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Para Donghyuck, Mark era muy importante.

[FLASHBACK]

—¡¡MIERDA!!— el hombre tiró la mesa con toda la comida y utencilios al piso— ¡¿A esto le llamas comida?!— tomó a su mujer del cabello y la tiró al suelo también, golpeándola— ¡¡Perra inservible!! ¡¡Ni siquiera sirves para hacer una comida decente!!

La mujer sólo lloraba y se quejaba con cada golpe que recibía.

El niño castaño estaba apoyado contra la pared, mirando asustado.

Su padre se volvía violento, especialmente cuando bebía.

No había razón alguna para sus abusos, sólo desquitaba su ira en su indefensa madre, golpeándola una y otra vez, hasta que él se sintiera mejor.

Por supuesto, Donghyuck no era la excepción.

—¿Qué hay contigo? ¿Por qué mierda me miras así?— tomó al castaño del cuello.

—¡¡AGH!! ¡¡Suéltame!!

Golpeó la cabeza de Donghyuck contra el suelo, apretando su mano contra esta.

—Intenta mirarme una vez más con esa expresión, bastardo, ¿Quién te dijo que puedes mirar a tu padre de esa manera? ¿Quieres que te enseñe modales desde el principio?

La mujer empujó al hombre, cubriendo a su hijo.

—¡¡BASTA!! ¡¡Por favor, detente!! ¡¡Donghyuck es sólo un niño!!

El hombre pateó a la mujer.

—¡¡Estúpida perra!! ¡¿Estás tratando de desafiarme?!

Donghyuck detestaba que su madre lo defendiera tanto.

Después de todo, ella era la que se llevaba la peor parte por su culpa.

Odiaba que su madre fuese golpeada y que sufriera en su lugar, pero lo único que él podía hacer era temblar y llorar.

No podía hacer nada más que eso.

Eso lo hacía enojar tanto y se daba vergüenza a sí mismo.

Es por eso, que el salvar a Mark en ese depósito, fue muy especial para él.

Mientras lo observaba durmiendo tranquilamente entre sus brazos, a pesar de haber estado respirando tan pesadamente hace unos momentos, Donghyuck sintió un extraño sentimiento que jamás había sentido.

Se le hizo un nudo en la garganta y ese fue un sentimiento que jamás podría olvidar.

Él había salvado al rubio, lo había protegido.

Luego de ese día, Mark siempre estaba pegado a Donghyuck.

Él era tímido.

Siempre decía cosas como:

"¿No podemos quedarnos juntos...?"

"Quiero estar cerca tuyo"

"Sería genial si sólo pudiéramos estar juntos por siempre... ¿no lo crees?"

Las palabras que Mark decía le parecían tan audaces a tal punto que lo avergonzaban.

Por supuesto, era extraño para Donghyuck en ese momento esa clase de palabras y peticiones que el niño rubio hacía.

Al principio, el castaño lo ignoraba porque su atención le parecía abrumadora, pero cuanto más lo hacía, más persistente se hacía el otro en seguirlo.

destiny games • markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora