Willgan Month (#PremiosKarmaland2020)

Día 14: Muerte

Imagen creada por Thoke__14 , Thoke_14 en twitter e instagram.

Advertencias: Sangre, muerte (obvio), relación tóxica (si veis que estáis en una relación parecida a la que aquí se describe, buscad ayuda)

Willy sonreía malicioso y satisfecho, sentado en la silla del alcalde con la vista del pueblo de Karmaland a su espalda y los cadáveres de los que fueron sus amigos a sus pies. Había costado llegar hasta ahí, pero finalmente lo había conseguido a pesar de todo, no les habían servido ni la nueva personalidad malvada de Luzu, ni la psicopatía de Lolito, ni los astutos planes para manipular a todo ser racional del psicólogo Auron, al final, todos yacían a sus pies, donde siempre debieron estar, muertos, rendidos ante la oscuridad. Ni siquiera los dioses vieron venir esta catástrofe, solo pudieron observar impotentes como incluso ellos eran devorados por la maldad. Al final, él fue el vencedor, ahora nada ni nadie estaría a salvo de sus tejemanejes, tendrían que servirle si no querían un destino peor que la muerte.

El único que quedaba vivo de los héroes de Karmaland, a parte de Willy, era Fargan, su compañero, su amigo, su verdadero hermano oscuro, no como Rubius, su amado búho, su todo. Ahora que había acabado definitivamente con los demás, asegurando así su victoria, no era un mala idea ir a hacerle una visita. Se levantó de la silla para ir al sótano del ayuntamiento, ahí abrió una trampilla que daba a uno de los muchos pasadizos que conectaban todo el pueblo de Karmaland, él mismo los había creado para ir de un sitio a otro sin ser detectado, por eso se los conocía como la palma de su mano. A modo de pared de ese pasadizo en concreto, había varias celdas, todas vacías excepto una. El albino caminó lentamente hacia la celda ocupada, cambiando su sonrisa a una más dulce, pero aún con tintes maliciosos, hasta quedar enfrente de ésta. En su interior se podía ver a Fargan apoyado en la pared con la mirada perdida, no entendía cómo habían llegado a esto, si lo hubiese sabido no habría seguido la idea de Willy de crear la Hermandad Oscura, solo lo hizo porque creyó que iban a ser travesuras sin importancia, pero no esto, jamás algo como esto. Le gustaría decir que odiaba a Willy, que lo repudiaba, pero no, no podía odiarle, lo adoraba demasiado, lo amaba demasiado, tenía su lealtad por completo ya que para él el albino siempre fue una inspiración, alguien a quien admirar y no podía cambiar sus sentimientos por mucho que quisiese, así que solo le quedaba seguirle con rendida resignación, dispuesto a hacer todo lo que el ojiverde le ordenase. Cuando nota su presencia, le mira a través de sus barrotes, sus ojos amarillos mirándole vacíos, obedientes, sumisos, cosa que solo hace que la sonrisa de Willy se ensanche.

-¿Qué tal estás, Fargan? -Dice con un tono demasiado dulce- Siento haber tenido que encerrarte, de verdad, pero no quería que te pasase nada. Todos sabían que eras mi punto débil debido a nuestra relación, por lo que tenía que mantenerte seguro a toda costa de manera que no te pudiesen hacer daño, o algo peor, matar, para tratar de pararme -Suena sincero, y el búho no duda de sus palabras, pero también reconoce la toxicidad del albino, aunque no es algo que le importe, no es como si pudiera o quisiese escapar de él- Pero no te preocupes, en seguida te sacaré de aquí ahora que ya no hay peligro, y podremos gobernar juntos, como siempre debió ser. Nadie se interpondrá en nuestro camino -Abre la puerta de la celda, cogiendo a Fargan suavemente de un brazo para ayudarle a ponerse en pie, sacándole de su prisión. Le medio abraza mientras caminan para ayudarle, aprovechando para darle caricias en el antebrazo, la espalda o sus alas, cosa que hace que Fargan se estremezca, de miedo, de gusto, no está seguro- Ven, aún tengo cosas que hacer en nuestro despacho -Le guía hasta ahí, y el búho no puede mirar a sus compañeros, sus amigos, muertos en el suelo, tirados como si no valiesen nada, como si fuesen basura, mientras la sangre aún fresca manaba de sus heridas, manchando las alfombras. Casi se le escapan un par de lágrimas, pero teme la reacción de Willy si las nota, así que se traga su tristeza mordiéndose el labio, tratando de ser la muñeca inerte que el albino quiere que sea, su buen chico.

Willy se vuelve a sentar en la silla, sentando a Fargan en su regazo de forma que su cabeza esté apoyada en su pecho. De esa forma el trabajo sería mucho más ameno, el papeleo le aburría por muy necesario que fuese, prefería causar caos o explotar cosas, pero qué se le iba a hacer. Mientras tanto, el búho no se mueve de esa posición, estaba tenso, asustado, triste, preocupado, por lo que le era imposible relajarse, además tenía los ojos cerrados para no ver la masacre que su amado Willy había causado. Aún no se lo creía. Sus alas temblaban imperceptiblemente, y aunque quería parar el temblor, no podía, era el único gesto que demostraba lo que realmente sentía. Era consciente de que su empatía, su bondad, su sentimentalismo, no le traerían nada bueno, pero no era algo que pudiese controlar, era así por naturaleza. También sabía que con el tiempo eso se iría difuminando junto con su personalidad, que Willy le iría moldeando hasta que poco quedase de él, pero ya no tenía salvación, de nada servía lamentarse por ello, después de todo, fue él mismo el que eligió a su carcelero, pudo hacer mil cosas, incluso suicidarse, pero no, el amor le cegaba, y por eso dejaría hacer al albino lo que quisiese con él.

Así fue como el reinado de la oscuridad comenzó, conquistando a cuanto pueblo, ciudad y civilización pudo, cubriendo con su malvado manto a todo el territorio posible. La Hermandad Oscura ganó muchos adeptos, algunos de ellos se unieron incluso por voluntad propia, llegando a tener cientos de discípulos en cada ciudad. Y al frente de todo eso, gobernando con mano de hierro, se encontraban Willy y su mano derecha, Fargan, los líderes supremos de su imperio oscuro.

...En mi defensa diré que en ningún momento el tema dice que los que mueren deben ser Willy o Fargan, así que técnicamente he cumplido. También, tengo una historia en borradores que detalla como Willy empieza a maquinar todo esto y como lo lleva a cabo, no sé cuando la publicaré, pero si queréis haceros una idea muy por encima de la historia, mirad la letra, o escuchad la canción si os gusta el hard rock, de Chain Breaker del grupo Brothers of Metal.