destiny games • markhyuck

05

—¡Ya buscamos a ese imbécil allí!

—Es que escuché algo...

—Ven a buscar conmigo.

—Bien...

El corazón de Donghyuck latía fuerte, su mano aún cubriendo la boca de Mark.

Una vez que no escuchó más pasos ni voces, se alejó del alto.

Parecía que había podido salir de un problema, pero... ¿qué se suponía que haría con este sujeto que parecía querer matarlo con esa seria mirada?

—Ah, lo siento... tuve mis razones para hacerlo, ya te dejo en paz...

Quiso abrir la puerta y salir, pero Mark la apretó con su espalda y tomó del brazo al más bajo, ahora estampándolo a él contra la puerta.

—¡Ouch!— se quejó Donghyuck, intentando soltarse, pero el otro tenía más fuerza— ¡¿Qué crees que haces?! Suéltame.

—Tal parece que ese rumor de que eres una ramera que le entrega su trasero a los hombres, es cierto después de todo.

Donghyuck frunció el ceño.

—¿Qué?

—Tan sólo mírate, actuando como una perra en celo...— se burló Mark.

—¿Qué mierda...? Creo que has malentendido alg...

Un puñetazo impactó en su estómago, impiéndole respirar.

Cayó al suelo, apoyado contra la puerta, jadeando y apretando su estómago. El dolor era insoportable.

¿Qué diablos acababa de hacerle? No podía respirar.

Donghyuck pensó que moriría, una vez más.

Mark se arrodilló y lo miró.

—Es extraño...— tomó la barbilla del pelinegro entre sus dedos y lo observó bien, entrecerrando sus ojos— Eres inmundo, un completo inútil, y no te pareces en nada a él... Me pregunto cuál es la parte de ti, que me recuerda tanto a Donghyuck...

El nombrado frunció sus cejas y lo miró atónito.

¿Qué acababa de decir?

Mark se enderezó y colocó sus manos en sus bolsillos, aún mirándolo en el suelo.

—Y eso en verdad se siente como la mierda...

Pero Donghyuck no podía pensar en otra cosa más en que el alto había dicho su nombre.

¿Mark Lee lo recordaba?

Una patada fue directo a su rostro y luego, todo se puso negro.

En el pasado, Mark tenía un lado mucho más adorable que ahora.

[FLASHBACK]

—Oye, ¿acaso no te dije que no me siguieras?— preguntó el niño castaño mirándolo— Qué fastidioso...

Y además de fastidioso, Donghyuck también pensó que era algo raro.

Mark bajó su cabeza, decidido a irse.

—¡Espera!... ¿Por qué tienes moretones? ¿Acaso tu madre te golpeó otra vez? Ya te dije que si esa bruja te golpea otra vez..
— Mark negó con su cabeza— ¿No fue la bruja?— Mark negó de nuevo, el castaño se acercó a él— ¿Entonces, por quién has sido golpeado?— preguntó, tomando el rostro del otro niño entre sus manos— Tu herida se ha abierto otra vez— suspiró— ¿Cómo es posible que siempre termines así cuando te quito los ojos de encima?— se quejó Donghyuck.