Promesa

Falta de presencia

Eli Shane mentiría si dijera que no sentía la falta de presencia de Junjie.

Nadie de la banda de Shane había dicho algo al respecto desde su regreso a Bajoterra, ni siquiera después Tad.

Pero Eli lo tenía en su mente, e inconscientemente contaba los segundos desde que se vieron por última vez.

Y cada vez iba en aumento.

Y eso le estaba matando.

Pero tenía que actuar con toda la madurez que le ofrecían sus dieciséis años. Por Bajoterra, por su banda, por él.

Por Junjie.

Porque Eli sabía que era egoísta querer que Junjie se quedara a su lado más tiempo. Porque comprendía lo que era la necesidad de volver a casa.

A parte, aún tenía cosas que hacer. Como buscar a su padre, aún si no tenía por dónde empezar.

Cuando se levantó esta mañana, le hubiera gustado decir "hoy era un día normal en Bajoterra...", pero los días nunca son normales. Mucho menos en Bajoterra.

Lo que sí. Hoy no estaba de ánimos para nada, ni siquiera para entrenar.

Mucho menos para batirse a duelo con alguien.

─Eli, tenemos problemas.

Entonces, se sorprendió a sí mismo queriendo matar a Locke y Lode.

Luego, sintió la decepción quemar en su interior cuando encontró vacío el puesto a su lado, donde antes estaba Junjie para brindarle esa mirada cómplice, tan especial como ellos dos. Ahora se habían convertido en costumbres que añoraba.

Pero tenía que pensar en él mismo ahora. Con Blakk fuera y pocos criminales menores libres de Estalagmita 17, podría hacer lo que quería hacer  y no lo que tenía que hacer.

Aunque esas dos cosas en algún punto se conectan dentro de su cabeza. Ahora podía darle prioridades a otras cosas. Incluso su banda podía darse un respiro.

Un respiro de Blakk, Twist, los Flagelos, las Elementales, Goon, Tad...

Podría intentar disfrutar la sensación de no tener que preocuparse por el fin de Bajoterra por una vez.

Y podría intentar sacar al Campeón del Este de su cabeza, y hacer que no doliera tanto su falta de presencia.