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Donghyuck se preguntaba por qué demonios debía pasar su fin de semana con estos idiotas.

Mark caminaba indiferente a un lado de él, Johnny iba colgado de su cuello (molestándolo como siempre) y Jaehyun del otro lado observando todo a su paso.

—¿Deberíamos ir a comer parfait? ¿eh?— sugirió el pelinegro.

—No— negó el pelinegro.

—¿Por qué no?

Donghyuck se estremeció con sólo imaginarse a cuatro tipos sentados comiendo un parfait juntos.

Patético y extraño.

—No es no— reiteró el pelinegro y empujó el rostro de Johnny que estaba muy cerca de él.

—Prometimos salir juntos el otro día pero tú desapareciste, ¿tienes idea de cuánto anhelaba este momento?— exageró el pelinegro— Si dices que no a todo, ¿qué se supone que vamos a hacer?

Donghyuck miró hacia un lado y vio un juego.

Consistía en golpear una pequeña bolsa de boxeo.

—Todos probaron esto antes, ¿cierto?— preguntó el pelinegro— Ya que estamos aburridos, hagamos una apuesta. La persona con mayor puntaje deberá darle un castigo a los otros tres.

—Suena divertido— dijo Johnny.

—Me parece bien— asintió Jaehyun.

Mark miró aburrido, pero dio un leve asentimiento en respuesta.

—¿Cuál será el castigo?— preguntó el pelinegro.

—El perdedor le tiene que conceder un deseo al ganador— aseguró Donghyuck.

El juego comenzó y el primero en intentarlo fue Johnny.

Golpeó el objeto y su puntaje se mostró en la pantalla.

769.

—Si, no tengo talento para esta clase de cosas— se quejó.

El siguiente fue Donghyuck.

Golpeó con todas sus fuerzas y se sorprendió, abrumado por el resultado.

798.

¿En serio? En su vida pasada no era tan grande, pero tenía más fuerza que en este cuerpo.

El siguiente fue Jaehyun, el chico no era tan grande y no se veía tan muscular tampoco, pero aún así el puntaje fue más alto

882.

—Parece que tenemos un ganador...— canturreó Johnny.

Donghyuck frunció el ceño molesto, aún así esto era mejor que Mark ganando.

El rubio se acercó y golpeó la bolsa con su pierna fuertemente.

El puntaje rápidamente se elevó.

936.

—¡Eso es trampa!— protestaron Johnny y Donghyuck al unísono.

Mark los miró.

—¿Qué? Nunca dijeron que no podíamos usar las piernas.

—Lee ganó, es tan injusto— se quejó el pelinegro.

Donghyuck se preguntó en qué estaba pensando el rubio.

—Pueden irse— dijo.

Jaehyun empujó a Johnny lejos de ellos, llevándoselo.

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