𝚄𝙽𝙳𝙴𝚁𝙲𝙾𝚅𝙴𝚁《WooSan/SanWoo》

•CAPÍTULO 17•

WOOYOUNG POV

En el instante en el que escuché el sonido del disparo cerré con fuerza mis ojos sin querer observar el panorama. Miles de imágenes se hacían presente en mi cabeza y mis manos habían comenzado a temblar tanto que no me sentía capaz de sostener el peso de la pistola por mucho más tiempo. Sentía el nudo de mi estómago crecer y apretar más y más por cada segundo que el galpón pasaba en silencio. Porque no se escuchaba ni un alma. Después del disparo todo el ambiente había quedado tan calmado y tenso que podía literalmente sentir como el aire de ese lugar me estaba ahogando. 

Yo había disparado, por supuesto que lo había hecho, y durante el curso de entrenamiento de la NIS había sido uno de los que tenía mejor puntería, quería pensar que realmente le había dado al objetivo. Si es cierto que los nervios podrían haber jugado un poco en mi contra, era la primera vez que le disparaba a una persona, era la primera vez que disparaba a matar. Siempre había practicado con dianas o muñecos en movimiento, nunca personas reales. Pero era imposible que hubiera fallado, todo estaba tan en silencio que era imposible que Kokuja estuviera bien. Y sorprendentemente, no sentía nada al pensar que tal vez había matado a alguien, me sentía aliviado de que ese hijo de puta estuviera muerto y en parte me alegraba de haberlo matado con mis propias manos.

Pero todos esos pensamientos me llevaban a preguntarme otra cosa, una simple pregunta que me desgarraba por dentro. ¿Y San? Esa era realmente mi mayor preocupación, si estuviera bien habría dado alguna señal, un sonido, no lo sé, simplemente algo. No podía dejar de revivir una y otra vez la última sonrisa que me había dedicado mientras me indicaba que disparara. En serio quería volver a ver esa sonrisa, con toda mi alma. Estaba tan jodidamente aterrado de abrir los ojos que en serio sentía que podría morir en cualquier momento. 

Sentía el ataque de ansiedad acercarse mientras apretaba más y más los ojos y la pistola se escurría entre mis débiles dedos. Y entonces lo sentí. Una cálida y suave mano acariciarme la cara con cariño. Reconocería ese toque en cualquier lado, reconocería esa característica fragancia dulce y masculina que siempre lo envolvía y reconocería esa respiración sin importar las circunstancias. Todo en el castaño era tan conocido para mí que me asustaba un poco el hecho de que una simple caricia había calmado toda la peligrosa marea que estaba creciendo en mi interior convirtiéndola en un mar completamente calmado y dócil. 

Abrí lentamente los ojos un poco, precavido por miedo a lo que tal vez podría encontrar. Pero lo único que mi mirada pudo captar fue el hermoso rostro de San a centímetros de mi cara sonriéndome con cariño y ternura. Esa maldita sonrisa que quería besar hasta morir en sus estúpidos brazos, así de débil me había vuelto Choi San. Y entonces todo mi interior se calmó, y realmente ya nada importaba, estaba con San, eso es todo lo que realmente me interesa. 

-Woo tenemos que irnos ya, antes de que venga más gente.-La voz de San sonaba un poco más ronca de lo normal y ahora que lo detallaba bien su rostro y hombros estaban extrañamente tensos, pero daba por hecho que era por toda la situación.

-¿Y-Y Kokuja?- Mi voz temblaba y sonaba absurdamente débil a causa de todas las emociones que había estado guardando en mi interior hasta ese momento.

-Esta muerto Woo, ya no tienes que preocuparte por él. Lo hiciste bien precioso, lo hiciste muy bien.- Y dicho esto beso delicadamente mi frente demorándose unos cuantos segundos de más y dejando mi rostro ardiendo a su paso.

Y entonces realmente sentí como si me hubieran quitado 50 kilos de encima. Estaba muerto de verdad. Ahora mi única preocupación era salir de ese asqueroso lugar para poder dormir durante 24 horas seguidas envuelto en el cálido abrazo de San sintiendo sus hábiles dedos enrollarse en mi cabello, sí, eso sonaba como el plan prefecto. Pero primero teníamos que irnos.