Relatos homoeróticos.
Yuan (缘) o yuanfen (缘份) es un concepto chino que significa el principio que define esos amores que nacieron predestinados.
En el uso común, el término se puede definir como "personas con un amor predestinado".
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Estaba pasando unos días en la casa de Aleksandr, un compañero de carrera. Esa semana se les había llenado de trabajos e informes, por lo que decidieron estar juntos desde el lunes al domingo para poder terminarlo todo.
Jensen llevó una caja de cartón en donde había varias fotocopias de informes pasados de otros alumnos, no iban a copiarlos, solo querían saber qué era lo que estaba bien o mal escribir en ellos.
Pero dentro de esa caja, en el fondo, había otra, cuyo contenido no era precisamente el que quería mostrarle a su compañero de facultad.
No notó cuándo fue que Alek la abrió, solo escuchó su risa reprimida y alzó la mirada para ver de qué se reía. Daba gracias porque el otro fuera también omega, de lo contrario, sería malditamente vergonzoso.
—Por lo menos pasas bien tus celos —dijo el ojiazul, sacando un pene de goma de la caja.
—A veces no hay alfas. —Se encogió de hombros, pero la verdad era que sí estaba un poco avergonzado.
—No te preocupes, yo también tengo.
Alek se levantó, ambos estaban solo en bragas, Jensen con un top y el otro con una camiseta más larga, solo porque era lo más cómodo que podían ponerse en una noche de verano.
Ya no tenían tarea que hacer, así que siguió con la mirada al pelinegro, que se subió a una silla para alcanzar una caja de madera de arriba del closet. Alek tenía un trasero redondo bien formado, sería una ofensa apartar la vista de ahí.
Puso la caja sobre la cama, al lado de la suya, y el rubio miró con curiosidad los objetos ahí contenidos.
Ambos coincidían con varias cosas: esposas de cuero, collares, butt plugs, y dildos.
—¿Qué es esto? —preguntó Jensen, tomando una especie de huevo de goma, muy blando.
—Es un... bueno... —Alek tomó el objeto—. Estás erecto, pones esta cosa en tu punta, la bajas y se expande. Como si estuvieras penetrando algo.
Jensen asintió, probó la flexibilidad del huevo en sus dedos, y en efecto, era como Alek decía.
Aleksandr se estaba olvidando ya del estúpido crush que tenía con el rubio, pero esta charla no ayudaba mucho. Al menos tendría material para nasturbarse luego.
—Esto es muy bonito. —El pelinegro tomó un plug anal con cola de conejo—. Yo tengo uno, pero sin colita.
Le mostró un juguete igual, pero este tenía una joya azul, como sus ojos.
—¿Fue un regalo? El detalle del color es lindo.
—Sí. Esto, las esposas y el flogger fueron un solo regalo. Ya podrás imaginarlo. —Alzó una ceja, su amigo acababa de notar esos dos últimos elementos nombrados.
