Relatos homoeróticos.
Yuan (缘) o yuanfen (缘份) es un concepto chino que significa el principio que define esos amores que nacieron predestinados.
En el uso común, el término se puede definir como "personas con un amor predestinado".
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Entonces Jensen se encontraba buscando un disfraz para Halloween. Con sus amigas había tenido la idea de ir como las Chicas Superpoderosas: Yukio sería Burbuja (Bubbles), porque era sensible hasta la médula; Stephanie sería Bombón (Blossom), el papel le quedaba perfecto ya que era amable y coqueta. Y por supuesto, él sería Bellota (Buttercup).
Su carácter sarcástico y su estilo casi gótico hacían que nadie dudara de que ese papel sería suyo.
Jensen amaba el negro con toda su alma, creía que ese color se veía demasiado bien contrastando con su lechosa piel y rubios cabellos. Trataba de que no fuera el único color que use, pero por cada prenda de otro color, Jensen tenía otras diez negras.
Aleksandr se enamoró de él el día en que lo vio hacer una mueca de disgusto con sus labios perfectamente pintados de color negro, al igual que las largas uñas de sus manos. El rubio tenía puesto unos shorts grises y una especie de tapado que se abría en la cintura y dejaba ver sus piernas, con botas hasta las pantorrillas.
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—Yo no lo quiero en el grupo —se quejó el rubio.
—Jen, solo falta uno para completarlo. —Una compañera intentaba convencerlo.
—Maestra, ¿tenemos que ser cinco sí o sí? —preguntó con cansancio.
—Sí, ¿hay algún problema?
—El chico que completa nuestro grupo no vino... —La misma chica intentaba intermediar.
—Y yo no lo quiero en el grupo.
—Los grupos son justamente para conocerse... —comenzó la maestra.
—Yo ya lo conocí. Me dijo que me pagaría si le chupaba el pene en el baño, y cuando me negué, me amenazó con que entonces la próxima usara el baño de mujeres, o iba a violarme ahí mismo. No me importa perder puntos por no querer a un idiota violador en este grupo.
Su voz siempre sonaba fuerte y decidida, y los labios pintados de color oscuro hacía que no pudieras apartar la vista de ahí, siguiendo la perfecta sincronización de las palabras que iba diciendo.
