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Antes de leer esto, tienen que saber que les cambié el nombre a los personajes —solo para este relato—. Alguien me dio la idea de hacerlo tipo ángel y demonio (thanks, Babe 💖) y quise investigar un poco antes de escribir esto, pero me enredé porque resulta que es mucho más complicado de lo que yo creía :v

Así que esto será simple.

Jensen: Lucifer. Primer ángel caído, señor de los infiernos, raíz de todos los males.

Aleksandr: Haniel. Arcángel asociado a la felicidad y gozo que es agradable a Dios. Su característica principal es que está ligado a la belleza y a la sutileza, de apariencia andrógina.

Y sí, con los roles cambiados porque me di cuenta de que aquí no hay versatilidad. 🤨

Después de lo que parecieron eternidades, lo pudo ver

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Después de lo que parecieron eternidades, lo pudo ver.

Supo que era él porque, en su larga existencia, no recordaba haberse cruzado con un ser así, y él lo recordaba todo.

Lucifer estaba malditamente durmiendo en alguna cueva oscura de la tierra, otros demonios se habían cruzado con él y el ángel caído observó con aburrimiento los estragos que iban causando a la gente. Para burlarse de él —porque de algún tiempo a otro, se había perdido el respeto por el señor del inframundo—, los demonios comenzaron a hablar de cierto arcángel que estaba ocupando su lugar.

Nadie nunca le decía su nombre ni le describía su apariencia. Lucifer pensaba que, parte de su castigo, era nunca poder conocerlo. Mandó a cazarlo hace siglos, prometiendo a quien lo lograra, poder y riquezas infinitas.

Los arcángeles de por sí eran presas difíciles, y este en especial, parecía ser el maldito protegido de todos. Ni siquiera una pluma de sus alas.

Hasta que un día, interrumpiendo su siesta, un grupo de cientos de demonios irrumpieron en la cueva, llevando consigo un débil cuerpo envuelto en mantas verdes.

—¡Mi señor! —exclamó fuerte uno de los demonios.

Lucifer, sobresaltado, cayó de la roca cubierta de pieles en la que había estado descansando. Maldijo una vez más la debilidad del cuerpo humano —al que tenía que recurrir de vez en cuando—, y se incorporó sobando su nuca y cadera.

—¿Qué...?

—Misión cumplida, amo. —Una mujer le señaló la brillante cosa que estaba en medio de ellas, atada con una cuerda imposible de desatar, que solo podía ser liberada si quien lo capturó así lo quería.

—¿Qué demonios es eso? —Frunció el ceño y se acomodó la bata roja que llevaba encima.

—El ángel que ha estado ocupando su lugar durante todo este tiempo.

La verdad era que Lucifer hace tiempo se había olvidado de aquella promesa. Arqueó las cejas con interés e hizo un gesto para que lo acercaran más.

Yuanfen 缘份Donde viven las historias. Descúbrelo ahora