Día 5

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¡Perdí una batalla, pero aún no he perdido la guerra! Mi próximo intento será prepararle el almuerzo.

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"Esta mañana no podré ir por tí" envié el mensaje a Mari, ella sólo contestó un "okey". Ya no tenía tiempo de seguir respondiendo, hoy tampoco había salido a correr, esto debía salir perfecto, porque era para quien consideraba el amor de mi vida.

Salí de mi casa en bici, ya que me había acostumbrado a ir en ella, en mi maleta llevaba mi almuerzo y el de Mari que le preparé con todo el amor posible.

Entré al salón, Mari no me saludó como de costumbre, eso me tomó por sorpresa, esperaba su cálido abrazo de las mañanas cuando nos vemos por primera vez en el día. En las clases tampoco nos hablamos, incluso Dia me preguntó con la mirada que pasaba, pero yo tampoco tenía idea.

El timbre que anunciaba el descanso por fin sonó, las clases me parecían eternas. Mari salió muy rápido del salón, yo saqué nuestro almuerzo y fuí detrás de ella, pero ya no la encontré.
La busqué en la dirección y ahí no se encontraba, busqué por casi toda la escuela y no estaba por ningún lado ¿dónde se había metido?

El último lugar que me quedaba por revisar era la azotea. Escuché sollozos y las voces de tres de mis amigas, Chika, Riko y You. Abrí la puerta y me encontré con Mari hecha bolita mientras lloraba y mis amigas intentado animarla. Cuando me vieron fruncieron el ceño, dándome una mirada asesina.

Mari volteó a verme, para después sólo agachar la cabeza.

-chicas, ¿puedo...

-¡no!- dijeron al unísono.

-pero...

-¡no!- repitieron al mismo tiempo.

-esta bien chicas...- dijo Mari, levantándose para quedar frente a mí. Las demás salieron sin decir nada.

-yo... Preparé el almuerzo para tí- levanté la bolsa en la que traía lo que había preparado para ella. Me miró con una pequeña sonrisa- deberíamos sentarnos- hicimos lo que dije, le entregué su comida que ya había destapado.

-saben muy bien- dijo dando un mordisco a sus hot-cakes.

-gracias...- contesté dando también un mordisco a los míos- y bien, ¿me contarás qué fué lo que pasó? - le pregunté.

-creí que te habías enojado conmigo por mi reacción del otro día- seguramente se refería al día en que la invité a la playa.

-para nada, es sólo que quería preparar esto para tí- le dije mientras sonreía.

De repente sonó el timbre, apenas y habíamos dado unas cuantas mordidas a nuestro almuerzo.

-rayos... Tendremos que terminarlos a la salida- dije mirando los hot-cakes.

-no hace daño saltarse una clase...- hizo su linda sonrisa de gato, a lo que yo reí.

-Dia nos matará...

-correremos el riesgo- contestó con una gran sonrisa.

cómo conquistar a una chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora