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Donghyuck tocó el timbre varias veces.

La puerta nunca fue abierta.

¿Acaso Mark no estaba en casa? ¿O sólo lo estaba ignorando?

Estornudó y se sintió mareado.

Definitivamente la lluvia y el repentino frío empeoraron su alergia.

Se sentía muy débil y cansado, por lo que decidió sentarse en la puerta del departamento del rubio y apoyar su espalda allí, esperando.

Si esperaba, lo encontraría algún día.

Suspiró frotando su cuello.

Su espalda dolía mucho y su garganta picaba como los mil demonios.

Inconscientemente, sus párpados se sintieron pesados y se cerraron.










No sabía qué diablos hacía acostado en una cama.

Cuando abrió sus ojos, lo primero que vio fue el techo blanco sobre él.

Frunció su entrecejo cuando se sintió mareado, su cuerpo se sentía pesado y su cabeza dolía demasido.

Dirigió la vista hacia la persona sentada en el borde de la cama.

—¿Mark...?

El rubio se volteó inmediatamente.

—¿Qué estás haciendo?

—¿...Qué?

—¿Acaso no dije que la apuesta había terminado? No necesitas hacer esto, ¿por qué sigues viniendo?

El pelinegro se reincorporó y se sentó sobre el colchón.

—¿Todo esto es cierto o es por Jaemin?— preguntó mirándolo— No sé los detalles de lo que hablaste con él ese día, pero sé que es por él que estás haciendo esto.

Mark se quedó callado unos segundos.

—Aún así, no tengo por qué decirte y no hay razón para preocuparte— le dijo, levantándose de la cama— Puedes irte cuando te sientas mejor.

Donghyuck se quedó estático.

¿Realmente iba a terminar con esto?

Si no lo detenía ahora mismo, ¿tendría otra oportunidad después?

—¡Me importa...!— exclamó, logrando que el alto se sobresaltara y detuviera su paso en la puerta— No me importa si no te importa... pero yo soy el chico de hace tiempo atrás— confesó al fin— En el pasado, tú y yo dependíamos el uno del otro. Pensé que nos apoyaríamos siempre— admitió, dolido— Fue una gran traición para mí que desaparecieras sin decir una palabra— Mark tragó saliva, sin intenciones de mirarlo— Pensé...— mordió su labio— Pensé que fui abandonado... Yo necesitaba tiempo para borrarte de mi mente, pero he sobrevivido bien y he vivido solo.

Sintió su pecho oprimirse y sus ojos se llenaron de lágrimas repentinamente.

Mark en ningún momento se volteó para mirarlo, sólo lo oía.

—Pero mierda, realmente no conozco a la gente— soltó, estremeciéndose— Aunque me he quedado con el hábito de vivir así, no hay forma de evitarlo— contó— Cuando abrí los ojos, yo no era Lee Donghyuck, sino Na Haechan, ¿sabes lo jodido e irreal que es eso? En un momento, mi presencia había desaparecido— pasó saliva por su garganta antes de continuar— Estaba demasiado confundido, pero lo más confuso fue el encuentro que tuve contigo— confesó— Tú, quien había desaparecido estaba nuevamente ante mí. Te reíste del pasado que me había apresurado a despreciar, cuando nos encontramos nunca hablé de algún tema en el que tú hayas estado, aún así me reconociste como Lee Donghyuck, no como Na Haechan.

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