Yuanfen 缘份

16

Aleksandr jadeó con indignación, su ceño se frunció e intentó pensar si cometió algún error en su examen. Tenía un 4,5 sobre cinco, y quizás la mayoría no le prestaría atención a una falla tan pequeña con tal de pasar la materia, pero Alek estaba seguro de que hizo todo perfectamente bien.

Gruñó, o al menos intentó hacerlo, y cruzó los brazos sobre el regazo de su novio. Jensen había estado atento a sus reacciones.

—¿Qué pasa, amor?

—Tengo un 4,5. —Alek lo miró con los ojos vidriosos.

Sí, Aleksandr era de ese tipo de estudiantes que lloraban si no obtenían el total de puntos. Pero en su defensa, nunca había tenido una calificación tan baja.

—Pudo haber sido peor. —Jensen disfrutaba molestar a su novio, solía decirle que era un pesado.

Y Alek lo aceptaba. A veces.

—¿Qué puede ser peor que poder obtener un 5, pero no tenerlo solo porque el estúpido de tu profesor se equivocó al poner los puntajes? —Las aletas de su nariz se abrían y cerraban con fuerza.

—Entonces llámalo.

Se miraron fijamente, hablándose en un código de las cosas que no se animaban a decir en voz alta.

La cosa es que, más de una vez, Jensen había escuchado a su novio suspirar por cierto profesor de álgebra lineal. Alguna vez lo vio por los pasillos, y admitía que era guapo, su barba lo hacía ver como un hombre de negocios super importante y todo eso. Pero le gustaba fingir que tenía celos de él.

—¿Que lo llame? ¿A mi guapo profesor de lineal? ¿El que hace volar mi ropa interior cada vez que explica sus clases? —Al ojiazul le gustaba ver el lado celoso de su novio.

El agarre de Jensen se hizo más firme en las caderas de Alek, el último sonrió con suficiencia.

—El mismo con el que fantaseas que te coja sobre su escritorio, sí.

Alek se mordió el labio.

—Bueno. Le preguntaré que puedo hacer para que me suba la calificación. —Hizo un tierno puchero mientras marcaba su número, Jensen esperaba pacientemente—. Hola, profesor, ¿qué tal?

El rubio sonrió cuando Alek también lo hizo. No podía evitar que le pareciera sexy que su novio coquetease con otros, Alek se veía muy bonito provocando a la gente. Y lo mejor era saber que solo él podía tenerlo.

—Sé que si quiero hacer una revisión tengo que ir hasta la facultad, pero —hizo una pausa, en donde se dedicó a escuchar la hrusa voz de su maestro—. No quiero conformarme con pasar, quiero la calificación que me corresponde.

—Siempre tan perfeccionista —dijo la voz desde el otro lado de la línea.

El más pequeño aleteó sus párpados.