Después de un día algo raro en el instituto y de pasar la tarde igual que siempre, viendo como Poncho y Chris jugaban al FIFA mientras se insultaban mutuamente, desde el cariño, la hora de que mi padre llegase se hacia más cercana. Poncho se despidió de los dos y cuando ya tenía la mesa puesta y la cena preparada y lista para ser servida la puerta se abrió, dejándonos ver a mi padre con la maleta a su lado. Nos sentamos a cenar y a mitad de esta mi hermano creyó que era buen momento para preguntar qué tal el viaje.
— Papá —preguntó y mi padre levantó la cabeza— queríamos saber qué tal el viaje, si la pasaron bien y esas cosas...
— Muy bien la pasamos Christian, gracias por preguntar —mi hermano sonrió tímido y volvió su vista al plato — Anahí, ¿me pasas el agua?
— Si, si claro —la jarra se me escurrió, cubriendo parte del mantel de agua, mi padre me miró serio y yo me apresuré a limpiarlo— perdón, perdón, soy una torpe, ahora mismo te traigo agua fresca y limpio este desastre —me levanté a por más agua y le serví a mi padre, acercándome sin querer demasiado, ya que empezó a acariciarme la pierna hasta llegar a mi trasero, con el disimulo suficiente para que Chris no viese nada, yo me quedé estática hasta que logré separarme poco a poco— perdón otra vez, ya está, todo limpio.Cuando terminamos de cenar Chris me ayudó a recoger los platos y a fregar, mi padre en cambio subió a deshacer la maleta y a bajarme la ropa sucia del fin de semana que tendría que tener limpia para mañana cuando llegase. Así que mientras mi hermano terminaba de fregar puse una pequeña lavadora para poder tenderlo antes de irme a la cama.
— Anahí, Christian —nos llamó mi padre desde el salón— venid un momento.
— ¿Pasa algo papá? —dijo mi hermano agarrándome la mano.
— No, bueno, quería deciros que la semana que viene haré un viaje de negocios, me iré este viernes donde Luisa y volveré el domingo de la semana que viene —Dios, una semana entera sin nuestro padre, ¿qué habíamos hecho bien para merecer este regalo?.
— Está bien, nos subimos ya a dormir —dijo Chris.
— Anahí espera —mierda, lo de la mesa— Christian sube a tu cuarto, voy a hablar con tu hermana un momento —él me miró serio y yo asentí apretando su mano.
— Dime —hablé cuando se fue y oí su puerta cerrarse.
— No sabía que trabajabas —normal, solo nos prestas atención cuando quieres conseguir algo o pegarnos...
— Si, bueno... Hace un tiempo, es solo los sábados por la mañana, pero bueno...
— Me has hecho quedar mal delante de Luisa.
— ¿Qué? —abrí mis ojos, no entendía nada— ¿por qué? No le dije nada...
— Porque yo no sabía que trabajabas ahí, y se supone que lo sé todo de vosotros, porque somos una familia feliz ¿recuerdas? —dijo calmado pero serio mientras se acercaba a mi— no quiero hacerlo Anahí, pero me obligas... —me arrinconó en la pared del salón— no quiero que grites, porque lo haré más fuerte.Dicho eso comenzó a golpearme, sabía perfectamente como hacerlo para dejar la menor marca posible. Cuando me dejó en paz subió a su habitación, dando también un portazo. Y yo me quedé llorando silenciosamente en la misma pared en la que me había arrinconado. En el momento en el que reuní fuerzas me levanté, me dolían las costillas al respirar profundamente, el brazo izquierdo y un pómulo lo notaba algo hinchado y palpitante. Saqué un poco de hielo y lo puse en cada zona lastimada, recogí la ropa para tenderla y después subí arrastrando los pies hasta la habitación. Miré el reloj, la 01:47. Hoy iba a dormir poco. Poco y mal.
***
Abrí los ojos cuando el despertador comenzó a sonar fuertemente a mi lado. Las 7 en punto. Me levanté aún con dolores y me di una ducha rápida, me vestí y después de un rato logré taparme la pequeña marca que tenía en el pómulo. El resto no era problema, al empezar a hacer más frío rara vez se me veía más cuerpo que cabeza, cuello y manos. Bajé corriendo las escaleras mientras oía el claxon tan familiar que sonaba todas las mañanas. Mi hermano ya estaba esperándome con una manzana para que desayunase mientras íbamos hacia el coche de Poncho.
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A tu lado
Fanfiction1ªPARTE Anahí es una joven de 16 años que vive con su hermano, Christian, de 17 recién cumplidos y su padre, Carlos. Antes eran una familia feliz y unida pero todo cambia cuando su madre muere. Alfonso, de 17 años, es el mejor amigo de Christian y...