Mysterio

Capítulo 9

Desperté entre los brazos de otro hombre con 10 llamadas perdidas de May y 1 de Matt. Dije que llegaría temprano, pero nunca volví y si les soy sincero me da más miedo la llamada de Matt que las 10 de May.

La lluvia caía fuerte y ruidosa, la tormenta que estaban anunciando hace unos días había llegado, suspiré cansado apretando el torso desnudo bajo mi cuerpo, frotando mi cara sobre él y di un bostezo. Levanté la mirada y no reconocí donde estaba.

Las paredes eran beige, la madera del piso un café oscuro y a un rincón estaba tirado un suéter, no muy lejos mi corbata... llevé inmediatamente la vista bajo de la mantas y agradecí estar vestido aún. La mano alrededor de mi cintura me apretó, tragando saliva me atreví a mirar a mi acompañante.

—Tu celular sonó toda la mañana —respondió tapando su cara con la almohada.

—Lo siento —respondí avergonzado—. Creo que debería irme son casi las once de la mañana —dije mirando el reloj en el velador, mientras me zafaba de su agarre y me senté en mi lugar.

—¿Tan pronto? Venías a hablar —dijo repitiendo mi acción, quedando frente a mí.

—Beck yo... no sé —balbuceé.

—¿Cómo que "no sé"? lo estás haciendo ahora mismo —dijo riendo y giré los ojos irritado cruzándome de brazos—. No hiciste nada "malo" Peter —agregó revolviendo mis cabellos —, vamos, prepararé café. Si quieres usa el baño, te prestaré algo más cómodo —dijo levantándose de la cama.

—Pero...

—Vamos quédate al menos hasta que deje de llover, así no volverás empapado a casa —respondió y se dirigió frente al ropero, lo miró unos segundos y dejó sobre la cama unos pantalones negros y un suéter crema.

—Te veo abajo —respondió cubriéndose con una camiseta holgada de mangas largas.

Lo seguí con la mirada hasta que lo perdí escaleras abajo, tomé el teléfono de mi bolsillo para llamar a May, pues me llamó durante la noche y parte de la mañana.

—Peter me tenías preocupada —dijo desde la otra línea.

—Lo siento May, estaba con un amigo. Perdí la noción del tiempo y me terminé quedando con él.

—Sí, lo sé. —¿Eh? ¿Cómo? —Llamé a Matt y me dijo que estabas con él, para la próxima no olvides avisarme. Dale mis cariños a Matt. Estoy feliz de que pases tiempo con tus viejos amigos —respondió dulcemente.

—Y yo... —dije incrédulo— Te llamaré más tarde May.

—Claro te veo mas tarde, hoy tengo turno así que nos vemos a la noche.

—Nos vemos entonces, ten un buen día —corté.

Tomé aire y busqué entre la agenda el número de Matt, esperé exactamente un minuto para marcarle, llevé el aparato a mi oído y cuando contestó hablé bajito, temiendo escuchar su voz.

—Hola...

—Peter Benjamin Parker —respondió molesto—. ¡Cuando te tenga cerca te voy a golpear con mi bastón! —gritó y aparté el aparato de mi oído.

—Lo siento Matt, lo siento. Me quedé con un amigo y me olvidé.

—No mientas Parker, te conozco tan bien que sé cuando me estás mintiendo y cuando no.

—Lo siento, por favor no grites tengo jaqueca —respondí llevando una de mis manos a la cabeza para frotar mi frente.

—Amigo me debes una y grande. No vuelvas a meterme en problemas, de todas formas me tenías preocupado.