su nariz y boca

. - ¿Quien mierdas eres?

. - Más bien, ¿acaso sabes quién eres tú?

El rubio sonrió arrogante.

. - Por lo que veo, soy el que te quito a Izuku

El de cabello negro solto una risa algo escalofriante.

. - Izuku nunca será tuyo, porque es mi conejito, seguro sabes de lo que hablo, es muy bueno saltando.

Katsuki dejo de sonreír.

. - ¿Creíste que era virgen? - volvió a reír - Dejame adivinar, te contó una historia triste, te sedujo con esos enormes ojos esmeralda, te lo cogiste y lo llevaste a vivir a tu casa.

El rubio apretó los labios por la ira.

. - No eres el primero, y creeme, no serás el último, a mi conejito le gustan los daddys, aquellos que pueden mimarlo y consentido. Pero yo soy el único que lo satisface.

Se miraron fijamente. Casi se podía sentir las chispas salir de sus ojos.

. - ¿Te crees ese cuento? - Katsuki apretó los dientes - Si así fuera, él no buscaría a su daddy - se señaló a sí mismo

Kai chasqueo la lengua.

. - Si no me crees, dale esto - un papel doblado le enseñó - Es mi numero, mi conejito me ha de extrañar mucho

. - ¿Y porque carajo haría eso?

. - Porque no eres diferente a ninguno, orgulloso, arrogante con dinero, que cree que es el numero uno, pero siempre serás el cajero automático, y él, tu puta segura.

Katsuki achicó los ojos mirándolo con desprecio. Pero no dijo nada.

. - Dale esto, y verás que te llora implorando perdón, te ofrecerá sexo y guardará este papel para hablarme cuando termines de follartelo

En un arrebato de enojo, tomó el papel. Y prácticamente le gruñó.

. - No lo olvides. Chisaki Kai.

Y se fue tan arrogante y petulante. Iba a tirar ese horrible papel, de no ser que vio al pecoso correr en dirección contraria.

La ira lo cegó. Ese maldito no podía decir la verdad. Su madre se lo dijo, y quería creer en sus palabras.

. El amor no se finje.

Así que lo espero.

El bastardo tardó siglos en llegar. Pero lo hizo. Espero el llanto y que le ofreciera sexo.

Eso no pasó.

Izuku lo miró, cuando se sentó en su regazo y lo supo. Vio el arrepentimiento. Pero estaba enojado.

Le mostró lo peor de él. Su ira. Su desprecio. Su odio.

Y el pecoso no retrocedió. Sus ojos esmeralda brillaron buscando el perdón. Sin miedo.

Eso era.

Lo abrazo. Esperando. Quizá podría volver a confiar. Quizá había encontrado el amor de verdad.

O quizá era un iluso enamorado.

. - Te amo, Kacchan-ese susurro en su oído le dio escalofríos-¿Podrías hacerme un favor?

. - Mmh

. - ¿Podemos quemar ese papel? Y.. No vuelvas a decirme conejito

No pudo evitar reír suavemente. Ese pecoso era un idiota.

El Brillo En Tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora