Relatos homoeróticos.
Yuan (缘) o yuanfen (缘份) es un concepto chino que significa el principio que define esos amores que nacieron predestinados.
En el uso común, el término se puede definir como "personas con un amor predestinado".
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Su chico se sentó sobre su regazo, desnudo y aparentemente somnoliento. Frotó su mejilla contra su pecho y reclamó mimos, pero se le fueron negados una vez más.
Jensen tenía que aprender que, aunque tuviera la razón, no tenía que tratar mal a la gente.
A Jensen no le importa la nula atención que recibe, se abraza al cuello de su marido y reparte besos en su manzana de Adán. Aleksandr teclea cosas, concentrado en su trabajo. Observa la pantalla del ordenador y bosteza al ver tantos códigos.
El aroma de Jensen lo envuelve y se queda en el aire de su oficina, Alek está seguro de que se quedará oliendo a él por varias horas. El mayor ve sonreír a Jensen, algo se le ha ocurrido ahora y sabe que hará lo posible para que se enfade con él.
El suave cuerpo del rubio se desliza para quedar boca arriba, coloca los pies encima del escritorio, sin molestar a las hábiles manos de su esposo.
-¿Qué haces? -pregunta Alek con aparente desinterés.
-Sabes lo que necesito, y no me lo quieres dar -dice mientras con su mano derecha comienza a despertar su miembro.
-Si no me lo pidieras tan de seguido, o si por lo menos te portases bien. -Jensen se remueve encima, frotando su trasero contra su pene, que pronto delatará sus verdaderos sentimientos.
-Veo que estás ocupado, así que espero no molestarte.
Jensen comienza a tocarse el cuerpo. Ama masturbarse porque conoce detalladamente qué le gusta y dónde. Le gusta la suavidad de su piel, la delicadeza de sus hombros y sentir cómo se le endurecen los pezones. Jadea bajito, Alek está trabajando, no vaya a distraerlo.
Acaricia su entremuslo, ahí donde tiene varias mordidas de su marido, recuerda su boca ahí y se estremece (también porque hace un poco de frío en la oficina). Roza con sus dedos fríos su suave entrada, con la otra mano masturba su pene erecto y se muerde el labio para no hacer ruido.
-¿Amor? -llama, haciendo un puchero.
-Hmm -contesta Alek, de mala gana.
-¿Puedes mojar mis dedos, por favor?
Aleksandr recibe sin problemas dos de sus dedos en su boca, los lame y mordisquea bajo la afiebrada mirada del rubio.
Jensen esparce esa saliva alrededor de su ano, regresa a la boca de Alek unas tres veces más hasta que consigue lubricarse lo suficiente como para meterse los dedos y moverlos adentro. No puede evitar gemir esta vez, y a Alek parece no molestarle.
Su chico se remueve sobre él mientras se penetra con los dedos. Masturbarse es una práctica habitual en Jensen y no es la primera vez que lo hace frente a él, de ahí el autocontrol que Aleksandr puede tener ante semejante escena. Suele usar dildos y vibradores, a veces más de una cosa a la vez, le sorprende la cantidad de libido que cabe en un cuerpo tan pequeño. Jensen necesitatener sexo varias veces al día, todos los días.