Igor esperaba nunca tener que bajar a las Cavernas Profundas.
Sin embargo, sabía que nunca debía esperar a que las cosas vayan a su favor. Ahora tenía que bajar allá por cuestiones de fuerza mayor.
Fuerza mucho, mucho mayor.
Se sentía algo ansioso por descender allá, sabiendo que eran cuestiones de probabilidad el que se encontrara con este... monstruo, o con el asesino de su padre.
"Y el padre de Eli, al parecer".
Había escuchado algo al respecto, pero no quería tocar un nervio sensible en el lanzador del Oeste. Pero si era honesto, le intrigaba el muchacho.
En realidad, le intrigaba toda la banda de Shane. Sus integrantes eran todos unos personajes, eso sin duda.
—Ya es hora.
Le agradaba la seguridad que Eli irradiaba, no lo conocía por más de dos días, pero podía apostar que siempre era así en este tipo de situaciones. Entendía el porqué la banda le era tan fiel.
Incluso a él le daba un poco de esa confianza que en momentos como este le faltaba.
—Buena suerte —había dicho el el yeti que resguardaba la entrada del El Cruce.
La banda e Igor iban con todo: la seguridad de las cavernas o nada.
...
Las Cavernas Profundas eran tal y como Igor se las imaginaba: lúgubres y tétricas.
Grandes pozos de lo que parecía ser agua oscura se habrían paso mientras más avanzaban. Todo estaba tan silencioso...
Extrañamente silencioso.
El nativo examinaba los rincones que sus ojos lograban captar. Inconscientemente, apretó el mango del hacha que estaba ceñida en su cintura, como si estuviera asegurándose de que seguía ahí.
Stragonoff subió al hombro de su lanzador, sorprendido y atemorizado por el lugar en el que se encontraban; también miró con desagrado el agua, sabiendo el daño que podía causarle a su especie.
—Esto es extraño —habló Eli, rompiendo el denso silencio que se formaba en la caverna.
—Sí. No hay señales de Blakk o Goon, ni de esa...cosa —respondió Kord.
—Es posible que hayan migrado a otro conjunto de cavernas. Haría lo mismo si fuese perseguida por ese monstruo —comentó la pelirroja, revisando con más detalle su entorno gracias a su cámara.
—Pronto cree que no deberían sacar conclusiones tan rápido...
Todos voltearon a ver al topoide, quien señalaba acusadoramente hacia adelante. Frente a ellos, estaba ni más ni menos que el mismísimo doctor Thaddius Blakk.
—Blakk... —soltó el Shane casi inaudible.
La gran figura, que parecía casi entrar en su lecho de muerte, se volteó al reconocer esa voz.
—Eli —dijo en respuesta, con una voz rasposa que expresaba agonía.
Igor observaba en silencio. Creía que si este era el asesino de su padre, ya no había justicia que cobrar.
"Ya ha sufrido lo suficiente".
—¿Cómo llegaron hasta aquí? ¿Dónde está Goon?... No, mejor, ¿dónde está mi padre? —interrogó desesperadamente el chico de azul.
—Si lo que te preocupa es si tu padre logró escapar... Quédate tranquilo, consiguió ir a otro conjunto de cavernas, al igual que Tad —contestó dificultosamente el gran hombre, calmando los crispados nervios del muchacho.
—¿Dónde está Goon?, ¿por qué no se han ido de nuevo? —intervino la pelirroja.
—Él... Goon... Se ha ido. Poco después de que nos regresaran aquí, nos separamos. Como él ya no tenía un huésped, no pudo sobrevivir por mucho tiempo.
—¿Y qué hay de usted?
Blakk le dirigió a Eli una mirada indescifrable. El joven notó algo de devastación en los ojos del contrario. Se compadeció un poco de él.
—Cuando llegamos a las Cavernas del Norte. Goon y yo tuvimos algunas diferencias...
>Yo ya me había cansado de ser el malo de la historia. Goon aún quería conquistar cavernas.
>Yo quería tener una vida normal, dentro de lo que se puede ser normal con esta forma. Goon se rehusaba a dejarme ir. A pesar de que ya no quería matar a nadie, ya no quería vivir a costa del sufrimiento de otros...
>Pero un deseo no es suficiente. Y cuando volvimos, me quedé aquí, porque sé que merezco este castigo. Merezco estar aquí y esperar... a morir de hambre, o que esa cosa venga y me mate, lo que pase primero.
>Pero tú, Eli. Tú puedes buscar a tu padre y vivir una vida feliz... Vivir la vida que mereces. Ya vete...
Igor vio la amargura cubrir los ojos del chico Shane. Observó como los hombros de este se tensaban y su mandíbula se apretaba.
—Levántate.
El muchacho tomó el gran brazo del hombre que se había rendido ante las circunstancias. Lo haló con todas sus fuerzas, buscando levantarlo de la incredulidad de redimirse y ser mejor.
—¡Vamos! ¡No puedes quedarte ahí y decir que no mereces intentarlo!
Junjie reaccionó ante lo que Eli quería hacer. Entonces, empezó a tirar desde el brazo libre del hombre.
—No lo conozco, pero, si algo sé muy bien, es que peor que el Emperador no puede ser.
Igor miró la escena, analizando sus siguientes movimientos. Pensó en lo que haría su padre en esta situación, pensó en lo que él le había enseñado.
Y supo lo que debía hacer.
—En mi pueblo tenemos una ley: prosti pered mest'yu. Y creemos en las segundas oportunidades y que todos somos humanos, incluso alguien como usted. Mató a mi padre, bajo el control de esa babosa, pero aún así se siente culpable. ¿Y sabe qué? Lo entiendo perfectamente.
>Entiendo que sienta sus pecados pesar en su bolsa, entiendo que la culpa consuma su mente y entiendo que piense que merece este tipo de final.
>Y puede quedarse ahí, a esperar que la muerte llame a su puerta. O puede subir allá arriba, y demostrar que puede ser alguien mejor... Un ser humano.
Blakk observó al trío de jóvenes que le miraba con decisión. Ninguno le miraba con pena o con lástima; le miraban esperando una verdadera respuesta, porque ellos hablaban en serio, y no tenían reparos en hacérselo saber.
Soltó un suspiro, y dejó que el cansancio se fuera de sus facciones. Finalmente, se puso de pie.
—Vayámonos aquí.
No es mi mejor capítulo hasta ahora. Lo sé.
Un dibujito de disculpas (?)
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Promesa
FanfictionEl Campeón del Este aún tenía una promesa que cumplir. 》Descargo toda la responsabilidad de los personajes, solo soy dueña de esta historia. 》Capítulos cortos, pero frecuentes. 》Yaoi/BL. Disfruten.