𝚄𝙽𝙳𝙴𝚁𝙲𝙾𝚅𝙴𝚁《WooSan/SanWoo》

•CAPÍTULO 14•

WOOYOUNG POV

-¿Decías? Bueno antes que nada déjenme presentarme bien, creo que ustedes dos me conocen mejor por el nombre de Kokuja.

Mis ojos se abren de golpe mientras mis puños se aprietan con fuerza clavándome mis propias uñas hasta el punto de sentir la sangre correr por mi piel. ¿Cómo había sido tan estúpido? ¿Cómo me había dejado engañar por ese hombre durante todo este tiempo? ¿Cómo no me había dado cuenta de que algo iba mal antes de que fuera demasiado tarde?

¿POR QUÉ DEMONIOS EL ESTÚPIDO DE CHOI SAN SE HABÍA METIDO SOLITO EN LA BOCA DEL LOBO?

Una pequeña y fría gota de sudor me corre por la sien cuando coloco mi vista sobre el castaño. Su mirada está posada en el suelo y parece estar completamente sumergido en sus pensamientos. Su mandíbula apretada es lo único que me indica que sí escuchó lo que Siwon, o mejor dicho Kokuja, acababa de decir. A pesar de ello no hay reacción, no hay ni una pizca del San lanzado y feroz que conozco, era como si hubieran apretado su botón de apagado, como si estuviera en modo avión.

Mientras tanto Kokuja le indica a sus hombres que amarren a San a una silla al lado mío mientras nos observa orgulloso de haber guardado tan bien ese secreto durante todo ese tiempo. Se notaba que el hombre realmente había esperado todo ese tiempo para hacer la perfecta entrada triunfal que dejara a todos con la boca abierta. Tenía que haberlo sabido antes.

¿Por qué San no estaba a salvo? ¿Por qué tenía que estar aquí?

Los hombre proceden a cumplir con sus ordenes. San ni siquiera se mueve, ni siquiera reacciona, es como si no estuviera aquí. Quiero gritarle, golpearlo, lo que sea para que reaccione y escape, todavía está a tiempo. Pero me trago mis palabras cuando vea una silenciosa y solitaria lágrima correr por su rostro hasta aterrizar en el suelo. Quiero abrazarlo, joder, necesito hacerlo.

Cuando terminan de amarrarlo intento hacer contacto visual con él, saber que está bien, necesito que me mire para poder deshacer un poco el desagradable nudo que se había creado en mi garganta. Pero San no me mira, ni siquiera una vez. Sus ojos están clavados en el piso como si de imanes se tratasen.

¿Qué demonios estás haciendo Choi San?

En ese mismo instante Kokuja carraspea con fuerza para llamar nuestra atención, estoy seguro que no soporta dejar de ser el centro de atención después de todo. Pero me niego a apartar mi mirada de San, quiero que me mire con ese característico brillo adorable en sus ojos, lo necesito. Pero este no lo hace, solo levanta lentamente la vista del piso y la coloca con decisión sobre Kokuja, veo su mandíbula apretarse y puedo jurar que incluso oigo sus dientes chirriar. Puedo notar la tensión y la rabia contenida dentro de su cuerpo, pero no hace nada. No intenta escaparse, no suelta una lluvia interminable de insultos, nada. Solo cierra con fuerza sus ojos y tras respirar un par de veces vuelve a abrirlos para posar su gélida mirada en su enemigo.

-Ay por dios Choi San no me mires con esa cara, no seas mal perdedor. Yo gané y tu perdiste, game over. No hace falta que me estés viendo como si quisieras matarme, eso no cambiará nada.

Justo en ese momento despego mis ojos de San para ver al estúpido hombre en el que confiaba hace solo un par de horas. El hombre para el que había trabajado desde hace ya dos años. Todo era una puta farsa. Supongo que me lo merezco por ser un jodido mentiroso.

Siwon se sienta en una silla que está acomodada delante de nos nosotros y nos encara con una burlona sonrisa mientras cruza las piernas y se acomoda el cuello de la camisa.

-¿Qué demonios quieres?- Cuando escucho las palabras salir de mi boca me arrepiento enseguida. ¿Por qué tenía que temblarme la voz justo ahora? No eres un jodido cobarde Jung Wooyoung. Ni siquiera al escuchar mi voz San se voltea a verme, es como si no existiera. Y no lo culpo.