destiny games • markhyuck

07

La segunda lección que Donghyuck quería enseñarle a todos esos tontos, era que él no era un blanco fácil.

—¡Aquí, aquí!

—¡Pásala!

Estaban jugando un partido de baloncesto, y uno de los tipos del equipo contrario golpeó a propósito el hombro de Donghyuck con brusquedad.

—Ten cuidado, inútil— escupió— La única clase de deporte que puedes hacer es menearle el trasero a los hombres, ¿no? Das asco, así que sólo siéntate en la banca, ¿bien?

Donghyuck sonrió de costado.

—No. Voy a continuar jugando, ¿sabes por qué?— preguntó, mirándolo fijamente— Porque se me da la gana y nadie me dirá que hacer.

El otro apretó sus puños pero no dijo nada más, continuando con el juego.

Unos segundos después, el balón fue a manos de Donghyuck.

El mismo tipo trató de agarrarlo y golpearlo otra vez, pero Donghyuck lo esquivó y corrió hacia el cesto del equipo contrario, anotando un punto.

Sonrió mirando al sujeto de antes.

—Hey, inútil— lo llamó— No estás haciendo nada en el juego, ¿por qué mejor no te sientas en la banca en lugar de gastar energía y estorbar?

Tercera lección.

Se la iban a pagar si lo provocaban.

Donghyuck estaba sentado en la cafetería con su almuerzo sobre la mesa.

Dos chicos pasaron por su lado y uno de ellos lanzó un escupitajo al almuerzo del pelinegro.

—Jaja, cómetelo bastardo.

Ambos jóvenes continuaron su camino como si nada y Donghyuck rápidamente se levantó de su lugar, con la bandeja en sus manos.

Tocó el hombro del que había escupido en su comida, logrando que se volteara.

—¿Uh?— preguntó confundido, mirando al pelinegro.

Pero no tuvo tiempo de reaccionar, ya que la bandeja con alimentos había impactado contra su rostro.

—¡¿Qué mierda estás haciendo?!

—¿Por qué te enojas? Pensé que tenías hambre y te cedí mi comida, ¿no deberías estar agradecido?

—¿Agradecido?

—Así es, deberías estar agradecido y tragarte la maldita comida que acabo de darte, ¿no lo crees?

El resultado de realizar estas molestas e infantiles acciones fue muy satisfactorio para Donghyuck, e incluso tomó un giro inesperado.

Los rumores de que Na Haechan se había convertido en un acosador gracias a sus actitudes, habían corrido muy rápido.

Todo el mundo tenía historias (o mentiras) de cómo fue que Haechan los había golpeado, insultado o tratado de mal manera.

Tenían un nuevo apodo para él: Perro lunático.

—Ni se te ocurra hacer contacto visual con él, de lo contrario serás mordido— susurró uno de los compañeros de clases de Donghyuck.

—Nunca había conocido a un tipo tan fuerte y atemorizante como él en toda mi vida...— dijo otro de ellos.