destiny games • markhyuck

04

"¿Él es ese tipo, verdad?"

"¿No se había suicidado?"

"¿Y aún así vuelve a la escuela? Yo tendría vergüenza..."

"Tal vez regresó porque tiene amnesia."

Entre esos y otros murmullos, Donghyuck tuvo que pasar su clase como Haechan el primer día.

La gente cotilla era tan molesta.

De igual manera, él podía ignorar ese tipo de comentarios y atención.

De todos modos, no era a Lee Donghyuck a quien se dirigían, sino a Na Haechan.

Pero probablemente el verdadero problema era ese sujeto que estaba alejado unos cuantos pupitres de él.

Mark Lee.

Era el único que lo conocía realmente, era el único de todos estos extraños que lo había conocido como Lee Donghyuck con su cabello castaño y distinto rostro, distinto cuerpo.

En parte era molesto, el único sujeto que conocía su pasado no sólo estaba en su misma escuela, sino también en su misma clase.

Donghyuck no se había dado cuenta, pero estaba mirando tan fijamente a Mark, que cuando éste lo notó, se volteó para mirarlo también.

El pelinegro rápidamente volteó su rostro en sentido contrario, casi siendo descubierto.

¿Por qué diablos Mark debía ser tan rápido para darse cuenta de las malditas cosas?

De todas maneras, Donghyuck no tenía por qué preocuparse por él, ¿verdad?

Él estaba en el cuerpo de otra persona que probablemente no era cercana a él, de todos modos, Donghyuck lo había conocido sólo cuando eran niños.

Probablemente Mark había olvidado todo de él. No tenían una relación tan especial, así que... el chico alto no era alguien por el cual Donghyuck debería preocuparse. Él jamás descubriría que Haechan ya no era Haechan, y eso era lo que más le importaba a Donghyuck.

Seguir fingiendo ser este chico y sólo esperar que el destino se encargara de acomodar las cosas.

Si era cuidadoso, entonces no habría ningún problema.

—¡Hola!— una repentina y entusiasta voz lo asustó— Mi nombre es Seo Johnny y estaremos en la misma clase, así que llevémonos bien.

Donghyuck lo observó.

Era el mismo chico de cabello rojizo que se había encontrado en los pasillos y el mismo que estaba sentado junto a Mark.

—Te has hecho muy popular por alguna razón, ¿es por lo que sucedió esta mañana?— preguntó, tomando una silla y sentándose frente al pelinegro.

—¿Esta mañana?— Donghyuck frunció el ceño.

—Ya sabes, cuando dejaste en ridículo a esos dos tontos en frente de toda la escuela.

—¿Qué hay con eso?

—¿Estás bromeando o en verdad no sabes? Es grandioso porque el que los enfrentó fue nadie más ni nadie menos que Na Haechan, o sea, tú.

—¿Y qué hay con eso? Sólo les dije que no pretendieran ser mis amigos.

Johnny estalló en risas, llamando la atención de todo el salón.

—Lo siento— dijo, mientras intentaba limpiar sus lágrimas a causa de la risa— Es que, es tan divertido cuando tú lo dices.

—¿Qué?

—Es que, antes tú... eras un idiota cobarde que nunca podía decir ni siquiera "No"— bastardo grosero, pensó Donghyuck— Entonces ahora que los has humillado públicamente, ¿qué harás?

—¿A qué te refieres con eso?— preguntó Donghyuck— Si ellos me molestan primero, tendrán que aguantar las consecuencias.

—Así que... ¿"Tendremos que aguantar las consecuencias"?

Donghyuck frotó su cuello (o el de Haechan, aún era algo confuso) haciéndose el desentendido.

—¿Yo dije eso?

YangYang lo tomó de la camisa y lo estampó contra la pared del patio.

—Eso fue lo que dijiste, ¿no? Si estás tan asustado, ponte de rodillas y discúlpate apropiadamente.

—¿Quién sabe?— habló ahora Hendery — Tal vez así la golpiza sea más suave...— rió.

El chico miró hacia este, había más gente que sólo ellos dos disfrutando del espectáculo. Sabía que incluso si quisiera golpear a todos aquí, no podría con este cuerpo.

Pero definitivamente sus impulsos ganaron.

Donghyuck tomó la muñeca de YangYang y la dobló, quitándolo.

—¿Asustado? ¿Yo?— preguntó— ¿Estás seguro que no estás hablando de ti?

—¿Qué?

—Tan sólo viendo cómo has juntado tanta gente aquí para golpear a un solo tipo, demuestra muy claramente quién está asustado, ¿no?

YangYang alzó su ceja muy divertido.

—¿Qué acabas de decir, inútil bastardo?

Tomó del hombro a Donghyuck y lanzó un puñetazo que el chico pudo esquivar.

Un muy mal puñetazo con un inútil amplio swing. Donghyuck tomó el brazo de YangYang y con su codo, golpeó el rostro de este.Todos se quedaron en silencio, incrédulos.

El otro chico cayó sentado en el suelo, cubriendo su boca lastimada. Bueno, por lo menos se quedaría callado por un rato. Los demás estaban mirándolo atónitos, Donghyuck pensó que era buena idea escapar.

Y así lo hizo.

—¡Detrás de él!

Donghyuck corrió y se metió a un laboratorio de ciencias, apoyando su espalda contra la puerta y tratando de respirar con normalidad con sus ojos cerrados.

Una mano se colocó justo al lado de su cabeza, elevó su vista y Mark estaba mirándolo.

Era como si hubiera saltado de la sartén directamente al fuego.

Mierda.

—Lárgate— Donghyuck tragó saliva, sin intenciones de hablar— ¿no piensas irte?— preguntó de nuevo el alto.

El pelinegro estaba tieso. Escuchó los pasos apresurados afuera y voces.

—¡¿A dónde diablos se metió?!

Mark intentó abrir la puerta para sacarlo del laboratorio, pero Donghyuck en un movimiento rápido tiró de él y lo estampó contra la puerta, cubriendo la boca del alto.

Este quiso soltarse, pero debía admitir que el más bajo tenía fuerza.

A modo de protesta, golpeó su pierna contra la puerta.

¡Maldita sea, quédate quieto! Pidió en su mente Donghyuck, entrelazando sus piernas con la de él y presionándola para que no intentara otro movimiento.

Mark comenzó a mover su cabeza, confundido y sin poder hablar porque Donghyuck tenía su mano colocada firmemente sobre sus labios para que no pudiera decir palabra alguna.

El pelinegro se acercó a su oído para calmarlo.

—Shh... Todo está bien...

La respiración de Mark se entrecortó y abrió sus ojos sorprendido, estremeciéndose ante el recuerdo del niño castaño de doce años abrazándolo en ese viejo depósito mientras él temblaba.