Cuatro años después...
Las gotas de lluvia golpeaban sobre en cristal de mi habitación, en la que me encontraba haciendo los ejercicios de química que la profesora nos había mandado hacer. En timbre sonó y me levanté, sabía que Chris estaba duchándose porque le oía cantar, o mejor dicho desafinar, a través de la pared que separaba su cuarto de baño de mi habitación. Mi padre aún no había vuelto a casa, y tampoco lo hacia antes de que el reloj marcase las 9:30 de la noche, era su hora punta, y todavía eran las 6:45. Mientras bajaba sabía a quien me iba a encontrar, al imbécil de Poncho, el mejor amigo de mi hermano. Ambos ya tenían los 17 años y estaban en su último año de instituto, todas las chicas morían por él, y, sorprendentemente, también por mi hermano. Tendrá algo que ver que los dos son jugadores de baloncesto en el equipo del instituto y, no voy a negarlo, son bastante buenos, súmale que son capitán y subcapitan. Yo, por mi parte soy lo opuesto a mi hermano, no soy popular y los chicos no se mueren por estar conmigo. Abrí la puerta, encontrándome con la sonrisa burlona de Poncho.
— Hola gatita —saludo dándome un beso en la mejilla como siempre— llueve mucho.
— ¿Podrías dejar de decirme así?
— ¿Hola? —sonrió de lado.
— No, gatita —puse los ojos en blanco— me molesta.
— Pero si eres una gatita, mi gatita —me guiñó el ojo y entró en casa cerrando la puerta mientras yo volvía a poner los ojos en blanco.
— No tengo ganas de discutir —dije cuando se sentó en el sofá— Chris está en la ducha, ya sabes donde están las cosas, me subo a mi cuarto —empecé a subir las escaleras.
— ¡Espera! —dijo yendo detrás de mi— ¿no me vas a hacer compañía?
— Oh, lo siento, me encantaría de verdad —dije sarcástica— pero tengo los ejercicios de química esperándome arriba, y bueno... Me parecen más interesantes que estar aquí contigo.
— Uf... —contestó haciéndose el ofendido agarrándose el corazón— no sé si puedo competir contra química... Pero te aseguro que puedo hacer que lo pases mucho mejor —volvió a guiñarme el ojo.
— En tus sueños —volví a mi tarea de subir las escaleras dándole la espalda.
— ¡Y en los mejores! —volteé los ojos y al llegar a mi cuarto cerré la puerta.Mientras seguía con química escuché a mi hermano hablar animadamente con Poncho. Ambos reían mientras yo guardaba mis cosas en el bolso. Bajé, eran ya las 7:55 y quería ver que podía hacer de cena. Mi hermano seguía en el salón con Poncho viendo cualquier cosa en la tele y hablando seguramente de sus próximos ligues, por lo que no se percataron de mi presencia. Miré en el frigorífico y en algunos estantes para ver lo que podía cocinar, había de todo menos lo que quería, así que volví hasta llegar al salón y esta vez parece que si notaron que estaba allí.
— Necesito ir al súper Chris —dije cruzándome de brazos.
— ¿Ahora? —asentí— está bien...
— Os llevo —dijo Poncho de repente— no me cuesta nada, total, no tengo nada mejor que hacer.
— Perfecto, sube a por tus cosas y nos vamos.Subí a mi habitación y en menos de dos minutos estaba otra vez en el salón, completamente preparada. Corrimos al coche para no mojarnos y nos montamos. Poncho condujo hasta el supermercado mientras hablaba con mi hermano de un partido que tenían el viernes. Cuando llegamos me adelanté a ellos, cogiendo una cesta y empezando a echar todo lo que necesitaba.
— Date prisa gatita que tenemos que volver para jugar al Fifa —dijo Poncho apareciendo detrás de mi.
— Te dije antes que no me digas más así.
— Gatita —volvió a decir burlón, me giré para pegarle un manotazo en la cara pero me frenó con su mano— uy, eres una chica violenta.
— No —negué rotundamente— no me digas eso, me haces recordar a mi padre.
— Perdón —Poncho sabía que nuestro padre nos pegaba, pero no podíamos hacer nada, al no tener a nuestra madre si le denunciábamos seguramente acabaríamos separados— no lo dije con esa intención... Por cierto, ¿se ha vuelto a...
— No, no ha vuelto a ponerme la mano encima... No con esas intenciones —sonreí tímida.
— Bien, juro que le mato si vuelve a tocarte...
— Bueno macho alfa, relajate.
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A tu lado
Fanfiction1ªPARTE Anahí es una joven de 16 años que vive con su hermano, Christian, de 17 recién cumplidos y su padre, Carlos. Antes eran una familia feliz y unida pero todo cambia cuando su madre muere. Alfonso, de 17 años, es el mejor amigo de Christian y...