Quentin.
-01:15 hrs.
Salimos corriendo del edificio de la misma forma por la cual entramos y tras correr unas largas cinco cuadras nos escondimos en un callejón, mientras los carros pasaban por la avenida. Estamos en pleno centro, no es de extrañar que hicieran una pronta aparición.
—Nunca más... —dijo tomando aire— te volveré a hacer caso.
—Lo disfrutaste —comenté tomando una bocanada de aire—, no puedes decirme que no.
—Bueno sí —sonrió recargando su cuerpo contra la pared, respirando agitado—. Hace años que no compro el periódico, posiblemente mañana iré por uno.
—Creo que yo también, lo dejaré como recuerdo... Esto será un buen recuerdo —volví a repetir sintiendo la agriedad en mis palabras, esas que implantaron un extraño silencio. Levanté la mirada del piso en dirección al chico de cabellos alborotados, el cual me devolvió una sonrisa cómplice.
—¿Entonces ya nos vamos a casa? —preguntó despegándose de la pared— Ya es pasado la una de la mañana...
—No, aún no... todavía es "temprano". Me gustaría ir a un último lugar antes de ir al departamento —respondí y Peter me miró con reproche—. Vamos, he logrado mantenerte despierto hasta más tarde, no seas llorón.
—Ya, ya... —contestó ruborizado— Está bien, pero ¿a dónde iremos? No haremos ninguna ilegalidad más ¿verdad?
—No cariño, se acabaron las ilegalidades por hoy. —respondí tomando su mano para meterla dentro de mi bolsillo, realmente estamos muy helados—. Te daré pistas de camino a allí, pero ahora mejor vamos por algo caliente.
El frío está horrible y siento que me cala los huesos.
Terminamos otra vez cerca de Washington Square Park buscando una tienda de 24 horas, de la cual salimos con dos grandes vasos desechables que humeaban desde el pequeño orificio de la tapa, uno es de café americano y el otro chocolate caliente... Peter tiene una debilidad por lo dulce, mis cajones aún conservan sus chocolates y gomitas agridulces.
Agradezco que el extraño clima cesara un poco, las nubes grises continúan allí pero por suerte no cae nada, y espero que continúe así ya que dejamos olvidado el paraguas junto al basurero.
—Entonces... ¿A dónde vamos? —preguntó dando un sorbo a su chocolate.
—No muy lejos, a unos 35 minutos de aquí —respondí sin darle importancia, y Peter se hundió de hombros resignado.
—¿Puedo seguir preguntando cosas? me quedé con unas cuantas dudas.
—Ya pasó tu tiempo de preguntar, la caja de pandora se cierra a las doce.—Creo que fui timado.
—Quizás un poco —dije con burla viendo el puchero en sus labios.
—Y en mi cumpleaños... eres de lo peor —comentó con fingida tristeza..
—Ya, continúa con tu interrogatorio pero yo decidiré si respondo o no.
—Bueno, cuando estábamos en el cine me quedé con ganas de saber... además de tus "padres" y tu tío ¿no tienes más familiares?
—Sí, la hija de mi tío Vincent, el que me regaló mi primera cámara. Se llama Maguire pero le digo "Terry", luego de que huí de casa me quedé un tiempo con ellos, pasamos mucho tiempo juntos, bueno y antes de eso también. Era la única que estaba "orgullosa" de mí y creía en las cosas que estaba haciendo, cuando por fin me hice mi espacio en los Set de Hollywood ella llegó a llorar de la emoción, estaba hasta más feliz que yo. Y me dijo: "Quent ahora tus películas de monstruos serán de verdad". —rememoré bebiendo de mi café, calentándome las manos con el vaso.
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Mysterio
RomanceCon apenas 25 años Peter Parker estaba casado con Tony Stark y este tras un fatídico accidente fallece. Así es como Peter termina heredando toda la industria Stark junto con todos sus proyectos y problemas. Es por esto que Peter cae en un mar de emo...