𝚄𝙽𝙳𝙴𝚁𝙲𝙾𝚅𝙴𝚁《WooSan/SanWoo》

•CAPÍTULO 8•

WOOYOUNG POV

Había pasado una semana. Una semana en la que San había estado completamente distante y enfrascado en sus propios problemas. Había vuelto al mismo hábito de irse temprano y volver de noche, pero a pesar de ello había algo distinto. Nos habíamos acostumbrado a cenar juntos a pesar de la hora a la que llegara el castaño y también nos habíamos acostumbrado a dormir juntos todas las noches, por muy raro que suene. San me había dicho que dormir con compañía lo ayudaba a ahuyentar las pesadillas. También me dijo que tenía mucho tiempo sin ser capaz de dormir bien por culpa de eso, así que simplemente accedí a dormir en el mismo cuarto. De todas formas y aunque no lo admita en voz alta,  dormir con San también me transmite una paz y una tranquilidad que nunca había sentido. 

Estoy seguro de que San no ha tenido noticias sobre Kokuja o sobre la mujer que supuestamente mató a su padre. Esa es una de las razones de que haya estado tan decaído todo este tiempo. A pesar de eso yo siempre intento sacarle una sonrisa para intentar animarlo, sobretodo porque desde que vi su sonrisa no puedo sacarla de mi cabeza y por alguna razón quiero verla todos los días.

Escucho la puerta abrirse y seguido escucho un grito llamando mi nombre. Bajo corriendo para ver de que se trata y me consigo a San sonriéndome desde la puerta con unas bolsas en la mano que me muestra mientras me indica con la cabeza que lo siga a la cocina. Una vez ahí puedo identificar que lo que lleva en las bolsas es pollo frito así que deduzco que esa es nuestra cena. Lo único que puedo hacer es mostrarle una amplia sonrisa mientras nos sentamos en la mesa. 

En este tiempo que he estado aquí he podido darme cuenta de que los gustos de San en cuanto a comida son bastante simples. Cualquier persona pensaría que por ser un multimillonario le debe gustar la comida gourmet o importada. Pero realmente los gustos de San se basan más que todo en dulces, comida rápida y ramen instantáneo. En cierto modo eso solo hace que el castaño sea más adorable todavía. Porque sí, a pesar de que San sea una persona sofisticada, inalcanzable y sexy, para mí lo que más destaca en él es lo adorable que puede llegar a ser en ciertos momentos. 

Cenamos juntos mientras hablamos de nuestro día, como si fueramos amigos que se conocen de toda la vida. Obviamente el día de San es mucho más interesante. El mío se basó en ver televisión, limpiar y leer un poco, a eso llamo yo una tardecita productiva. 

Cuando estamos terminando de comer alguien toca la puerta insistentemente así que el castaño se levanta para ver de quién se trata. Yo decido seguirlo terminando de comer unas papitas antes de levantarme. 

San abre la puerta y lo primero que veo es a la Srta. Wang y justo detrás de ella diviso a los hermanos. Cuando los tres entran a la casa puedo ver como uno de ellos trae a una persona inconsciente cargada. Al detallar mejor la situación puedo ver que se trata de una mujer, y estoy casi seguro de haberla visto antes. Su pelo rojo oscuro le cuelga en largas ondas que se enrredan delicadamente con el fuerte y marcado brazo del tailandés. Sus ojos estan cerrados y sus labios se encuentran levemente abiertos. Su pequeña y delicada figura descansando plácidamente en los brazos del hombre resalta casi cómicamente con el cuerpo grande y fornido del tailandés. 

Al ver la escena los ojos de San se abren en sobremanera y por un momento parece haberse quedado sin habla. Dirige la mirada a la Srta. Wang y antes de que incluso pueda preguntar algo ella responde.

-Así es, es Lia Señor. A pesar de que fue difícil, al final pude localizarla en un bar de mala muerte haciendo apuestas ilegales. Me tome la libertad de llamarlos- señala a los hermanos con la cabeza mientras habla- para que me ayudaran con el trabajo pesado. La mujer opuso resistencia, al parecer es cinturón negro en taekwondo. Pero al final era obvio quien iba a ganar. A pesar de ello tuvimos que sedarla porque parecía que no tenía intención de quedarse tranquila ni por un segundo.